Parte 15

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Al ver su mensaje en mi barra de notificaciones reí, desbloquee mi celular y proseguí a contestarle pero antes de que pudiera darle enviar, mi teléfono empezó a sonar. Era una llamada entrante de Steven...

Dude un poco en contestar, pero al final, terminé haciéndolo.

-Hola
-Hola Jer, ¿Que haces, estás en el campus?
-Si, justo me estaba dirigiendo a mi dormitorio, ¿Pasa algo? - intente sonar lo más relajado posible pero sabía que mi intento estaba siendo bastante mediocre
-No, bueno es que estaba por aquí y pensé en que podríamos vernos, ya sabes, tomar o comer algo

Nuevamente dude en que era lo que debí hacer, y aunque una parte de mi no quería volver a tocar el tema de Belly, la boda y Conrad, otra parte de mi quería dejar de huir y ahuyentar a todos.

-Si, me parece bien
-¡Genial! Envíame la ubicación del lugar en donde quieres que nos veamos y llegaré en ¿20?
-Si, en 20 minutos te veo

Le envié a Steven la ubicación de una pequeña cafetería cerca del campus, me parecía un lugar más adecuado que un bar un pub. Me dirigí al lugar y justo cuando iba llegando, Steven me hizo segunda.

-¡Hey, hermano!- me dijo Steven animado y me alargó la mano para saludarle y después darme un pequeño abrazo hombro a hombro- ¿Cómo estás?
-Bien, bien, todo bien- sonreí amigablemente, realmente lo había echado de menos- ¿entramos?

Steven me sonrió a modo de afirmación y después entramos al lugar, nos sentamos en una de las mesas vacías y enseguida pedimos un par de cafés americanos fríos y dos rebanadas de pastel de chocolate. La orden no tardó en llegar, pero en ese poco tiempo, apenas y dijimos algo.

En cuanto llego el pastel, me iba a disponer a dar el primer bocado, cuando Steven me interrumpió.

-Jer- lo mire atento- se que lo qué pasó fue una mierda - puse los ojos en blanco y Steven lo noto- espera, antes de que lo tomes a mal, déjame terminar.

Deje la cuchara a un costado del pequeño plato, me enderecé, coloqué mis manos cruzadas sobre la mesa y lo mire con atención. Steven, prosiguió.

-De acuerdo, lo único que quiero que sepas es que el que estes mal con Conrad o lo que haya o no pasado con Belly, no debe porque afectar nuestra relación. Es mi hermana y la amo, pero tú eres uno de mis mejores amigos, y yo siempre trataré de estar para ti- no sabía cómo reaccionar, pero dentro de mi solo podía sentir alivio, tener a un amigo como Steven cerca, era algo que me hacía falta- yo solo no quiero que sigas alejando a mi madre o a mi, también somos tu familia.

Sentí como mis ojos comenzaron a llenarse de lagrima y Steven también lo noto. Como si lo hubiéramos dicho de manera explícita, ambos nos levantamos y nos dimos un fuerte abrazo.

-Gracias, Steve- susurré tratando de no romper en llanto

Después de esas palabras, ni él ni yo volvimos a tocar el tema. De cierta forma habíamos acordado seguir con nuestra amistad y dejar de lado todo y a todos los demás. Platicamos un par de horas acerca de cómo nos estaba yendo en la universidad, de lo difícil que era y también de lo divertida que podía ser.

Después de eso, vi marchar a Steven con la promesa de vernos más seguido, la próxima vez, en su campus.

De regreso a casa me sentía más liviano que nunca, conectar con él era de cierta forma conectar con el pasado, y darme cuenta que podía seguir siendo mi futuro. Me encontraba realmente contento, y en lo único que pude pensar fue en contarle a __.

Era extraño como aunque no tenía todos los detalles de la historia, con lo poco que sabía era suficiente para que ella pudiera comprenderme sin juzgarme, aunque cuando pensaba en decirle que había estado comprometido y todos los demás detalles que ahora consideraba turbios, me avergonzaba un poco, de cierta forma, comenzaba a importarme lo que ella pensara de mi.

Deje eso atrás y decidí que no había necesidad de que supiera más de lo que sabía, ella podría ser amiga del nuevo Jer en el que me estaba convirtiendo y eso me hacía sentir bien.

Casi al llegar a mi dormitorio, le conteste el mensaje contándole que me sentía muy feliz, casi de inmediato ella me contestó pidiéndome detalles de lo que había pasado, así que le conté que me había reencontrado con un viejo amigo al que consideraba mi hermano.

Continuamos hablando así hasta altas horas de la noche. Y yo solo podía pensar en lo bonito que era poder tener alguien con quien hablar más allá de las fiestas o chicas con las que querías estar. Era bueno tener a alguien que genuinamente se interesaba por ti de manera menos superficial, y creí que esos mensajes, y ese fin de semana era el comienzo de una bonita amistad con __, pero de pronto, tras una semana de mensajes día y noche, deje de recibir respuesta.

El verano que lo cambio todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora