Parte 44

334 18 0
                                    

Llego el fin de semana, me encontraba parqueado en el estacionamiento del restaurante en donde vería a Belly, estaba esperando que fuera la hora, faltaban 10 minutos pero están tan nervioso de verla nuevamente que había salido de casa mucho tiempo antes, así que prendí la radio para tratar de distraer mi mente mientras daban las 5 en punto, pero fue en vano, porque mis pensamientos sonaban por encima de cualquier ruido que pudiera haber. De pronto vi la hora cambia en el reloj de mi celular, era hora de afrontar lo que venía, así que tome aire, salí del auto y me dirigí al lugar donde la vería.

Llegue y al acercarme a la hostes me indicó que ya había alguien esperándome, sentí mi piernas temblar pero aún así avancé y entonces la vi, se veía igual de linda que siempre pero algo en su mirada me indicaba que todo había cambiado, incluyéndola.

-Hola- me dijo con una pequeña sonrisa
-Hola- conteste de igual forma mientras me sentaba frente a ella
-Te pedi una soda de tomar, la mas dulce claro, ya se que te encanta- reímos- ¿Como va todo Jer?

Comenzamos a ponernos al día, le conté cómo había sido mi vida hasta ese momento omitiendo la parte en la que me volví un fiestero de lo peor y a __ claro, pues no quería ponernos incómodos tan pronto. Ella por su parte me contó de su pasantía en España, se lo mucho que había experimentado y de lo mucho que le había encantado la ciudad. Mientras hablábamos sentí la familiaridad que siempre sentía estando con ella, de pronto me transporte a aquellas mañanas en la cocina mientras desayunábamos, o a aquellas tarde en la playa en donde platicábamos de todo y nada, yo quería a Belly y ella me quería a mi, pero era momento de cerrar el ciclo, y dejando lo feliz que me hacía verla, debía concentrarme a lo que en realidad estábamos haciendo en ese lugar, separados por una mesa llena de comida que casi ni tocamos.

-¿Has hablado con Conrad? - solté de la nada, tratando de que mi voz sonara tranquila, pero hasta yo mismo supe que eso no había sido posible
-No- contestó bajando la mirada- no he sabido nada de él- ¿Tú? - me miro directamente a los ojos, y aunque me costó sostenerle la mirada, lo hice
-Si, lo vi en el verano, en la casa... en Cousins- un silencio ensordecedor nos invadió, pero debía continuar, sino, no iba a ser capaz de hacerlo nunca- hablamos las cosas... y bueno, intentaremos estar bien- seguí mirándola- y creo que es hora de arreglar las cosas contigo
-Jer...- bajo la mirada- No hay nada que arreglar, nosotros...- pero no la deje continuar, aunque quería a Belly estaba seguro que no quería estar con ella, y que ella no quería estar conmigo
-No vine aquí a recuperarte... no como mi novia o mi prometida- rei amargamente- sino como mi amiga, como alguien que es mi familia- nos miramos- lo qué pasó entre nosotros fue algo grande e importante, desafiamos a todos y a todo, nos metimos en problemas con tu madre y con mi padre y sobre todo lastimamos a mucha gente a nuestro alrededor pero si de algo estoy seguro es que todo eso lo hicimos porque en su momento creímos que era lo correcto, creímos en lo que sentíamos y en que debíamos estar juntos- senti mis ojos llenarse de lagrimas pero tragué saliva y continué- sin embargo, ambos sabemos que lo nuestro no tenia futuro, los dos vivíamos bajos la sombra de Conrad y siempre iba a ser así... ahora entiendo que aunque sigo pensando que él actuó mal con los dos, él es lo único que tengo, es mi hermano y lo amo, y eso jamás va a cambiar, pero ya también entendí que a ti también te amo, pero como a mi familia y eso tampoco va a cambiar. Tal vez nos equivocamos y jamás vamos a olvidar lo bueno y malo que vivimos juntos, pero creo que podemos dejarlo de lado para poder volver a al menos ser amigos, y para ambos continuar con nuestra vida, sin remordimientos.

Belly tenía el rostro lleno de lagrimas y de pronto noté que yo también estaba empapado en ellas, pero en ese momento sentí que algo comenzaba a dejar de arder, y comenzaba a sanar.

-Fuiste mi primer amor, Jer...
-No- tome su mano y la apreté- ese es y siempre fue Conrad- le sonreí- y no se que pase entre ustedes o si algo vaya a pasar más adelante o no... lo único que se es que yo confío en que tú eres una mujer fuerte e inteligente que ahora sabe elegir lo que le hace mejor y lo que la hace feliz
-Te amor Jer- me sonrío entre lágrimas- siempre vas a ser parte de mi historia y de mi familia
-Yo te amo a ti Bells, y de verdad espero que tengas una vida llena de amor en donde quien esté contigo, te valore y te ame mas de lo que nadie te ha amado

No dijimos nada más, solo nos levantamos y entre lágrimas nos dimos un fuerte abrazo con el cual aceptábamos que nos dejábamos ir o más bien a la historia de amor que habíamos compartido, y que estábamos listo para intentar volver a ser buenos amigos.

El verano que lo cambio todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora