Parte 48

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Sentí el sol a través de la ventana pegando en mi rostro, desperté y lo primero que vi fue el torso desnudo de __, que aunque estaba tapada con una de las sábanas de mi cama, dejaba ver un poco de la piel de su espalda. Una sonrisa escapó de mi boca al pensar en lo que estaba pasando, y aunque no sabía que pasaría después de esto, estaba contento de poder despertar a su lado.

Me levante con cuidado para evitar despertarla, una vez fuera de la cama me dirigía hacia el baño y me di una ducha. Bajo el agua caliente de la regadera no podía evitar tener flashbacks de lo que había pasado en la madrugada, y aunque amaba haber podido estar con ella, no sabía si lo que había pasado era cosa del momento o si realmente era algo que ella quería... por que si de algo estaba seguro es que yo si deseaba estar a su lado.

Al salir de bañarme, me encontré con una __ sentada en el borde de la cama con una playera mía puesta, lo cual me provoco ternura, se veía delicada y  frágil.

-Hola- dije haciendo que girara para mirarme
-Hola, buen día- me sonrió apenada y caí en cuenta que llevaba solamente una toalla enredada a mis caderas
-Me cambiare así que no mire- dije riendo, lo cual hizo que ella también riera
-No creo que a este punto sea un problema- me miro de reojo y soltó una risa entre provocadora y apenada lo cual hizo que me piel se erizara pero traté de disimular lo más posible

No dije nada, solo caminé a mi closet el cual se encontraba frente hacia donde __ miraba y el cual también se encontraba abierto y deduje que ella era culpable de aquello  pues llevaba una prenda mía puesta. Entrando un poco más en su juego me pare frente a ella, dándole la espalda y deje caer mi toalla al piso, mire de reojo para ver la reacción de __ y pude notar que desvío la mirada hacia el techo como disimulando el querer mirar hacia donde yo, no pude más y solté una risotada fuerte mientras me ponía un par de bóxers.

-¿Por qué te volteas? - dije juguetón- ¿No que no había problema? - me senté junto a ella, demasiado cerca a decir verdad.
-Basta Jer- dijo entre una risa nerviosa y después, de la nada, me beso.

Al principio me sorprendí, pero no dudé ni un segundo en continuar el beso. Aquello estaba volviéndose cada vez más apasionado e intenso y aunque mordió por estar con ella otra vez, detuve lo que estaba pasando.

-___, necesitamos hablar....- dije recuperando el aliento mientras la tomaba de los hombros y la separaba de mi y entonces, sin decir nada, __ bajo la mirada, se inclinó para reposar su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar.

Creo que no hizo falta que yo preguntara que pasaba o que ella me explicara porque lloraba, era obvio, ambos estábamos aterrados, confundidos y shocked dos por lo que estaba pasando, pero sobre todo, habíamos demostrado que ambos nos queríamos.

El verano que lo cambio todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora