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Nobita suspiró aliviado luego de que sus excompañeros se retiraran del lugar, le dolía un poco que Shizuka se fuera con ellos pero el azabache no podía hacer mucho para evitar que la niña se fuera con ellos.

Su mirada se dirigía al gato negro que segundos antes lo había salvado de una muy buena paliza por parte de cierto moreno, este seguía mirando hacia donde se fueron los estudiantes que estaban en el lugar momentos antes.

"Umh... Gracias" le murmuró al felino, esté por su parte se fue sin más como si solo esperará a que el azabache dijera algo.

Nobita se dispuso a seguir con su camino pero una idea rondó por su mente, metió su mano en el bolsillo de su pantalón corto, saco unas cuantas monedas.

"Tal vez podría ir a comprarme algo" hablo consigo mismo. No era ni tan tarde pero tampoco tan temprano, además ya en otras ocasiones había echo lo mismo y sus padres no lo reprendían, antes si pero eso quedó en el pasado.

A los pocos minutos ya se encontraba en cierto establecimiento, establecimiento que resulta ser una repostería. Nobita miraba con detenimiento que pastelillo comprar.

No había muchas opciones, más por el precio y también porque algunos eran de sabores que no le apetecían en ese momento al azabache.

"Entonces solo 5 dorayakis" le hablo la vendedora al colocar los antes mencionados en una bolsa.

"Si" respondió enseguida el de lentes.

"Serían 250 llenes" finalizo la mujer.

Luego de entregar el dinero, Nobita salía del lugar, pensaba en si comerlos ahora o guardarlos para disfrutarlos llegando a casa.

"¿Qué sería mejor?" pensaba para si mismo, paso por un lugar donde vendían televisores y en algunos de estos se transmitían algunos programas un noticiero para ser exactos.

"Es lamentable el echo que ocurrió hace unos momentos" un reportero hablaba haciendo que no solo la atención del azabache se fijará en el monitor si no que también de cierta advertencia que su compañero le había dado la noche anterior.

"Se han reportado alrededor de 10 muertes en el accidente" el corazón del azabache comenzaba a latir con más fuerza.

"En estos momentos tanto la policía como emergencias están en el lugar" Nobita no perdió más el tiempo y se fue a casa, sus lágrimas escurrían de sus mejillas, podría decirse que eran demasiadas, su corazón latía tan rápido que podría decirse que amenazaba en salirse de su pecho.

Lo único que deseaba es que esa noticia fuera falsa aún que también ni el mismo se tragaba ese pensamiento, nadie haría una broma de esa magnitud y menos en un canal de noticias.

Se tropezó al seguir pensando en que lo que acababa de escuchar era falso. El azabache estaba en el piso, la bolsa que contenía los dorayakis se encontraba rota, los dulces de anko estaban en el sucio asfalto.

Nobita seguía llorando.

"Papá..." murmuró con dolor. Pensó en su madre y en lo devastada que seguramente se encontraba, se levantó y tomando aire emprendió su camino aún con las lágrimas saliendo de sus ojos.

"¡Mama!" exclamó casi al mismo tiempo que entraba.

"Nobita, hijo ¿Qué pasá?" Tamako dejo lo que estaba haciendo, escuchar el grito de su hijo la puso en alerta y al verlo con varios raspones en la cara, era de preocuparse.

"¡Mamá!" Nobita se abalanzó con las pocas fuerzas que le quedaban para poder abrazarla, en su mente pensaba que ella aún no se enteraba de la noticia. No tenía idea de cómo decirle sobre el accidente.

"Hijo ¿Qué te pasó?" la voz de su padre lo saco de sus pensamientos y cesó su llanto.

Nobizuke estaba en la casa... Pero ¿Cómo?

"P-papá..." murmuró para si mismo, sintió la mano de su madre en su espalda y la otra en su cabeza acariciando a sus antes mencionadas extremidades  haciendo que poco a poco se calmase.

"Ya, ya, ya pasó" Tamako trataba de tranquilizar a su hijo. "Seguramente tuviste una caída fuerte... Pero no te preocupes hijo ya estás aquí, ven vamos a curar tus heridas" hablaba con dulzura.

Nobita solo asintió aún que en el fondo quería abrazar a su padre con fuerza y no querer dar indicios de separarse pero... El simple hecho de verlo en casa era más que suficiente.

Antes de que su madre lo llevará al baño se percató de que su compañero estaba justamente detrás de su padre.

Su compañero sonreía mientras lo miraba fijamente, algo dentro del azabache le decía que algo tuvo que ver ya que también notó que el semblante de su padre daba a entender de que algo andaba mal con él, definitivamente le preguntaría pero eso será en la noche.

Tamako limpiaba los raspones de Nobita para luego colocar unas curitas (así las conozco yo) en algunas de ellas, luego de terminar Nobita se dirigió con su padre mientras que Tamako fue a continuar con lo que estaba haciendo.

Nobizuke miraba el televisor, justamente pasando por las noticias del accidente. Nobita con algo de miedo lo miraba, un semblante de tristeza estaba en él.

"Tal vez solo fui un afortunado el día de hoy... Solo tuve un poco de suerte" susurro aquel hombre al ver cómo algunas personas lloraban con desesperación al tratar de averiguar alguna información sobre sus familiares y deseando que no fueran las víctimas mortales.

Nobita pudo escuchar ese comentario de su padre, se sentía mal por esas pobres personas que murieron, el simple echo de pensar que ya no estaban provocaban un vacío en el azabache, también pensaba en el dolor de sus familias.

Un extraño pero conocido escalofrío recorrió su espalda. Su compañero estaba justamente detrás de él.

Nobita aún pensaba en hablar con él y preguntarle que fue lo que pasó y como es que su padre está aquí.

"Bien la comida ya está" Tamako trataba de sacar tanto a su esposo como a su hijo de la televisión, ella también estaba enterada del accidente pero ellos no podían hacer algo al respecto. Lo único que les quedaba era seguir.

Doraemon: Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora