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"¡Nobita! ¡Nobita! ¡Despierta!" Non-Chan le dió tremenda cachetada al ver que no reaccionaba.

"¡Auch!..." exclamó el azabache, le dolía la mejilla y mucho. "¿Eh? ¿Dónde estoy? ¿Non-Chan? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?" Nobita estaba un poco desorientado pero no tardó en darse cuenta de la situación o más bien de la nueva situación, se levantó del asiento y rápidamente observo su entorno; no se parecía para nada al lugar donde estaba hace unos momentos. Tanto el como la castaña estaban en unas bancas muy cerca de los baños del museo.

"Te encontré tirado casi fuera de los baños..." murmuró la castaña. "Y bueno... Pensé que algo malo te había pasado" eso era imposible o más bien era imposible que él estuviera en los baños. Nobita estaba seguro dónde estaba y de todo lo que vió fue totalmente real, simplemente era extraño que estuviera otra vez aquí aún que no tardó en recordar lo último que vió antes de caer inconsciente.

"Te cargué... O bueno trate de cargarte hasta aquí y pues... Ya ves, tuve que golpearte... L-lo siento" dijo un poco triste.

"No, está bien. Gracias por... Ayudarme" respondió el azabache. Ambos comenzaron a caminar de regreso a la salida. Ya que según Non-Chan el museo estaba por cerrar. Allí estaban todos, así es, todos. Los ojos de Nobita se abrieron como platos, ya que Dekisugi y Shizuka se encontraban entre los alumnos.

El azabache salió corriendo hacia ellos. "¡Dekisugi! ¡Shizuka!" exclamó y sin pensarlo dos veces, esté los abrazo a ambos.

"Nobi... ¿Qué pasa?" Preguntó Dekisugi confundido.

Nobita se aparto de ellos. "¿Q-qué?" murmuró él.

"Nobita ¿Estás bien?" preguntó Shizuka, era extraño el comportamiento que mostraba Nobita, no solo porque les gritó como si nunca los había visto si no que los abrazo sin razón aparente.

"Estás pálido..." habló Dekisugi.

"¡¿Quien yo?!" exclamó el de lentes. Tanto Dekisugi como Shizuka se miraron entre ellos.

"¡Allí estás!" era la voz de su profesor. Este se acercaba hacia el azabache. "Estaba a punto de ir a buscarte Nobita" dijo el anciano.

"Yo lo encontré... Abuelo" dijo Non-Chan que justamente llegó en el momento indicado. "Estuve con el hasta que despertara... Sabía que no podían irse sin nosotros" el anciano parecía ya más tranquilo.

"Que alivio, me estaba preocupando..." habló, coloco sus manos en los hombros del azabache. "Jovencito, no vuelvas a hacer eso de nuevo. Si en algún momento te llegas a sentir mal, lo mejor es que le informes a un profesor... No es buena idea ir solo cuando uno se siente mal... ¿Estamos de acuerdo?" eso último lo dijo muy serio, como si supiera que la vida del azabache en algún momento estuvo en peligro.

Nobita quería hablar, quería decirles a todos lo que vió. Es más no entendía porque Dekisugi y Shizuka lo miraban con preocupación.

¿Acaso ellos no lo recuerdan?

"S-si profesor..." murmuró, al final acepto lo que le decían. No tenía sentido tratar de hablar sobre lo que le pasó; lo juzgarán como loco, ya no era tan tonto como antes. Bajo la cabeza y enseguida noto un anillo que su sensei Yohio tenía puesto; su forma le llamo la atención ya que nunca había visto un anillo con ese estilo.

Rápidamente el anciano apartó sus manos del niño. "B-bueno es hora de irnos, la excursión a concluido" dijo y enseguida camino hacia la salida del dichoso museo.

El camino fue tranquilo o por lo menos para la gran mayoría de los alumnos y profesores. Nobita miraba por la ventana del autobús, no entendía nada.

Alguien le ayudo, de eso estaba seguro pero... ¿Quién? ¿Cómo fue que Non-Chan lo encontró? ¿Por qué Dekisugi y Shizuka no recuerdan nada? ¿Qué era ese lugar extraño? ¿Medusa es real? ¿Que está pasando exactamente? ¿Qué o quién era esa enorme masa que fácilmente acabo con medusa?

Con tantas preguntas que se hacía le comenzaba a doler la cabeza. "Doraemon..." susurró. Apenas se había acordado de su amigo. "¿Dónde estás?" pensó. No recuerda mucho pero sabe que ambos estaban muy mal.

"Aquí estoy" al escucharlo en su cabeza el azabache se tranquilizó. "Oye, de momento no me respondas, te estoy hablando por telepatía... Si me respondes tus tontos compañeros pensarán que estás loco" dijo su compañero. "En cuanto lleguemos a casa hablamos"

Nobita solo asintió con una pequeña sonrisa y continúo viendo por la ventana, en algún momento del viaje de regreso se quedó dormido. Sin saber que era observado por alguien y por algo.

Doraemon: Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora