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"¡¿Pero qué?! ¡Oye! ¡Doraemon despierta!" Nobita sacudía el cuerpo sólido de su compañero. Esté por su parte no se movía y no emitía sonido alguno.

Nobita arrastró el cuerpo hasta que tocó el suelo de su habitación aún que su amigo terminó encima del azabache, con esfuerzo se lo quitaba de encima.

Era extraño que aún mantuviera su forma sólida, normalmente no es así, según le había explicado tiempo atrás, él puede optar solidez por cierto tiempo y solo es para tomar objetos o algo por el estilo. Nobita lo sacudía frenéticamente.

"Por favor despierta..."

"¡Nobita! ¡Todo está bien hijo!" la voz de Tamako se escuchó de repente haciendo que el niño brincará del susto.

"S-si mamá, está todo bien" respondió.

15 minutos se mantuvo despierto, no podía dejarlo así nomás pero ¿Qué podía hacer? no sabe nada de él, solo unas cosas que le a contado con el tiempo pero ninguna pareciera servirle en estos momento.

Un gemido de dolor por parte de su compañero finalmente se escuchó. "Ca-" trataba de decir algo.

El azabache se acercó más a él. "¿Qué?... ¿Qué necesitas?... Dime para ayudarte" Nobita estaba preocupado por él y mucho.

"El... El c-cascabel" dijo muy apenas, afortunadamente Nobita logro escucharlo.

Ahora tenía que recordar dónde lo había dejado. "Vamos Nobita, recuerda dónde lo dejaste" pensaba el azabache mientras daba vueltas. "Ahora vuelvo, ya sé donde lo deje... Solo por favor resiste" salió de su habitación, no debía de hacer mucho ruido. Con mucho cuidado bajaba las escaleras para no despertar otra vez a sus padres.

Flashback:

Nobita había salido de su habitación en una noche de mucho frío, las pesadillas que le ocasionaba ese ser ya lo tenían harto, traía en su mano el cascabel que al parecer fue el responsable de que se le pegará esa cosa.

"¿Por qué a mí?"

Murmuró molesto pero al mismo tiempo conteniendo sus ganas de llorar, ya había pasado un mes y medio aproximadamente desde que él llegó y simplemente no podía más. La falta de sueño, los sustos y los regaños de sus padres lo tenian harto. Suspiró profundamente, miró el objeto por unos momentos.

No quería ver ese cascabel, aún que por más que intentaba desacerse de el siempre aparecía; lo había aventado al río pero al día siguiente apareció en su escritorio, lo dejo 'olvidado' en el metro y apareció en su mochila en la noche e incluso se lo había quitado Gigante pero de igual manera siempre aparecía.

El cascabel era una marca, un amuleto o algo por el estilo que lo ataba o que le hacía recordar su 'error'. Nobita se lamentaba el haberle echo caso a Suneo aquella vez. Con una pequeña pala (de jardinería) cavaba un hoyo en el patio de su casa.

"Por favor solo... No quiero recordar mi error... No quiero verte ..." le murmuró al cascabel mientras le echaba tierra ya que lo había dejado en el hoyo.

Actualidad:

Nobita se encontraba justamente dónde había enterrado el cascabel, si su amigo le dijo que lo necesitaba tenía que desenterrarlo, con ayuda de la pequeña pala logro sacarlo, estaba allí y eso lo alegro bastante. Subió nuevamente las escaleras con mucho cuidado.

"Aquí está" murmuró mientras se sentaba al lado de su amigo. Logro ver un pequeño movimiento por parte de éste y sin que dijera nada y como si se tratara del genio de la lámpara este se metía en el cascabel. Nobita quedó boquiabierto al ver eso.

"N-necesito quedarme aquí por un tiempo..." dijo Doraemon dentro del cascabel. "N-no te metas en problemas mientras no esté..." Continuó. "Volvere..." fue lo último que dijo antes de que un silencio total se presentará en la habitación de Nobita, esté por su parte solo miraba el objeto.

"No meter la pata, está bien. Prometo no estar en problemas y... Descansa" respondió luego de unos minutos.

El azabache tomo el cascabel y con mucho cuidado lo guardo en el armario y cerró la puerta. Nobita seguía preocupado por él.

"¿Qué le había pasado para llegar en ese estado?" esa pregunta de momento no podía ser contestada. Sacudió la cabeza y se fue a acostar.

Mientras tanto en una casa un poco alejada de la residencia Nobi, un anciano se encontraba tomando café, estaba sentado en un sofá.

"Hiciste un buen trabajo" murmuró, una enorme figura muy similar a la de un lagarto emergia justo detrás de él.

"Quiero que estés atento de acuerdo" continúo, en su mano derecha se lograba ver que tenía puesto un especie de anillo de una forma muy extraña en uno de sus dedos, la figura solo asintió y desapareció enseguida. El anciano sonrió.

Mientras tanto en una habitación de otra vivienda que estaba un poco cerca de la residencia Nobi cierta castaña era arropada por su madre.

"Descansa hija, hoy fue un día agotador" habló la mujer. se levantó de la cama y enseguida apagó la luz, ella sabía de la 'maldición' de su hija y era de esperarse que la niña le contará lo que pasó hoy. La mujer estaba preocupada por su hija.

Luego de cerrar la puerta ella se fue a acostar con un nudo en la garganta. Non-Chan solo se acomodo un poco en su cama, no tenía sueño pero solo era cuestión de tiempo para que el cansancio la venciera y así fue.

Doraemon: Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora