El ser que ahora nombraremos como Doraemon estaba en su estado de shock, el sonido de una puerta abrirse lo saco de sus pensamientos, pensamientos sobre que era el, su propósito y el porque existe. Sus ojos rojos rápidamente se dirigieron hacia cierto azabache que se alejaba.
"Umh..." hizo un pequeño gruñido al verlo alejarse, decidió seguirle ya que esa era su costumbre. El ente se desplazaba en su habitual forma de sombra, poco a poco se acercaba al azabache cuando de repente topo en seco, la castaña estaba esperándolo. Se sentía incómodo al verla. Ese brillo en sus ojos... Le desagradaba.
"Aún así te seguiré" pensó dentro de si. Luego de más o menos dos horas esté comenzaba a aburrirse, Nobita y esa niña solo se la pasaban escribiendo y dibujando. "Adivinare... Escuela" murmuró para si mismo.
Se acercó a un árbol que se encontraba más al alcance de los niños quería acercarse al azabache. Se detuvo, había algo detrás de esa niña o más bien algo estaba entre sus ojos. "Y si..." sus ojos rojos se dirigieron a una rama que se encontraba sobre los niños. "Ahora o nunca" murmuró.
La gran rama cayó alertando a ambos niños. Nobita estaba asustado cosa que no le sorprendió pero lo que si le sorprendió fue ver cómo esa niña lo miraba fijamente.
"No, no es posible" pensó. Que ella pudiera verlo era prácticamente imposible... Bueno siempre y cuando el quiera hacerse ver.
No tuvo tiempo de reaccionar, Non-Chan comenzó a correr y llevándose a Nobita. Estaba confundido pero no lo suficiente como para no darse cuenta de que algo salió de esa pequeña. Un fuerte resplandor se hizo presente ante el. Al no tolerar la luz rápidamente el ente se escondió en el tronco de un árbol.
"No debiste hacerlo" una voz se hizo presente, el resplandor poco a poco disminuía para quedar como una pequeña bola de luz de cierta tonalidad amarillenta.
"Más bien... ¿Quién eres?"preguntó aún escondido en la sombra del tronco aún que poco a poco salía de está.
"Eso es algo que deberías saber perfectamente..." respondió la luz, sin darle tiempo la pequeña bola de luz lanzo un ataque hacia aquella sombra. varios destellos que tenían forma de espinas eran lanzadas.
La sombra las esquivo con facilidad. "Eso es todo" le dijo. Tal parece que no es el único ser en este plano pero aún había muchas dudas. "Solo necesito..." el ente oscuro comenzó a invocar un ataque.
Enormes manos se formaban alrededor de esa pequeña bola. La atraparon al instante, la luz hacia todo lo posible para liberarse, brillaba con intensidad ya que las manos que la sujetaban eran negras como la misma noche.
"Necesito que me expliques..." pidió. "¿Eres como yo ¿Cómo es posible... Yo... ¡Yo necesito respuestas!" exigió.
En ese momento Algo mucho más grande comenzó a emerger de las mismas manos que había invocado. "¿Pero qué?"
"No debiste hacerlo... No debiste intentar lastimar a Non-Chan" volvió a repetir esa luz que ahora tenía una forma un poco más similar a la de un animal, aún que no se podía distinguir cuál era. "El te va..." fue lo único que dijo antes de que un fuerte rugido se hiciera presente y la interrumpiera.
Fueron transportados a otro plano, un lugar donde el cielo era de color morado, las nubes eran negras la vegetación de este plano/dimensión era de tonos grises y blancos. La técnica que Doraemon había utilizado en esa bola de luz fue destruida. Está por su parte tomo su forma redonda, El ente estaba confundido.
Un fuerte golpe impacto contra el, la fuerza fue tan grande que terminó impactado contra el suelo.
"¡Tu!..." una voz sumamente profunda alertó al ente.
No solo era el y esa pequeña bola de luz... Había algo más y por lo visto era mucho más grande... Y poderoso.
"Agh..." gimió de dolor. era la primera vez... Que recordaba que algo lo lastimara... Espera ¿Lastimara? "Ay no" lentamente se reincorporaba.
Sus ojos rojos miraban que una enorme criatura estaba a un lado de la pequeña luz. A juzgar por la forma era un especie de lagarto gigante. Esté lo miraba y sin avisar comenzó a atacarlo.
Sus ataques no eran como los de Doraemon o como los de la bola de luz, esté literalmente lo golpeaba con sus enormes puños.
"Estás en una dimensión dónde tenemos las mismas condiciones que las de un ser humano... Prácticamente podemos recibir daño... Mucho daño" el gigante luego de golpearlo por varios minutos volvió a hablar.
Lo tenía en su enorme mano.
"¡Agh!..." el gigante apretaba su agarre haciendo que gimiera del dolor, estaba herido que incluso su forma oscura desaparecía, los moretones y los rasguños eran cada vez más visibles.
"Patético" dijo el gigante, tenía intenciones de hacerlo desaparecer. La luz se acercaba con rapidez, podía verse en una especie de forma regordeta y muy cabezona y con orejas.
"¡No! ¡Detente!" ella sabía que su compañero era capaz de aniquilarlo, tal vez pertenecían a la misma jerarquía ya que eran muy similares. Los ojos amarillos de el 3er ente se posaron en la bola de luz. "El amo dijo que solo..."
"¡Cállate!" el gigante le gritó. La luz se aparto de el gigante. "Sé perfectamente lo que el amo pidió... Y eso es lo que estoy haciendo" dijo un poco más calmado, el agarre de su enorme mano disminuyó un poco.
Doraemon aprovechando la oportunidad, con las pocas fuerzas que le quedaban se teletransporto al plano dónde Nobita y los demás humanos vivían. Pensaba que al estar en esa dimensión volvería a estar bien... No fue así.
Se levantó a duras penas, y con mucha dificultad se arrastraba hacia la casa de los Nobi. Ya era de noche eso facilito las cosas. No tenía las fuerzas suficientes, logro llegar a la ventana de la habitación de Nobita y dando lo último de sus habilidades creo una brisa helada.
"N-Nobita" fue lo único que dijo antes de caer en el escritorio dejando a cierto azabache sumamente preocupado.
"¡Doraemon!"
Comentario del autor: solo para aclarar que esto es un AU (Alternative Universe) universo alternativo donde en vez de robots del futuro son seres sobrenaturales los que habitan en dicho universo.
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Doraemon: Un nuevo compañero.
FanfictionNobita sin querer se topa con un extraño ser, al principio las cosas entre ellos no van para nada bien pero con el tiempo todo puede cambiar.