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El resto de la tarde paso con tranquilidad, bueno no del todo... Los 3 integrantes de la familia estaban en un silencio un poco incómodo en toda la comida. llegó la noche, ninguno tenía ánimos para cenar así que enseguida se fueron a acostar, no sin antes de decir las buenas noches.

Nobita se encontraba ya recostado en el futon con las luces apagadas, no lograba conciliar el sueño.

"Hola... Ammh... ¿Estás aquí?" murmuró el azabache, quería saber si su compañero estaba con él.

"¿Qué quieres?" ahora su compañero a modo de pregunta respondía.

Desde que Nobita sufrió ese ataque por el otro ente su compañero se a vuelto un poco distante, e incluso... ¿Cuidadoso con Nobita? cómo saberlo.

"Tú... ¿Tuviste algo que ver?" Nobita estaba casi seguro que algo hizo su compañero para que su padre estuviese aquí, vivo.

Casi al terminar escucho un especie de gruñido por parte de esa cosa.

"Enserio tengo que explicarte... Enserio tengo que decirte si yo tuve algo que ver o no" bufó. Nobita asintió.

"Ay... Pues ya que..." estaba molesto pero pese a su estado de ánimo no iba a negarse a hablar. Otra de sus malas costumbres cambiaba.

"Entonces solo tuviste un fuerte dolor de abdomen querido" Tamako se quitaba sus anteojos y los colocaba sobre un mueble que estaba cerca del gran futon.

"Ojalá" habló Nobizuke. "Era horrible ese dolor, no pude trabajar con normalidad y es por eso que tuve que regresar" al parecer eso era el motivo por el cuál el señor tuvo que regresar temprano a su hogar.

"Si que es extraño" dijo Tamako colocándose la mano en el mentor. "Quizá te causo algún daño algo que comiste con anterioridad" ella trataba de dar una posible causa al extraño malestar que vivió su esposo.

"No creo..." dijo Nobizuke.

"¿Por qué dices eso querido?" preguntó la mujer.

"Bueno... No solo fue ese malestar. Verás..." Nobizuke le contó a su mujer que no solo eso había sentido, había presentado otros malestares, un fuerte escalofrío en su espalda, dolor en los huesos, dolor de cabeza (casi como una migraña) la sensación de que estaba siendo vigilado, esa última desapareció en cuanto abandonó las instalaciones dónde trabaja.

Al mismo tiempo Nobita escuchaba con atención las palabras de su compañero.

"Entonces... Me ayudaste" murmuró el azabache luego de que su compañero terminará de hablar.

El ente solo asintió.

Acto seguido se dió cuenta de lo que acababa de hacer y decir.

"¡¿Que?! ¡Por supuesto que no!" habló un poco más alto.

"¡Sabes cuál es mi trabajo aquí!... ¡Mi trabajo es hacerte la vida imposible!... ¡Esa es mi tarea!" su tono de voz aumentaba conforme hablaba. Nobita se aparto de él al escuchar como se alteraba.

"Está bien, está bien, está bien..."dijo Nobita, la tensión en la habitación se volvía más fuerte. "Yo... Yo solo decía..."

De repente una idea surgió dentro de su cabeza. "Tienes razón... Esa es tu tarea... Había olvidado lo que eres y el porque estás aquí" su plan consistía en calmarlo y seguirle la corriente era la mejor opción.

Incluso el azabache fingía una actitud triste.

Afortunadamente su plan fue un éxito ya que el ser estaba mucho más tranquilo. Al final de cuentas se fueron a dormir... Bueno solo Nobita y su familia.

Una semana después de el accidente del metro:

Las cosas iban relativamente bien, las calificaciones de Nobita de mantenían entre 60 y 80 puntos, su profesor tenía la paciencia y también las ideas como para hacer que el azabache aprendiera correctamente. Nobita luego de otro día de escuela regresaba a casa sin embargo Gigante y Suneo estaban esperándolo afuera de su casa.

"Oye Nobita" habló Takeshi.

"¿Qué es lo que quieren?" preguntó Nobita. su tono era serio y frío, después de lo vivido (desde que fueron al bosque de los suicidios) hace dos meses y medio ellos no le habían dirigido la palabra... Bueno no estando solo ellos 3.

"Uy... Cálmate Nobita" dijo Suneo.

"Mira, en estos momentos muestro equipo de béisbol le falta un jugador y como soy muy buena persona dejaré que te unas a nosotros" está vez fue Gigante quien habló.

Nobita estaba por negarse a participar pero en esos momentos recordó que si no lo hacía una muy buena golpiza le esperaba y no solo por parte de Gigante si no que también de los otros jugadores. Antes de poder decir algo Gigante tomo su silencio como un si.

"¡Perfecto!" exclamó el más grande de los 3. "El partido es el sábado, así que tienes tiempo para practicar" pauso por unos momentos. "Si llegas a fallar en el partido... Lo lamentaras" Al decir eso último Gigante se tronaba las manos en señal de amenaza.

Nobita solo tragó saliva, al final de cuentas se llevará tremenda paliza llendo y no al partido.

Suneo y Gigante se retiraron del lugar. El azabache solo suspiro con resignación y entro a su hogar.

Su madre le dijo que está vez comería dorayakis, eso alegró un poco al niño. Se puso a ver televisión, no había algo interesante o al menos entretenido así que precionando varias veces los botones llegó a un canal donde pasaban un documental de la época samurai.

"Mmh... Bueno, vamos a verlo" se dijo para su mismo.

"Nobita hijo saldré a hacer unas compras, no te importaría si te quedas aquí a cuidar la casa" 15 minutos después de que Nobita prendiera el televisor su madre estaba por salir.

"No mamá, no tengo ningún problema" dijo sin despejar los ojos de la pantalla.

"Está bien, llegaré junto con tu padre" Nobita asintió al escuchar eso último, prácticamente tenía la casa sola en gran parte de la tarde. pasó una hora aproximadamente desde que su madre salió.

"Oye" su compañero nuevamente hacia presencia ante él. "¿Que es lo que comes?" preguntó.

"Umh... Esto..." tenía medio dorayaki en la mano. "Son dorayakis, ¿Gustas uno?" dijo con amabilidad, Nobita le tendía uno de esos dulces a la sombra que estaba a su lado.

"Sabes que no puedo comer cosas que ustedes su pueden comer..." dijo el ente. "Aún que eso no significa que no disfrute de su aroma" después de decir eso la sombra tomaba una forma un poco más sólida y lentamente se acercaba al pastelillo.

"Sabe... Digo, huele muy bien" luego de unos minutos se apartaba.

"¿Eso quiere decir que te gusto el dorayaki?" preguntó Nobita.

"Algo así" respondió.

"¡Genial!" Nobita dijo con entusiasmo.

Aún que no lo pareciera ambos estaban viendo la televisión, Nobita dentro de su mente estaba pensando en algo en particular aún que sentía que era demasiado pronto... o tal vez no.

"Debería..." susurró.

"¿Y ahora que quieres?" su compañero lo miraba con detenimiento, estaba algo irritado ya que no se le da que le oculten las cosas.

"Ugh... No nada" respondió el azabache, bajo la mirada a pesar de vivir con el en los últimos dos meses y medio aún no se acostumbra a que este lo mire fijamente por otro lado el ser decidió ignorarlo aún que sabía que tarde o temprano el niño hablaría.

Doraemon: Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora