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A pasado una semana desde ese 'incidente' y aún no hay señales de que ese ser salga del cascabel. El azabache a estado al pendiente de el objeto, pero tal parece que aún faltan días para que su amigo se recupere de todo el daño que le hicieron.

Nobita se encontraba caminando tranquilamente, su madre lo había mandado a por unos recados. Traía una bolsa con algunas cosas. Estaba por dar la vuelta en una esquina cuando de repente escucho unas voces familiares, dos para ser exactas y sabía a quien pertenecían.

Suneo y Gigante caminaban tranquilamente hasta doblar a la esquina. "Y... Y entonces si me d-devolveras mi cómic..." con una voz temblorosa Suneo le preguntaba.

"Que acaso nunca te eh devuelto lo que me has prestado" dijo Gigante un poco molesto, rápidamente Suneo dijo mil y un cosas de que no tenía porque molestarse y de que no había problema de que el moreno se quedará con dicho cómic.

Nobita se había escondido en otra esquina no muy lejos de ellos, pudo escuchar lo que decían. Hasta ahora se había acordado de ellos, en los últimos meses se a preocupado por el mismo y nada más.

"Grr..." un gruñido que sonaba justo detrás de él hizo que se le erizará la piel. Un fuerte guau fue suficiente para que el azabache con bolsa en mano saliera corriendo pero para su mala suerte el can salió detrás de él.

"¡Ayuda!" grito. "¡Doraemon ayúdame!" exclamó con la esperanza de que él viviera a ayudarlo pero eso nunca pasó, el perro seguía detrás de el azabache, esté por su parte ya se encontraba agotado.

¿Qué pasó con lo de no meterse en problemas?

La mala suerte siempre lo seguía, Nobita tropezó un una lata y el can viéndolo vulnerable salto para morderlo. Cerro los ojos, nada, no sentía nada.

"¿Estás bien Nobita?" preguntó una voz familiar.

"¿Dekisugi?..." Nobita also la mirada para toparse con el otro azabache. "¿S-Shizuka?" notó que ellos venían juntos, saber eso le provocó un hueco en el estómago, extraño ¿No?

"Que bueno que estás bien..." habló la niña de coletas. "Es una suerte que te toparas con nosotros..." dijo al final mientras le ayudaba a levantarse.

"G-gracias" Nobita no podía evitar cierto nerviosismo al tomar la mano de la niña, de igual manera ya tenía mucho tiempo de no verla.

"De nada" respondió con una sonrisa haciendo que el azabache se sonrojara un poco.

¿Acaso siempre se portaba amable con él?

"Toma Nobita..." Dekisugi le entregaba la bolsa con las cosas que afortunadamente no sufrieron daño por la caída. "Tiene mucho tiempo que no nos vemos" comentó al tiempo que el de lentes agarraba la bolsa.

"Si, eso es verdad" respondió Nobita. "Pero se entiende ¿No?... Estamos ocupados" se rasco la nuca con su mano libre. Dekisugi y Shizuka asintieron. Luego de esa pequeña interacción los 3 se despidieron.

Nobita camino hasta llegar a su casa. "Ya eh llegado" aviso, dejo las cosas en la cocina y se dispuso a subir a su habitación. Su madre al tener las cosas se dispuso ha hacer la comida.

El azabache cerró la puerta y rápidamente busco entre el armario el cascabel. Su sorpresa fue grande cuando se dió cuenta de que no estaba. Sacó las sábanas en un intento de encontrarlo pero no había nada. Rápidamente notó que no solo el cascabel había desaparecido, la basura del cesto que está en su escritorio y así como de algunas cosas viejas ya no estaban. Bajo las escaleras rápidamente.

"¡Mamá!" casi gritando se dirigió a su madre. "¿Q-qué pasó con...?" no pudo terminar ya que su madre lo interrumpió.

"Te refieres a la basura... Bueno ví que tenías muchas cosas viejas así que pensé que no las ibas a utilizar... Así que las tire al punto limpio" Nobita casi se va para atrás después de escucharla, no perdió más el tiempo y salió corriendo dejando a la mujer confundida.

"Vamos aún estoy a tiempo" se decía para darse ánimos ya que dicho punto limpio estaba muy retirado de su casa y tenía que darse prisa si no nunca encontraría el cascabel.

"Pero mira, si es el torpe de Nobita" la voz de Gigante hizo que el azabache se detuviera.

"G-Gigante..." su voz temblaba al decir su nombre. El moreno traía consigo a su perro más fiel... Suneo. Ambos sonreían con maldad.

"Tiene mucho tiempo que no nos veíamos, sabes últimamente no eh practicado mi fuerza..." dijo el más alto de los tres. "Ahora que lo recuerdo...  Esa vez en el partido de béisbol..." los ojos de Nobita se abrieron como platos. "Fuí golpeado por la pelota y si no mal recuerdo al único que no ví luego de ese golpe..." Gigante ya preparaba los puños, el azabache no perdió más el tiempo y salió corriendo.

"¡Ey! ¡Nobita si estás corriendo quiere decir que tú fuiste el del golpe aquella vez!" dijo Suneo que iba detrás de Gigante. Él también quería desquitarse ya que esa vez tuvo que correr por su vida.

Ambos corrían detrás de el de lentes, la distancia disminuía poco a poco. Nobita pensaba en como quitárselos de encima, aún tenía que ir a por el cascabel. Se salvó del perro horas antes pero tal parece que de está no.

La persecución continúo por varios minutos, el cansancio ya los agotaba a los 3. En un intento para que Suneo y Gigante se detuvieran a Nobita se le ocurrió una idea, ya habían dado vueltas por la misma cuadra una y otra vez, el azabache notó unos botes de basura; justamente cuando estaban por atraparlo este con un movimiento un poco complicado tiró los botes provocando que el moreno y el de los 3 flecos cayeran al no poder saltar a tiempo. Curiosamente la basura les cayó encima.

Nobita solo logro escuchar su nombre en un grito de enojo. "En otro momento será..." murmuró el azabache, sabía que esto solo los molestaría más y que tarde o temprano tomarían venganza.

Siguió su camino hasta llegar al lugar, buscó entre las bolsas, su madre no solo había tirado algunas cosas suyas si no también unos trastos viejos que seguramente estaban guardados.

Sacó todo de las bolsas pero no había rastro de dicho cascabel. Nobita se estaba desesperando. Deseaba que el objeto hiciera lo que normalmente hacia cuando trataba de deshacerse de el. Continuó con su búsqueda hasta que finalmente lo encontró.

"Gracias al cielo... Estás bien" murmuró mientras se acercaba el viejo cascabel a su pecho, como si se tratase de un tesoro.

"¿Qué haces Nobita?" preguntó una voz femenina, rápidamente el azabache se daba la vuelta al mismo tiempo que escondía el cascabel detrás de su espalda.

"Amh... Hola Non-Chan..." saludo con la mano al tiempo que se ponía de pie la castaña por su parte solo le dió una cálida sonrisa.

Doraemon: Un nuevo compañero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora