C U A T R O

15 2 0
                                    


Mamá nació y creció en Chile, no fue hasta que terminó la universidad que decidió gastarse sus ahorros en unas vacaciones en Inglaterra antes de entrar a la adulta vida laboral. Aquí conoció a papá y se enamoraron, pero no, ella no se quedó.

Un mes y medio de relación no le pareció suficiente para abandonar toda su vida en Chile y lo dejó como un amor de verano. Pero para mi padre no fue así. Un mes mas tarde apareció en Chile dispuesto a jugársela por ella.

Luego de cuatro años de relación, estando ya casados, decidieron volver a Londres y formar una vida aquí, esperando tener más oportunidades y una mejor calidad de vida. Tenían el apoyo de mis abuelos paternos, que tienen bastante dinero. Pronto ambos consiguieron un buen empleo y un lugar donde vivir.

Y luego aparecí yo.

Su historia suena muy bonita. Un romance que empezó como un amor de verano, pero que prosperó y se convirtió en una historia de amor con final feliz. La pareja que supera los obstáculos para lograr estar juntos.

Ojalá el final hubiera sido tan bonito como el resto de la historia.

Al final, mamá se encargó de criarme con todo el amor y el cariño del mundo. Se que he gozado de comodidades de las que no podría haber gozado creciendo en Chile y es algo que agradezco, pero hay momentos en los que me gustaría estar allí.

Este es uno de esos momentos.

Estoy en el campus universitario, acabo de salir de una clase y quedar libre por el resto del día. Estoy en una videollamada, en la que mamá también esta incluida desde el trabajo. A través de la pantalla veo a mi abuela Luisa acompañada de mi tía Esther y mis primos Sebastián y Catalina.

Están compartiendo un desayuno de cumpleaños, mi abuela cumple 80 años. Cantamos cumpleaños feliz y ella sopla la vela de una pequeña torta de milhoja. En la mesa se ve que tienen pan, palta y jamón.

- ¿Y como van a celebrar hoy?

- Nos juntaremos con la familia, tu tío Juan va a matar un cordero y los vamos a azar al palo - me contesta mi tía mientras comienza a servir agua caliente en las tazas de todos.

- La Cata va a presentar al pololo - se burla el Seba, a lo que mi mamá y mi tía comienzan a molestarla.

- ¡Si no es mi pololo! - se queja mi prima y se cruza de brazos.

- Esta muy chica esta cabra pa' pololos - dice a mi abuela antes de mirar a la pantalla y achicar los ojos - ¿Dónde está la Olivita?

- Aquí estoy lela - digo y sacudo mi mano frente a la pantalla.

- Pucha que esta grande, pero le faltan unas cazuelitas, está muy flaquita. Debería venir pa' acá en el verano, aquí si que va a comer weno.

- Iremos en las próximas vacaciones mamá - Responde mi madre.

- ¿Y quién dijo eso?

- Es la Elvira, mami, está ahí - mi tía le apunta a mi abuela la pantalla y ella nuevamente achica los ojos.

- No entiendo estas cosas tecnológicas yo ¿Por qué aparece la Olivita y la Elvira ahí? Yo el otro día podía ver a la pura Elvira.

Mi tía comienza a explicarle a mi abuela como funcionan las redes sociales y como ahora podemos comunicarnos, igual que siempre que nos conectamos en estas videollamadas. Mamá intenta llamar la atención de ellas, mientras mis primos se dedican a comer viendo a mi tía y mi abuela discutir.

Sabor a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora