D I E C I O C H O

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Durante los últimos días mi cabeza no ha parado de dar vueltas y todos mis pensamientos giran en torno a Steve.

Si, descubrí que estoy enamorada de él ¿y ahora qué?

¿Actúo como siempre? ¿Me comporto de forma diferente? ¿Debo hacer algo o dejo que las cosas fluyan y veo hacia dónde va todo?

Simplemente no lo sé.

- ¡Olivia! - la voz de Valerie me saca de mis pensamientos.

Levanto la mirada hacia ella, que me observa con una sonrisa divertida.

Estamos aprovechando que, milagrosamente, hoy hace un buen día y estamos instaladas en una de las mesas al aire libre del campus.

- ¿Qué ocurre?

- Llevo hablándote sin parar como hace cinco minutos y tu no has escuchado nada de lo que dije.

- No es cierto - me observa alzando una ceja - De acuerdo, si es cierto. Lo siento.

- ¿Qué ronda por esa cabecita distraída tuya?

- Pues...

- ¿Steve? - Me encojo de hombros y ella deja su iPad a un lado para mirarme - Cariño, debes dejar de darle tantas vueltas al asunto ¿Por qué no solo vas y hablas con él?

- ¿Y si arruino todo?

- ¿Cómo podrías arruinarlo? No se si lo has notado, pero Steve te adora.

- Como a una amiga.

- Eso no lo sabes y no lo sabrás a menos que se lo preguntes.

- ¿No hay una forma en la que pueda solo leer su mente y ya?

- Desgraciadamente no.

Suelto un suspiro dramático y dejo caer mi frente en la mesa.

- Quizá podrías solo coquetearle, ya sabes, sutilmente - dice, a lo que yo levanto la cabeza lentamente.

- No se coquetear - hago un puchero, a lo que Valerie suelta una pequeña carcajada.

- Vamos, son solo pequeños detalles. Tocar su pierna accidentalmente, soltar comentarios con doble sentido, tomar su mano con escusas tontas ¿Qué tan difícil puede ser?

- No lo sé, tu dime, ya conseguiste al novio de tus sueños.

- Y eso fue lo que hice y funcionó ¿ves?

Suelto un suspiro, sin estar completamente segura.

Una parte de mi me dice que vaya, me plante frente a Steve y le suelte todo lo que siento, pero la otra parte se caga de miedo ante el pensamiento.

Pero Valerie tiene razón, puedo coquetear con él ¿verdad? Lo hice una ves y los resultados fueron bastante placenteros para ambos.

- ¿Sabes qué? Tienes razón.

- ¿La tengo?

- Si. Me costó mucho asumir que me gusta...

- Que estás enamorada - me corrige, pero hace una señal de disculpa al darse cuenta de que me interrumpió - Lo siento, continúa.

- Me costó mucho asumir en voz alta que estoy enamorada de él y ahora que estoy segura, no puedo quedarme de brazos cruzados. Iré por él e iré con todo, si no está enamorado de mí, haré que lo esté, porque donde pongo el ojo pongo la bala.

- Lo siento, no entendí lo último.

- Que Steve va a quedar loquito por mis huesos.

Sabor a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora