Durante los últimos días mi cabeza no ha parado de dar vueltas y todos mis pensamientos giran en torno a Steve.
Si, descubrí que estoy enamorada de él ¿y ahora qué?
¿Actúo como siempre? ¿Me comporto de forma diferente? ¿Debo hacer algo o dejo que las cosas fluyan y veo hacia dónde va todo?
Simplemente no lo sé.
- ¡Olivia! - la voz de Valerie me saca de mis pensamientos.
Levanto la mirada hacia ella, que me observa con una sonrisa divertida.
Estamos aprovechando que, milagrosamente, hoy hace un buen día y estamos instaladas en una de las mesas al aire libre del campus.
- ¿Qué ocurre?
- Llevo hablándote sin parar como hace cinco minutos y tu no has escuchado nada de lo que dije.
- No es cierto - me observa alzando una ceja - De acuerdo, si es cierto. Lo siento.
- ¿Qué ronda por esa cabecita distraída tuya?
- Pues...
- ¿Steve? - Me encojo de hombros y ella deja su iPad a un lado para mirarme - Cariño, debes dejar de darle tantas vueltas al asunto ¿Por qué no solo vas y hablas con él?
- ¿Y si arruino todo?
- ¿Cómo podrías arruinarlo? No se si lo has notado, pero Steve te adora.
- Como a una amiga.
- Eso no lo sabes y no lo sabrás a menos que se lo preguntes.
- ¿No hay una forma en la que pueda solo leer su mente y ya?
- Desgraciadamente no.
Suelto un suspiro dramático y dejo caer mi frente en la mesa.
- Quizá podrías solo coquetearle, ya sabes, sutilmente - dice, a lo que yo levanto la cabeza lentamente.
- No se coquetear - hago un puchero, a lo que Valerie suelta una pequeña carcajada.
- Vamos, son solo pequeños detalles. Tocar su pierna accidentalmente, soltar comentarios con doble sentido, tomar su mano con escusas tontas ¿Qué tan difícil puede ser?
- No lo sé, tu dime, ya conseguiste al novio de tus sueños.
- Y eso fue lo que hice y funcionó ¿ves?
Suelto un suspiro, sin estar completamente segura.
Una parte de mi me dice que vaya, me plante frente a Steve y le suelte todo lo que siento, pero la otra parte se caga de miedo ante el pensamiento.
Pero Valerie tiene razón, puedo coquetear con él ¿verdad? Lo hice una ves y los resultados fueron bastante placenteros para ambos.
- ¿Sabes qué? Tienes razón.
- ¿La tengo?
- Si. Me costó mucho asumir que me gusta...
- Que estás enamorada - me corrige, pero hace una señal de disculpa al darse cuenta de que me interrumpió - Lo siento, continúa.
- Me costó mucho asumir en voz alta que estoy enamorada de él y ahora que estoy segura, no puedo quedarme de brazos cruzados. Iré por él e iré con todo, si no está enamorado de mí, haré que lo esté, porque donde pongo el ojo pongo la bala.
- Lo siento, no entendí lo último.
- Que Steve va a quedar loquito por mis huesos.
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Sabor a ti
Teen FictionOlivia Matthews y Steve Price nunca habían coincidido, a excepción de aquella única noche que pasaron juntos. No se suponía que volvieran a verse, fue cosa de una noche y ya está. O al menos eso creyeron ellos. - Déjame tocarte donde está tu corazón...