- Provócame, mujer, provócame. Provócame, a ver, atrévete. Provócame, a mí, acércate. Provócame, aquí, de piel a piel. Provócame, libérate de una vez, ten valor enfréntate. Provócame... Y conquístame, amor.
Canto mientras bailo de aquí para allá alrededor de la cocina. La voz de Chayanne suena por toda la casa, aprovechando que mamá no se encuentra. Aunque en caso se encontrarse, dudo que le moleste, fue ella quien me contagió el amor por Chayanne.
Me pasé la mañana del sábado preparando galletas con chispas de chocolate ¿por qué? Porque me dio la gana. Cocinar es algo que siempre me pone de buen humor y pensé que sería la mejor forma de empezar mi fin de semana.
Así que puse mi lista de reproducción que se llama Música de Señora para Cocinar y me puse manos a la obra. Y si, también tengo una lista llamada Música de Señora Despechada y otra que se llama Música de Señora para hacer aseo. Y si, todas son canciones de artistas que van desde Chayanne a Ana Gabriel. No todo en mi vida es One Direction.
Mamá salió temprano y sospecho que está conociendo a alguien, porque últimamente la he notado más risueña, se arregla más para salir al trabajo y cambió de perfume. No digo que todos los cambios que hace una mujer en su persona tengan que ver con un hombre, pero tiene un brillo en los ojos que pensé que no volvería a ver.
Mamá la pasó horrible con toda la situación de mi padre y no me refiero solo a su trágica muerte, sino a las cosas que le acontecieron luego. Pero mamá nunca se rindió y nada me haría más feliz que volver a verla enamorada de alguien que merezca a una persona tan maravillosa como ella.
La canción cambia y yo me detengo abruptamente al reconocer la melodía.
- ¡Hace dos años y un día que vivo sin él! - Comienzo a cantar a todo pulmón. Estoy haciendo mi propio concierto privado de música latina - ¡Por eso vete, olvida mi nombre mi cara mi casa...! - la canción se detiene abruptamente y mi super interpretación es interrumpida.
Me quedo confundida por un momento antes de notar que se trata de una llamada entrante. Frunzo el ceño antes de limpiar mis manos e ir por mi teléfono, dispuesta a insultar a la compañía telefónica por interrumpir tan magnifica canción, pero suspiro cuando veo que se trata de Steve.
- ¿Qué pasa? - pregunto en cuanto contesto la llamada.
- Hola Steve, ¿Cómo estás? Yo estoy muy bien ¿y tú? - dice con sarcasmo, seguramente ante mi tono cortante.
- Acabas de interrumpir una de las interpretaciones musicales más majestuosas de la música latina, así que espero que haya una muy buena razón.
- Déjame adivinar ¿estabas cocinando con una de tus listas de reproducción extrañas?
- No son extrañas, es cultura. Estas canciones son clásicos del karaoke en toda Latinoamérica.
- ¿Mejores que las de Maroon 5?
- En primer lugar, Maroon 5 esta cancelado en Chile, totalmente funados, así que no me los menciones. Y, en segundo lugar, son mil veces mejor que las de Maroon 5.
- Ahora quiero saber por que un país cancelaría a Maroon 5 y tengo curiosidad de esas canciones que, según tú, son mejores que las de ellos para el karaoke.
- Tu dime cuando y yo te enseño.
- Ahora, estoy a diez minutos de tu casa - frunzo el ceño - Pasaré por ti y nos iremos a la mía, papá dejó comida china.
- Amo la comida china.
- Lo sé.
- ¿Estarás lista en diez minutos?
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Sabor a ti
Teen FictionOlivia Matthews y Steve Price nunca habían coincidido, a excepción de aquella única noche que pasaron juntos. No se suponía que volvieran a verse, fue cosa de una noche y ya está. O al menos eso creyeron ellos. - Déjame tocarte donde está tu corazón...