Las próximas semanas pasaron más rápido de lo que pensé y antes de que me diera cuenta, ya estábamos a mediados de octubre. El frío se sentía cada vez más y el paisaje en el campus era principalmente anaranjado debido a las hojas de los arboles que ya habían comenzado a caer.
Ya no pasábamos tanto tiempo en los exteriores del campus, sino que buscábamos resguardarnos del frío.
Durante estos días también comencé a pasar bastante tiempo con Steve. Casi siempre salimos con Eric y Valerie, pero en muchas ocasiones también les damos su espacio como pareja, por lo que terminamos siendo nosotros dos.
He descubierto que es un amante de los libros, siempre trae uno en la mochila y tiene un enorme librero en su cuarto que no me deja tocar. También descubrí que él vive solo con su padre, mientras que su hermana menor vive en Italia con su madre. Es muy bueno en muchas cosas, pero es un asco en la cocina.
- Steve, solo tenías que hacer una cosa ¡Solo una!
Observo la olla sin poder creerme lo que estoy viendo.
- ¡Fue un accidente!
- ¡Quemaste la olla!
- Le puede pasar a cualquiera.
- Steve, solo tenías que calentar agua ¿Cómo es posible que hayas quemado la olla?
En varias ocasiones también él pasa el tiempo en mi casa o yo en la suya. Nos pasamos las tardes viendo películas o escuchando música. Él me muestra la música que le gusta y yo lo obligo a escuchar a One Direction. En otras ocasiones lo escucho hablarme sobre los libros que lee y yo le hablo sobre las cosas que he hecho en Chile cuando voy de visita.
Y ahora nos encontramos jugando videojuegos en su habitación.
- ¡Eso no es justo! - grito y comienzo a apretar los botones del control como loca.
- No es mi culpa que te lleguen a ti - se defiende.
Llevamos al menos dos horas jugando Mario Kart y durante todo este tiempo yo apenas logré ganar una vez.
A los pocos minutos veo como el personaje de Steve llega a la meta, mientras yo aun estoy a la mitad de la ultima vuelta. Pronto el juego se acaba y ahí esta mi personaje nuevamente, derrotado.
Dejo el control a un lado y me cruzo de brazos con el ceño fruncido, mientras Steve solo se burla de mí.
- ¿Quién ganó? Yo gané ¿Quién perdió? Tu perdiste - canta haciendo un pequeño bailecito, a lo que le doy una palmada en el brazo - No seas agresiva.
- No seas presumido.
- No es mi culpa que seas tan mala, solo tienes que apretar bien los botones.
- ¡Los aprieto bien!
- Apretarlos todos al mismo tiempo no es apretarlos bien.
- Ándate a la Conchetumadre.
- ¡Quedamos en que no me dirías más insultos de esos insultos!
- ¡No fue un insulto! - me defiendo, aunque claro que es una mentira.
- ¡Te conozco Olivia Alejandra!
- No puedo creer que mi madre te haya dicho mi segundo nombre - me vuelvo a cruzar de brazos y dejo mi vista puesta en la pantalla.
- Oh vamos ¿te enojaste?
- No.
- Si te enojaste.
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Sabor a ti
Teen FictionOlivia Matthews y Steve Price nunca habían coincidido, a excepción de aquella única noche que pasaron juntos. No se suponía que volvieran a verse, fue cosa de una noche y ya está. O al menos eso creyeron ellos. - Déjame tocarte donde está tu corazón...