Capítulo 26

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Perder a alguien que amas es como perder una parte de ti mismo que nunca recuperarás. Nayeli Cruz.

Sara Smith

Dejar ir es lo más difícil del mundo, porque nunca logras superarlo. Porque el dolor se calma, pero nunca se olvida. Es como si una parte de tu corazón se fuera con ellos, y de mi abuelita se llevó una parte...

Me dejó, se fue.

No la veré más...

Se va de mi lado, y no quiero dejarla ir...

Me encuentro en la clínica, tuvieron que traerme porque no quería comer ni beber agua, y tuvieron que ponerme suero para no deshidratarme.

Liam, por una parte, es quien más ha estado conmigo. Yo no le he dicho ni una sola palabra. Mientras tanto, él ha estado muy atento de mí y de mi salud, como también se ha encargado de todo lo de mi abuela. Porque me duele tanto el pecho.

Porque siento un gran vacío en mi corazón...

Los gemelos colocan algo de música en un teléfono y los miro. Lo peor es que es una de las canciones que más bailaba para ella.

—Uhg. Quita eso.

—No, a la abuela no le gustaría verte mal. "Demons" era prácticamente su canción favorita, Sara. —dijo Santi en un tono fuerte pero triste.

—¡Que la quites! —grité— y que se larguen. Déjenme sola. —grité desesperada.

—Es mejor que la dejen sola. La van a alterar de nuevo —les dijo Liam un poco suave.

—Está bien, iremos a ver a mi madre. Sara, tienes que ser fuerte por ella.

No dijeron más y salieron de la habitación. Un silencio incómodo quedó en la habitación, ninguno de los dos habla, como si nos hubieran comido la lengua los ratones.

Se sentó en donde estaban los chicos y no dijo nada, bien. ¡Genial! Quiere que hable primero.

—Por dónde empiezo—, murmuré para mí— te perdono, bueno en sí no debería perdonarte nada, es tu vida y no puedes cambiar donde naciste. Pero no puedo cambiar de la noche a la mañana y aceptar que eres de la mafia. Una a la que le estoy pisando los talones. Hace unos días tenía una foto de alguien que se parece a ti. Pero su cara era irreconocible, iba a enviarla para que la aclararan. Ahora qué digo. Pues eres tú, y qué hago—grité mientras las lágrimas caían en mi mejilla.

—No puedo obligarte a dejar tu trabajo y lo que amas, Sara—murmuró soltando un suspiro—, una cosa que sí he entendido de la terapia estos días es que no puedo retener a alguien que no entiende mi vida, que no puedo retenerte porque sería muy egoísta de mi parte. Eres alguien que se metió en mi corazón en un abrir y cerrar de ojos, has cambiado mi vida para bien, porque por ti estoy siendo una mejor persona.

—¿Estás siendo mejor para mí?

—Sí. Dicen que si amas a una persona cambias por ella y yo lo estoy haciendo. No quiere decir que deje la mafia y deje de matar, pero estoy sanando mentalmente que es lo más malo en mí.

No digo nada, solo lo observo y él suspira.

¿Lo amo? Sí. ¿Le diré? No.

—Mira, Sara, me crié con una manera de ver el mundo diferente, de sentir diferente, de amar diferente. Perdí mucho en el camino, pero no me arrepiento de nada, porque he conocido personas que se han vuelto importantes en mi vida. Tengo a mi segundo papá por eso, una hermana y un hermano más. He sufrido, pero también he disfrutado y no me quejo. Me quejo de lo injusta que ha sido. De lo duro que ha sido conmigo, de todo lo que he vivido. Pero si me preguntaran elegir mi vida, volvería a elegir esta, porque amo todo lo que he vivido.

Lazos Tentadores (+18) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora