Lazos Tentadores (+18) #2

Capítulo 32

"Todas nuestras tragedias nos han hecho más fuertes. Son la razón por la que seguimos vivos. Son la razón por la que seguimos luchando."

Liam kozlov

Me quedo en silencio. Perplejo de la voz que acabo de escuchar. La cagué, Dios mío. ¡Joder! Le marqué a mi jodida madre. ¿Cómo mierdas se supone que la veré a los putos ojos luego de esto? Soy un hijo de puta, pendejo, Dios. Miro el teléfono enfocando el nombre. Mierda, marqué el número de "ama❣️" en vez de el de "amargada🩰", puta madre.

—Yo...—balbuceé con vergüenza.

—Liam...—gruñó mi madre, con un tono de desesperación en su voz.

—Me equivoqué de número. —me excusé.

—Por andar de borracho—, siseó con un tono de risa en su voz—, vete a dormir antes de que me dé un ataque. No quiero saber nada de tu puta vida sexual.

—Miranda—Gruñó una voz al otro lado... esa voz la conozco. Esa maldita voz la conozco, sé de quién es ese gruñido.

—¡Mamá! ¿¡Estás con Marcus!?

—No escucho, está mala la conexión. Adiós.

Y corto, corto la puta llamada. Mi madre cortó la llamada. Literalmente me cortó. Yo no quería saber ni imaginar qué hace mi jodida madre con Marcus. Me pongo las manos en la cara y suspiro.

He metido la puta pata, nunca la había cagado tan a lo grande.

Bajo los pies de la cama y todavía siento las malditas punzadas en mi polla, todavía esta dura esta traidora que me hizo pasar vergüenza con mi madre. Es una traidora. Me la acomodo en una posición que no duela y vuelvo a tomar mi teléfono. Pero esta vez marco bien el número. "Amargada🩰".

El timbre suena como cinco veces antes de ser contestado.

—¿Sucede algo? —pregunta la voz adormilada de Sara, mientras escucho cómo bosteza.

—La cagué súper feo. —le solté de una sola.

—¿Qué hiciste ahora, cariño?

Frunzo el ceño.

—¿Cómo que "qué hice ahora"? ¿O sea que dices que soy un desastre? Qué mala eres.

Me intento hacer el ofendido, pero no me sirve, escucho cómo se ríe, una pequeña sonrisa sale de mí. Ella está volviendo a sonreír.

—¡No te rías!

—Es que, de ti, espero todo, Liam. Estás un poco chiflado.

—En pocas palabras me estás diciendo loco.

—Sí, pero no.

—Ya no te cuento mi desgracia—comenté con tono ofendido—, no te dije qué había hecho y ya te estabas riendo, sufro de maltrato aquí. Puras red flags, tengo que salir de aquí.

—Deja el drama, ya no me río.

—¿Lo juras?

—Ummm, dudo un poco, pero haré el intento.

Suspiré, sé que me espera un futuro lleno de burlas por parte de ella. Y espero que no lo sepa nadie más, incluyendo a Marcos, ese hijo de puta me joderá hasta que me muera.

—Soñé que tenías mi polla en tu boca, y te llamé para, según yo, decirte que estaba dura por eso, y llamé a mi madre por equivocación y pues le dije todo eso a ella.

Su carcajada fue lo siguiente que escuché. Se río como si no hubiera un mañana.

—Dijiste que no te ibas a reír.