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Y otra vez habíamos vuelto a la misma rutina, taehyung volvió al papel de jefe Idiota y yo al del maldito sirviente.

Si sirviente, por qué me trataba como uno, el idiota es un maldito bipolar, el sábado se comportó de forma rara, pero al menos no me estaba tratando mal.

El taehyung del trabajo si, ni siquiera un "buen día", "gracias", "porfavor" sabe decir. Se cree que por ser mi jefe va a tratarme como se le dé la gana, en cualquier momento prometo que lo mandaré al carajo.

Para empeorar todo era día miércoles anoche dormí demasiado mal por culpa de Rocco ya que este estuvo toda la madrugada ladrando, si lo hacía a propósito. No lo culpo, sé que quiere llamar la atención para que taehyung vaya al departamento, pero ni loco le llamo a taehyung para que vaya nuevamente al departamento.
Mientras iba en el autobús cerré por 2 minutitos los ojos, bueno eso pensé porque cuando abrí los ojos me había pasado dos cuadras.

Dos malditas cuadras, al colmo estaba lloviznando rogemos que no se largué a llover agresivamente, por qué a parte de llegar tarde llegaré empapado.
Baje rápidamente del autobús y empecé a correr lo más rápido posible para llegar a la maldita empresa, solo me faltaba un poquitito para llegar y la maldita lluvia se largo con todo.
Si este día Dios estaba en mi contra, no me moje demasiado, lo que si mi cabello estaba casi empapado. Entre al edificio y suspiré en alivió, entre al ascensor e mientras esté subía empecé acomodar mi traje.
Las puestas se abrieron y Chul estaba en la recepción con una cara que lo decía todo, al verme se acercó rápidamente.

— ¿Dónde estabas? — Dijo en un tono alarmante. — El director mayor te está esperando en la sala de reuniones, ve rápido o se pondrá más molesto de lo que ya está.

Tan rápido como me dijo eso empecé a correr hasta la sala de reuniones, cuando estaba por abrir la puerta de la sala está se abrió por alguien más, era uno de los planistas del grupo E8, luego los demas miembros salieron de la sala, eso confirma que la reunión ya había terminado, di un largo suspiro y entre a la sala.
Solo estaba taehyung, él estaba molesto, demasiado molesto, lo sabía por la expresión en su cara.

— Lo siento mucho señor, tuve un inconveniente y-

— Trae mi café. — Me interrumpió y camino fuera de la sala. — Te espero en la oficina, y si te llegas a demorar más de 10 minutos tendremos problemas.

Imbécil.

Eso era, un imbécil.

Salí de la sala y corrí hasta el ascensor nuevamente, apreté el botón y este empezó a bajar.
Tan rápido como se abrieron las puertas salí corriendo hasta la cafetería.

Al llegar pedí el maldito café, por suerte me lo dieron al instante. Me di vuelta y corrí nuevamente hasta el ascensor, cuando estaban por cerrarse las puertas alguien pone su mano logrando así que estás se vuelvan a abrir.

— Oh, hola Jungkook. — Hablo la chica de pelo castaño claro, era Emily.

— Hola, ¿Cómo estás? — Dije con una sonrisa malditamente forzada.

Ella apretó el botón y acomodo su cabello mirándome con una sonrisa más fingida que la mía.

— Yo muy bien, por si no sabes la reunión fue un éxito, claro como no fuiste quería decírtelo. — Vale eso fue muy innecesario.

— Gracias, pero debiste ahorrarte la noticia, taehyung ya me lo había comentado, de todos modos gracias por decírmelo. — Le di una última sonrisa ya que las puertas se abrieron en su piso.

Ella salió del ascensor y antes de que las puertas se cerraran me regaló una mala mirada.

Vale, no sé qué pasa con esa chica, pero ya me cae demasiado mal.

Un atardecer |Taekook| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora