Amigos...

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¿que? ¿como se enteró? no importa... el caso es que se entero y se nota que esta molesto. Adriana, actúa como la que no sabe nada...

~que cosa?

-y es que no te acuerdas... la tomazón de anoche.

~aja... y?

- que te volviste mierda y no estaba yo para cuidarte.- okey... no va a controlarme, me niego.

~ummm... muñeco, vamos a dejar clara una cosa si? yo decido si volverme mierda o no,no es la primera vez que lo hago. Tengo 15 años cuidándome yo solita y aún no he muerto.

-disculpa mi bella borracha experimentada, no era mi intención ofender su resistencia alcohólica.

~disculpado. Algo más?

-si, voy para tu casa.- quien invito a este y ¿que mosca le pico? como se que va a venir aunque le diga que no, no insisto. Mi cara debe verse de una forma peculiar, ya que Jennifer me pregunta.

-¿que te pasa?

-Alejandro viene para acá

-¿que?- salta Sheyla.

-porque todas las putas son sordas... Alejandro, casa, viene - repito.

-¿es es el muchacho que me comentaste?- pregunta mi madre ¡ups! se me olvido que estaba aquí, no importa.

-sip

-voy a preparar fajitas ¿quieren?- una de mis comidas favoritas, gritamos un rapido un rápido "si" y subo a mi cuarto para arreglarme un poco, dejando a las muchachas abajo en su mudo y chismeando sobre Alejandro.

Me pongo algo con lo que me veo un poco menos desastrosa, después de un rato, escucho el timbre y bajo corriendo a abrir. Me encuentro con un Alejandro despeinado, con una camiseta blanca con negra, pantalones negros y unas Jordan espectaculares (y caras).Esta sencillamente perfecto -como siempre-.

-hola- dice mirando la casa.

-¡holasa!- respondo animosa.

-te vez muy bien a comparación de ayer. Y no me vas a dar una mejor bienvenida-¿cuando carajo me vio ayer? ahora estoy más preocupada que antes, ya esa raro que lo supiera, pero, es aun mas raro que sepa como estaba ayer fisicamente. Mi frustración crece.

-¿como sabes como estaba ayer?- digo ignorando lo del saludo.

-simplemente lo sé. - picándome el ojo, y haciendo una mueca se sobrado, que ya es común en el, solo que esta vez la exagera y hace como si se sacudiera el polvo de su hombro izquierdo.

-ya deja el dramatismo- me da un pico de lo mas tierno, luego mi cerebro reacciona y me dice que deje de pensar estupideces. Se acerca mi madre ou... tengo que presentárselo.

- madre, mi...amigo Alejandro; Alejandro mi madre.

-un placer- dice Alejandro, dándole un estrechón de manos que mi madre convirtió en un abrazo.

-estoy preparando fajitas ¿quieres comer?

-el ya se iba...

-por su puesto, gracias- me interrumpe el p... bello.

pongo la mesa y ayudo a mi madre, mientras el invitado "especial" habla entretenido con mis amigas, esto es peligroso. trabajo lo más rápido posible para que vengan a comer y se callen de una vez. después de unos minutos de estrés pensando en lo que deben estar hablando, termino.

-¡niños vengan a comer!- dice mi madre con cariño como si fuésemos niños de preescolar.

todos se acercan, se parecen a los perros de la calle cuando les lanzas comida. todos se sientan en la mesa y yo me siento también, mi mamá nos atiende... hoy esta mas atenta que de costumbre... creo saber porqué.

-¿y ustedes que son?- dice mientras se sienta en la mesa, una vez nos sirvio el jugo de naranja.

- amigos- respondo, antes de que lo haga Alejandro, siempre tan salido como el solo.

-¿si?- pregunta - ¿los amigos hacen esto?- y me besa antes que pueda echarme para atrás. Me separo lo mas rápido que puedo, pero el daño ya esta hecho ¡¿que le pasa?! ¡¿esta loco?!

-depende de los amigos que tengas...- dice Kathy intentando de quitarle importancia al asunto, fracasando estrepitosamente.

menos mal que mi madre no es estricta ni nada por el estilo, sino, ya le habría dado un infarto desde hace tiempo, pero Alejandro se pasa con las demostraciones amorosas delante de la gente. después de eso comemos en silencio, concentrados en las fajitas que están súper buenas.

Mi desastre de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora