Estas roja

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-Yo... Yo no...- ¡oh Cristo! ya casi llega ¡yo no lo quiero cerca! Me tiende la mano, yo después de verla de una manera que ni yo entiendo (creo que es algo como entre atónita y temerosa) sé la estrecho. Ummm, esto no es tan malo

-Pero con un besito vale- lo empeora Isabella con su voz empalagosa. Quiero golpearla, pero estoy paralizada y mis labios no articulan, ni siquiera un insulto. Me cae mal. El se acerca a mi cachete y lo besa. Intento disimular, pero la muy zorra sale otra vez.

-Estas roja.

-No puedo estar roja, soy negra.

-Yo también pensaba eso pero no, si te pones roja y mientras más te lo dicen mas roja te pones -SU.MADRE. EN. TANGA.

-Alejandro ven a pagar -Sophia grita desde la caja, cuando Alejandro vino, ella se fué. Me salvó... Empieza a caerme bien. Y la fastidiosa y salía de Isabella se va con el. Respiro profundamente  *Adriana, solo te han hecho pasar la peor pena de tu vida... Nada nuevo*.

La, lala, lala. Llegan Jennifer y Kathy con nuestras hamburgues. Se ven tan ricas... La cebolla caramelizada, con ese pan doradito y la carne uff... -Ya Adriana deja de pensar como gorda

-Comida, comida, comida -digo mentalmente en forma de cántico de adoración-. Rica, sabrosa y deliciosa comida. Bendito sea el creador de las hamburguesas -y después te quejas de estar gorda...

Mi desastre de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora