Sueños tendidos

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Me detuve un instante a contemplarla, sentada en la orilla con los sueños tendidos al viento.

Sí, tendidos como quien tiende la colada al sol.

Sus sueños se habían empadado. Quizás por un consejo no solicitado de algún "bienintencionado" metomentodo. Tal vez un mal día, de esos en que se te cruza el mundo. Quién sabe, a lo mejor le había saboteado su propia ansiedad. (Como tan a menudo nos boicoteamos a nosotros mismos).

Y con sus sueños calados de dudas se había sentado a meditar junto al mar. Los había extendido bajo el sol y ondeaban al viento tan llenos de color que me robaron el aliento.

Se insuflaban de esperanza con cada inspiración.

Como un arco iris de posibilidades aguardando a que escampe la lluvia para brillar.

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