Sirius, la Omega

Dragón negro de ojos plata

Dragones.

A eso se había enfrentado Potter.

Putos dragones.

Pero lo consiguió, con la idea de Alastor y el entrenamiento de Granger.

-¿Chillaba?

El chico asintió con la cabeza metida entre sus apuntes de Transformaciones- Como Sirius cuando descubre que no queda chocolate.

-Os estoy oyendo a los dos...

Los dos se rieron- ¿Has probado a dejar a Sirius delante del huevo? Lo mismo son de la misma especie.

Potter y él habían encontrado varios puntos de entendimiento: Hablar de Lily, hablar de las diferencias entre muggles y magos y...

Tocarle las narices a Sirius.

-Os sigo oyendo.

-No se yo... Normalmente Sirius entre grito y grito, ladra, el huevo no lo hace.

Él esquivó una almohada voladora pero el chico no lo hizo y eso le hizo reír ligeramente. Tras un rato, el chico continuó su estudio.

-Severus...

-Mhhh...

-No entiendo nada de lo que dijiste ayer en clase.

Iba a hacer una réplica mordaz pero la cara asesina de su mujer le hizo levantarse y simplemente explicarlo de nuevo. Era eso o tenerla replicando como una maldita gallina detrás de él.

-¿Por qué no me quitas los deberes?

-Porque eres un estudiante y tu trabajo es estudiar.

-Pero la mayoría de los profesores...

-Yo no soy la mayoría de los profesores, Harry. Mis clases son iguales para todos y no voy a hacer una excepción contigo solo porque te has enfrentado a un dragón- Vio que el chico iba a replicar- Te enfrentaste a un Basilisco hace dos años y no te quité los deberes, un dragón es menos peligroso, así que si sigues replicando te pondré el doble de deberes, por impertinente.

El chico fue a replicar de nuevo pero se lo calló- A veces cuando hablo contigo, tengo ganas de tirarme por una escalera.

-Podrías hacerlo, pero las pociones de la Enfermería las preparo yo, y se me puede ir la mano con el tomillo de las pociones de recuperación- Cruzó los brazos- ¿Y que pasaría entonces?

-No me despertaría ni un dragón en la habitación- Asintió ligeramente complacido- ¿Ves como si que te escucho?

-Solo faltaba, Harry. Ahora, si has acabado, he sacado varios libros de la Sección Prohibida que te convendría leer parte el Torneo.

Sirius hizo un gesto desde el otro lado de la habitación- Pero como se que no te los vas a leer, se los he dado a Hermione- Miró mal a su esposa y ella le devolvió una mirada burlona- Hablando de mujeres, ¿como llevas lo de la pareja parte el baile? ¿o me he adelantado mucho y hay algún apuesto alfa en busca de tus ojos verdes? ¿o quizás un bonito o bonita dulce omega de curvas generosas?

-¡Sirius! No hay nadie para el baile- Dijo el chico sonrojado- No voy a ir con nadie al baile.

-Jejeje, mira mini Potter, te amo con todo mi corazón, pero tienes el cerebro de un guisante.

-Sirius, eso es ofensivo- Ambos le miraron- Para los guisantes, por supuesto.

-El caso es que los Campeones abren el baile, y tú, amigo mío, eres campeón- El chico casi entró en pánico- Así que sal a buscar a alguien para menear el trasero en el baile.