Quiero negarlo, pero sigo estando para ti

34 28 2
                                    

(Esto era antes. No me busques, ya me fui)

Te veo en trazos,
escritos antiguos.
En la acción de sacarle punta a mi lápiz
y dejar una mancha en la libreta.
Si hubiéramos seguido,
¿sería otro final?

Creí verte
llamando mi nombre
con los brazos abiertos
y una mirada sonriente.
Creí que aceptabas 
y perdonabas nuestras culpas 
mientras alababas mi apariencia
y prometías no volver a lastimarme.

Creí verte,
pero estaba soñando. 

¿Forzarme a estar contigo 
nos habría hecho más incómodos 
al día de hoy?

Te veo salir
por entre los mismos pasillos
a los que voy a entrar.
A veces te imagino,
solo, llorando, necesitando un abrazo
y yo no puedo estar ahí.

Porque nunca me has llamado.

Te haría sentir peor,
me humillaría a mí.
"Toma mi mano,
vamos por un nuevo mañana"
se queda atorado en mi garganta
mientras pasas a  mi lado
viendo al piso
como si éste tuviera un mapa 
para que no te perdieras conmigo.

Pero, querido ex-amigo,
somos estrellas perdidas
brillando en su propia oscuridad.

Tal vez me preocupo demás
y solo quiero imaginar
que resientes todo como yo.

Te he dejado
porque me cansé,
me cansé de solo preocuparme por ti.
Y es patético que después
de todo éste tiempo
te sigo extendiendo mi mano,
solo que no lo puedes ver.

Era tu momento
para que me levantaras del suelo.
Pero preferiste engrandecer tus probleas
antes que consolar los míos.

Es curioso que extraño tus recuerdos,
los de la primera impresión.
Los de antes de que todo,
absolutamente todo se fuera al carajo.

De cuando escribíamos juntos
cartas a nuestros "yo" del futuro.
Las hice para que me extrañaras,
para esos momentos
en que de adulto quieras recordar
y supieras que nunca estuviste solo.
Pero se adelantó el final,
ya que me cansé
de que que jamás dieras un paso
para iniciar.

Y lo peor, que aún sigo esperando.

A veces te imagino,
extranándonos.
Después, odiándome.
Porque eso me pasa a mi,
suelo tomarte de reflejo
cuando solo eres una mancha
en la libreta
que no puedo borrar.

Un sueño que se vuelve pesadilla al final.

Una amistad rota.

Una estrella perdida.

Un imbécil

por el que 

no me dejo 

de preocupar.





Un girasol que no encuentra solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora