06. Crazy in Love

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El castaño colocó ambas manos sobre la mesa, mirando a su alrededor para verificar que nadie estuviera mirándolos, y es que la situación era demasiado extraña, no era normal que alguna de las amigas de Ningning se acercaran él, por muchas razones obvias, no era del agrado de Ningning y mucho menos de Nicholas, por lo tanto sus amigos preferían mantenerse al alejados de ellos.

—¿Qué es lo que necesitas hablar? —Preguntó él mientras se dedicaba a observar el patio, tratando de ver que tramaba.

—Bueno yo, la verdad es que yo quería confesarte algo...

—¿Sobre la dichosa carta que perjudicó a EuiJoo? —Interrumpió él, volteando a verla con una pequeña sonrisa divertida—. Mashiro, creo que es demasiado tarde, ya se que fuiste una de las chicas que tuvo la brillante idea.

—No es eso —Murmuró ella bajando su mirada mientras movía de manera nerviosa sus manos sobre su regazo—. Pero la verdad es que me siento avergonzada, si no fuera por eso, ellos no se burlarián de EuiJoo cada vez que se les da la gana, yo ni siquiera se porque lo hice, tal vez quería la aceptación de Ningning, suena estúpido, pero...

—Si, es estúpido —Afirmó él mientras asentía de acuerdo con las palabras de la menor.

—Lo siento... —Dijo ella levantando sus manos para tomar nuevamente una de las grandes manos del castaño, haciendo que este dirigiera su mirada hacia ellas—. La verdad es que yo quería hablar sobre otra cosa, se que va a sonar confuso e incluso puede que creas que es mentira, pero necesito que lo sepas, bueno yo, la verdad es que no se cómo ni porqué, solo se que lo que siento no es falso... me gustas Fuma.

El joven la observo en silenció por unos segundos, procesando aquellas palabras que parecían martillear su cabeza, comenzando a aturdirlo mientras se dedicaba a negar levemente, intentando safar su mano de las pequeñas manos que la sostenían, pero tratando de no ser brusco.

Eso no podía ser cierto, si eso era una broma no entendía porque el objetivo era él y no EuiJoo, podía soportar cualquier estupidez, pero no algo como eso, estaba seguro de que Mashiro se había prestado para alguna estupidez de aquél grupo.

—No.

—¿No? ¿No qué? —Preguntó la menor cambiando su nerviosa sonrisa por una expresión decaída.

—Es que eso no puede ser cierto... esto es otra estúpida broma ¿Verdad? Aunque agradezco que no fueran a molestar a EuiJoo, pero creo que ya se termino el chiste —Comentó él señalandola mientras una sonrisa algo triste se formaba en su rostro.

—No lo es, yo solo... quería confesar lo que siento por ti —Murmuró la peligris bajando su mirada mientras entrelazaba sus propias manos, presionandolas com fuerza.

—No, es que no puede ser cierto, Mashiro... mírame, soy Murata Fuma, él mejor amigo de Byun EuiJoo, osea uno de los peores chicos en quienes te podrías estar confesando, simplemente no puede ser cierto.

—¿Por qué? Eres un chico, ni siquiera se como es que paso, pero de repente no podía quitarte los ojos de encima, tú sonrisa, tu rostro, tu personalidad, todo tú me gusta ¿Qué tiene de malo que me gustes? —Quiso saber ella mirándolo fugazmente mientras intentaba contener el temblor de su labio inferior ante la tristeza que se instalaba en ella.

—Mashiro, la verdad es que no entiendo a que se debe esto, pero estoy seguro de que en realidad entiendes que nada sucedería  entre nosotros —Murmuró él tomaba la mano de la menor con delicadezapara envolverla entre sus manos.

—¿Te gusta EuiJoo? La verdad es que yo no creo lo que dicen, tú eres un increíble amigo para él y gracias a ti supongo que le es más fácil soportar cada una de las burlas que recibe, pero ustedes solo son amigos —Murmuró ella observándolo mientras este asentía levemente al escucharla—. Pero no entiendo

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora