15. Time with you

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—Music, singing, dancing are things that have been present in my life since I was little... —Dijo el de Maki mientras observaba el cuaderno que se encontraba sobre el escritorio, levantando su mirada al no escuchar al mayor repetir aquello, notándo como éste lo observaba con atención—. ¿Qué haces? Deberías repetir lo que digo

—Lo siento, me distraje —Se disculpó Harua sintiendo un repentino calor en sus mejillas, mientras desviaba su mirada hacia el cuaderno.

—Por razones como esta es que no quería ayudarte, siempre te me quedas mirando como un tonto —Reclamó él mientras se levantaba de la silla, tomando su cuaderno y lápices para meterlos en su mochila.

—Entonces si me notas —Murmuró el mayor levantándose del pequeño taburete que utilizaba para poder detener al alto chico cuando lo vio alejarse—. Espera...

—Por supuesto que si, noto cada vez que me quedas mirando como un idiota, ni siquiera eres capaz de disimular —Atacó él frunciendo su ceño mientras intentaba pasar junto a él, pero el mayor extendió ambos brazos para impedirle que pasara y la verdad es que él se negaba a ponerle una mano encima.

—Prometo no distraerme otra vez, es que... lo siento, por favor solo olvídalo.

—No te creo, se que vas a hacerlo otra vez...

—Siempre huyes y eres distante ¿Por qué aceptaste ayudarme si ibas a marcharte solo porque me distraje un momento? Eres realmente malo...

—Porque no dejabas de molestar cada vez que podías...

—Eso no es una excusa —Reclamó Harua acercándose con una sonrisa avergonzada —. Si no hubieras querido hacerlo entonces no estarías aquí, ni siquiera si te hubieran exigido hacerlo, estás aquí porque querías pasar tiempo conmigo

—¿Te gusto verdad? —Cuestionó Maki de un momento al otro, tomando por sorpresa al mayor, quién quedo en blanco por un momento mientras parpadeaba con nerviosismo, bajo la seria mirada del menor.

—¿Qué?...

—Por eso siempre estás mirándome, siempre estás con una expresión tonta, actúas de manera infantil y sonríes de esa manera —Acusó Maki frunciendo levemente su ceño mientras veía al mayor negar débilmente con sus mejillas sonrojadas.

—No, es que yo... lo siento —Murmuró con voz apagada Harua mientras inclinaba su cabeza algo avergonzado.

—Si lo que quieres es que corresponda tus sentimientos estás realmente equivocado, no me interesa tener una relación y no eres para nada el tipo de persona que puede gustarme, así que si intentas llamar mi atención acercándote a mi cada vez que se te da la gana entonces estás equivocado, Harua —Aclaró él haciendo una pequeña mueca con su boca cuando el mayor lo observo fugazmente, dejándole ver las lágrimas que se habían formado en sus ojos.

—No, yo no quería eso, solo... quería pasar tiempo contigo, no estaba en busca de nada más, yo solo... —Dijo el mayor pasando sus manos por los costados de su cadera para terminar tomando la tela de su camosa y apretarla con fuerza debido al nerviosismo—. Por favor no digas nada de esto, no sería capaz de sobrellevar las burlas como EuiJoo.

—No pensaba hacerlo —Murmuró Maki antes de finalmente pasar junto a él para poder marcharse de allí.

Harua abrió levemente sus ojos mientras parpadeaba con nerviosismo, sintiéndo las lágrimas caer por sus mejillas con tristeza, realmente no se esperaba aquello, Maki había sido más duro con sus palabras de lo que alguna vez lo había escuchado, sin embargo, no sabía si realmente debía confiar en que no diría nada de lo que había sucedido, no quería ser objetivo de burlas como otras personas dentro de la facultad de bellas artes.

—Supongo que no tomarás enserio las estupideces que dijo esa chica —Quiso creer Kei mientras miraba a su amigo.

—Si quieren al bastardo Wang YiXiang, entonces se los daré —Dijo él observando fijamente el vaso de vodka que tenía en su mesa—. No voy a permitir que empiecen a hablar de mí...

—Planeas golpear a EuiJoo solo por lo que esa tipa dijo, ni siquiera estás pensando bien las cosas ¿Qué importa lo que digan? Si tú sabes que no es cierto solo ignóralo —Pidió el mayor mirando con preocupación al mayor, viendo como este volteaba a verlo fijamente.

—Si no es EuiJoo...

—Por favor Nicho, no escuchas lo que dices, EuiJoo era tu amigo, independientemente de que le gustes, no merece que lo golpees otra vez por culpa de otras personas —Reclamó el mayor frunciendo su ceño.

—Entonces será otro, el Nicholas bastardo que conocen golpea a un gay, entonces golpeare a otro...

—Estás mal, estás muy mal —Murmuró Kei levantándose del sofá mientras tomaba su mochila para poder largarse de allí.

El azabache ni siquiera volteó a verlo, mantuvo su mirada fija en sus manos, sintiendo como sus ojos ardían, comenzando a cristalizarse poco después, dejando escapar un débil sollozo mientras aquél par de ojos celestes aparecía en su mente, juzgándolo como siempre solía hacerlo, logrando hacer que un nudo se instalara en su garganta.

Tomó el celular que tenía sobre la mesa y lo desbloqueo, buscando aquel número en su historial, haciendo una pequeña mueca al no encontrarlo, deslizó sus dedos por los números para luego marcar, pasando una mano por sus mejillas mientras se sentaba de manera correcta, esperando a que la llamada fuera atendida, paralizándose por unos segundos cuando el celular vibro, dejándole ver el marcador que comenzaba a avanzar cuando la llamada fue atendida.

—...¿Juju? —Preguntó débilmente mientras subía sus piernas al sillón, de manera que estas quedaran casi pegadas a su pecho al encontrarse en sillón individual.

—No, soy Ponyo ¿Qué quieres? —Bufó el menor sin molestar en sonar grosero, guardando silencio por unos segundos al escucharlo sollozar—. Estás... llorando

—Si —Murmuró él soltando una pequeña risa, lo conocía demasiado bien o tal vez él era demasiado obvio—. Va a sonar malditamente imbécil, pero no sé si debería volver a actuar como un bastardo en frente de todos contigo.

—Eso suena realmente imbécil...

—No sabes lo que dijeron hoy —Murmuró él cubriendo su rostro mientras se acostaba en el sofá.

—¿Qué dijeron? —Quiso saber EuiJoo soltando un suspiro, logrando ponerle los pelos de punta—. YiXiang, no tienes que hacer nada que no quieras...

—Si no lo hago van a hablar mierdas de mí... y de ti, yo no voy a permitir que me involucren contigo, todo este tiempo he intentado mantenerte al margen y de repente empiezan a hablar sobre nosotros —Comentó él cerrando sus ojos por unos segundos.

—Nosotros... —Murmuró el menor sonando algo confuso—. ¿Qué están diciendo de nosotros?

—Eso no importa, solo espero que por favor no digas nada si escuchas algo, porque no voy a detenerme —Advirtió él mientras tomaba el vaso que estaba sobre la mesa—. Si escuchas algo, si te molestan con eso, por favor no digas nada, no respondas, no quiero que digas alguna estupidez, te lo suplico...

—Nicho ¿Qué están diciendo de nosotros? —Cuestionó EuiJoo alzando levemente su voz mientras él cerraba sus ojos por unos segundos—. Nicho, respondeme

—Gracias por seguir respondiendo mis llamas después de todo lo que te he hecho —Dijo él riendo débilmente en medio de su tristeza, sabiendo que aquello en realidad no tenía nada de gracioso—. Adios, Ponyo.

—Espera, no cuelgues, Nicho...

El azabache apartó el celular de su oreja, colgando la llamada para luego beber de su vaso mientras borraba la llamada, hacía lo mismo cada vez que terminaba una llamada con él, escuchar la tímida voz de este lograba calmar su ansiedad cada vez que algo sucedia, sin embargo, seguía sin entender cómo es que EuiJoo siempre respondía incluso con todo lo que había pasado en ese tiempo, y a pesar de sentirse una mierda de persona desde entonces, seguía recurriendo a él como un niño.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora