11. Bad Moment

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El castaño paso una mano por sus mejillas mientras caminaba por el pasillo, sorbiendo su nariz mientras que a la vez llevaba su mano libre hacia la capucha de su sudadera, su cabello era un desastre, gracias al dulzor de la gaseosa que había sido derramada sobre su cabello este había comenzado a juntarse en diferentes partes mientras se secaba, sus clases habían acabado, por lo que solo podía pensar en irse a su casa, quería llegar y meterse entre sus cobijas, necesitaba huir de allí.

—¡EuiJoo!

El joven giro sobre sus pies, sintiendo de repente un asfixiante abrazo que lo tomó por sorpresa, un dulce, pero agradable aroma llego a sus fosas nasales, haciendo que este tomara los brazos de la chica mientras inclinaba su cuerpo, tomando los brazos de la chica para alejarla con cuidado, mirándola con algo de pena mientras ella levantaba su mano hasta su cabello, acomodando la capucha de su sudadera para cubrirlo un poco

—¿Estás bien? —Preguntó GaEul tomando el rostro del mayor con sus manos—. Me entere de lo que paso...

—Estoy bien, no paso nada —Intervino él desviando su mirada mientras sentía a la rubia abrazarlo con fuerza—. No te preocupes.

—Ningning es una perra insensible —Gruñó la joven mientras soltaba un suspiro, sintiendo al menor abrazarla con cuidado por unos segundos—. Y el imbécil de Nicholas es un salvaje, pensé que iba a golpearte como aquella vez, yo...

—Es difícil no prestarle atención a las cosas que dice cuando son tan duras... —Murmuró él cerrando sus ojos por unos segundos, soltando un suspiro mientras volvía a mirarla.

—Lo que dicen de tu enfermedad, no les prestes atención, solo hablan sin saber, estuve investigando, no deberían burlarse de algo así, es cruel —Murmuró GaEul sintiendo sus ojos cristalizarse mientras miraba al mayor—. Lamento que estés pasando por esto.

—GaEul, no tengo diabetes —Murmuró él tomando la mano de la menor, notando como su expresión cambiaba levemente al escucharlo—. Lo que dicen es mentira, se enteraron por una estupidez que hice, sin embargo hay cosas que lastiman más que esas burlas, no deberías sentirte mal por mí, creo que me merezco esto por ser tan idiota.

—¿Por qué no puedo preocuparme? eres mi amigo, no puedo soportar que te molesten por ser quien eres, esas perras me van a escuchar, voy a matarlas por ser una malditas idiotas sin cerebro, y a Nicholas... lo voy a matar —Reclamó la rubia sintiendo que las lágrimas comenzarían a caer en cualquier momento—. Incluso si tuvieses esa enfermedad, ellas no tendrían que porque comportarse de esa manera...

EuiJoo observo en silencio a la menor mientras ella tomaba una de sus manos entre las suyas, haciendo un pequeño puchero mientras lo miraba con sus ojos cristalizados, GaEul era una de las mejores personas que había conocido a lo largo de sus años en la universidad, ella y Fuma eran personas demasiado importantes para él y realmente no sabia que seria de él si no estuviesen ellos para acompañarlo cada vez que algo sucedía.

—Necesito salir de aquí —Murmuro él luego de varios segundos, sonriendo levemente para no preocupar tanto a la joven.

—Entiendo... entonces, ve a casa y yo iré a verte una vez que termine, iré con Fuma, tal vez así podamos hacerte sentir un poco mejor, llevare golosinas y las esconderé para que tu madre no me regañe —Comentó ella soltando una suave risa mientras abrazaba nuevamente al mayor.

—Nos vemos luego.

"—Lo hice por ti..."

Sus manos se encontraban entrelazadas a la altura de su mentón, sus brazos estaban apoyados sobre la mesa del salón, sus oscuros ojos observaban fijamente al maestro, pero lamentablemente su cabeza está en otra parte, en otro sitio, reviviendo el inquietante sentimiento que se había instalado en su pecho luego de ver aquellos celestinos ojos que lo descolocaban por completo, que lo juzgaban, retaban y observaban con tanta atención cada vez que podían y que él mismo se había encargaba de que derramaran lágrima tras lágrima cada vez que se le daba la gana.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora