18. They said

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Sus ojos se abrieron levemente, su vista era algo borrosa, se sentía levemente aturdido y el dolor en su cuerpo lo estaba matando, a pesar de todo no permitió que ningún sonido escapara de sus boca mientras incorporaba su cuerpo, observando el lugar en el que se encontraba, la luz baja no le permitía ver demasiado bien cada cosa que había en la habitación, sin embargo, era capaz de ver un escritorio frente a la cama, con un computador apagado, pero abierto, a los costados del escritorio habían gabinetes en los cuales se encontraban pequeñas macetas con plantas, algunas con largas ramas que caían por fuera de esta, mientras que había otras que era demasiado pequeñas como para distinguirlas desde allí.

Al costado de la cama, en la pared del lado derecho se encontraban algunos garabatos y dibujos que rápidamente provocaron un fugaz recuerdo, el cual no hizo más que congelarlo por unos segundos mientras parpadeaba con nerviosismo.

'—¡Vas a arruinar mi obra de arte! —Reclamó el castaño entre carcajadas al ver sus garabatos sin sentido y nada de lógica, apesar de que él también era muy bueno para dibujar—. Solo haces líneas sin sentido, Wang YiXiang...

Esta obra de arte necesita algo de estilo —Se defendió él escribiendo alrededor de los delicados trazos que el menor ya había hecho.'

Sin poder evitarlo un quejido escapo de sus labios mientras se deslizaba sobre la cama para poder levantarse, su mano no dejaba el costado de su cuerpo, un débil suspiro escapó de sus labios cuando por fin se encontró de pie, acercándose a la pared para poder apoyar su mano sobre la fría pared, observando con atención los dibujos en ella, una pequeña sonrisa triste se formo en sus labios fugazmente, pues dirigió su mirada hacia el balcón podía notar que estaba oscureciendo, y él definitivamente no podía permanecer por más tiempo allí.

La luz tenue que iluminaba la habitación le permitía ver pequeñas luces a través de las delgadas y blancas cortinas que se movían levemente por la brisa que entraba por la ventana, sus ojos no tardaron de notar una esbelta y alta silueta levantarse para luego acercarse, permitiéndole ver un par de manos que se abrieron paso por las cortinas para finalmente dejarle ver a EuiJoo de pie a unos pasos de él, observándolo de manera titubeante.

—No deberías haberte levantado —Dijo el menor mientras se acercaba a la pared, haciendo que la luz aumentara su intensidad, permitiéndole observar el lugar de mejor manera—. Deberías descansar...

—No puedo quedarme, creó que ya moleste demasiado —Comentó él algo avergonzado mientras volvía a mirar al azabache.

EuiJoo abrió su boca por unos segundos, guardando silenció cuando de repente la puerta fue abierta, acompañada de un suave golpe, los dos jovenes no tardaron en dirigir su mirada hasta la entrada, donde se encontraba su madre de pie, con una pequeña sonrisa en su rostro mientras cargaba unas blancas toallas.

—Me alegro de que ya estés despierto, pero no debiste levantarte, debes descansar —Regañó la mayor dejando las toallas sobre el escritorio de su hijo, acercándose rápidamente a él para ayudarlo a volver a la cama.

—Señora Byun, la verdad es que yo no puedo quedarme... —Murmuró él sonriendo levemente, controlando su expresión al sentir el ardor en su labio.

—Por supuesto que puedes, es viernes, puedes descansar aquí e irte mañana como solían hacerlo, no te veo hace mucho tiempo y ahora que por fin vienes, apareces así —Comentó ella señalándolo con su mano mientras hacia una pequeña mueca.

—Lo lamento, han pasado muchas cosas últimamente.

—Oh, espera cielo, iré a ver la cena para que podamos comer, no permitas que se levante —Habló la mayor mientras volteaba a ver a su hijo, señalándolo con su pulgar mientras le daba la espalda.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora