35. Birthday to you

272 56 26
                                    

El día había sido tan normal para EuiJoo que sentía que era un día más de no ser por las exageradas felicitaciones que había recibido por parte de sus padres y de sus amigos, Harua hasta le había regalado de manera improvisada una pequeña grulla hecha de papel con un corazón dibujado en el momento que se la dió, un regalo insignificante para muchos, pero que para él había sido la causa de una amplia sonrisa en su rostro, Fuma le había regalado un libro de misterio y GaEul le había obsequiado un brazalete con unas letra F.E.G tallados en el centro, haciendo un regalo de amistad como el que le había regalado a Fuma en su pasado cumpleaños.

Incluso si su día era lo más normal posible, se le había hecho difícil no toparse con Nicholas durante todo el día, y para el azabache eso había sido demasiado terror y desgano cada vez que el menor apartaba la mirada, pero él lo entendía más de lo que quería, por lo mismo solo se había dedicado a observarlo cada vez que podía y apartar la mirada cuando este volteaba a verlo. Se sentía incapaz de acercarse, consideraba demasiado descaro el ir a felicitarlo por su cumpleaños en medio de la universidad, cuando hasta hace poco era el centro donde él se encargaba de hacerlo sentir mal, el remordimiento lo carcomia de una manera terrible.

Había estado intentando tomar valor durante todo el día para hablar con él, pero saber que el menor ni siquiera querría escucharlo, no se sentía fuerte para soportar cada una de sus recriminaciones.

Nicholas había caído por EuiJoo de la manera más pura e inocente que pudo haber imaginado en toda su vida, pero se había encargado de volverse su verdugo.

EuiJoo no había dejado de ver a sus padres ir de un lado para el otro, había estado estudiando en la sala durante toda la tarde, viendo la decoración que su mamá colocaba para la noche, había invitado a sus familiares, los cuales suponía no tardarían en llegar y él ni siquiera se había movido del sofá para cambiarse, no le agradaba la idea de celebrar su cumpleaños de esa manera, y con cena, no pensaba que su mamá decoraria como si fueran a celebrar año nuevo.

—EuiJoo, por favor, los demás llegaran y sigues allí, falta para las siete —Se quejó su papá observándolo desde la entrada de la sala.

—¿Puedo no estar presente?

—Una celebración de cumpleaños sin el cumpleañero, eso sería demasiado —Comentó su papá cruzándose de brazos mientras fruncía sus labios por unos segundos—. Ve a cambiarte.

El castaño lo observó por unos segundos para luego incorporar su cuerpo del sofá y poder tomar sus cosas de la universidad, metiendo estas rápidamente en su mochila para dirigirse a su habitación con pocas ganas, un suspiro escapo de sus labios mientras dejaba su mochila junto al escritorio, dirigiéndose a su baño para poder darse una ducha, anhelando que nadie de su familia pudiera llegar a la cena para así poderse meter a su cama y dormir.

Por mucho que lo deseara, estaba lejos de poder hacerlo, pues una vez que salió del baño las voces de sus familiares desde la planta baja se hicieron escuchar, robandole un suspiro mientras se dedicaba a buscar algo cómodo para poder bajar junto a su familia y cenar con ellos de una manera tranquila.

EuiJoo se sentía atrapado en la sofocante atmósfera de la cena familiar, donde los murmullos críticos de sus tíos llenaban el aire, sentado en la mesa, el castaño soportaba las miradas de desaprobación y los comentarios condescendientes que cuestionaban su elección de carrera y su estilo de vida. Mientras sus tíos continuaban con sus insinuaciones disfrazadas de consejos no solicitados, EuiJoo se esforzaba por mantener la compostura para no terminar maldiciendo a alguno por respeto a sus padres y a la madre de Taki que se encontraban presentes, sin embargo, no sabía que tanto era capaz de contenerse.

—Entonces EuiJoo ¿tienes alguna novia?

Aquella odiosa pregunta inecesarias, no le sorprendía de parte de su tío, aquél tipo que resultaba tan egolatra, machista y mujeriego que hasta le daba algo de verguenza considerarlo su tío; su mirada no tardo en colocarse fugazmente sobre los ojos de su papá quien dio suaves palmaditas sobre su mano, mientras veía a su mamá levantarse cuando la puerta de la entrada sonó.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora