08. Between Us

358 55 3
                                    

Tiempo atrás•

Era viernes, los cuatro habían decidido quedarse en la casa del azabache aquella noche y devolverse a sus casas el sábado por la tarde, el plan era sencillo, ver películas de terror, comer un montón, jugar video juegos y un par de cosas más que tenían en mente para el día siguiente.

Ambos se encontraban jugando bádminton del pie en el patio, esperando a que el resto llegará a la casa del mayor, EuiJoo no podía dejar de quejarse mientras escuchaba a Nicholas reír cada vez que lo veía intentar atrapar la pelota antes de que esta tocara el suelo, era un caos en ese juego y el azabache no le hacia las cosas fáciles burlándose de él cada vez que podía, era una de las razones que el mayor siempre proponía jugarlo y él jamás se negaba, incluso cuando sabia que era un desastre.

—Prepararé la cena con tú padre —Informó la adulta saliendo al patio trasero, mirándolos con una amplia sonrisa al escucharlos reír.

—Esta bien mamá ¿Qué cenaremos hoy? —Quiso saber Nicho mientras tomaba la pelota entre sus manos para poder ir hasta ella.

—Carne asada con ensaladas, para ti haré panqueques de acelga rellenos ¿Te parece? —Preguntó ella mientras se cruzaba de brazos, observando con desaprobación la playera sucia del menor—. Ve a cambiarte.

—Esta bien... —Dijo él asintiendo levemente mientras volteaba a ver al menor, quien se acercaba sacudiendo sus manos sucias al haber tomado la pelota con sus manos cada vez que esta rodaba por el suelo—. Vuelvo enseguida ¿sí?

EuiJoo asintió levemente al escucharlo, sintiendo la mano de la adulta colocarse en su hombro mientras veía al mayor alejarse, la mujer lo invito a pasar, llevándolo a la cocina para que este pudiera lavarse las manos, una vez allí pudo notar como el señor Wang se movía de un lado a otro, preparando las cosas para la cena, mientras secaba sus manos no pudo evitar ver a la mujer comenzar a hacer una mezcla, metiendo unas hojas de acelga a una licuadora, arrugó levemente su nariz sin poder controlarse al ver aquel vegetal, no era para nada de su agrado.

—¿No te gusta las verduras? —Preguntó el señor Wang soltando una pequeña risa al ver su expresión.

—No soy muy fan de la acelga... y de algunas otras verduras —Comentó él algo avergonzado por ser descubierto.

—Pero son buenas para la salud —Informó la adulta mientras hacia funcionar la licuadora luego de agregar los ingredientes.

—Solo por eso los como, aun así no me gustan algunos —Confesó él soltando una pequeña risa, mientras apoyaba sus manos sobre el mesón que había al centro de la cocina.

—Entiendo, de todas formas luces bastante saludable, es bueno que cuides tu apariencia física —Aclaró la mujer asintiendo de inmediato, haciéndolo sentir algo inquieto por su tono a pesar de tener un semblante encantador.

—Ya llegué —Anunció Nicholas apareciendo en la cocina, sonriendo ampliamente mientras apoyaba sus manos sobre la mesada—. Pondré la mesa.

—Te ayudo.

El azabache asintió levemente mientras veía al menor acercarse, este se colocó junto a él mientras se encargaba de sacar los platos de uno de los grandes muebles de cocina, EuiJoo tomó estos y fue hasta la mesa para colocarlos sobre esta mientras que Nicholas aparecía detrás de él cargando los vasos y cubiertos, el azabache fue indicándole los lugares y acomodando los cubiertos mientras que él lo miraba atento, había más de un cubierto en la mesa y él parecía saber tan bien el lugar en el que debía ir cada uno, su familia no solía complicarse con ese tipo de cosas, pero las veces que salían comer a fuera si, la diferencia entre sus familias parecían ser cada vez más, empezando por la elegante casa en la que vivían.

Los minutos pasaron y pronto los dos adultos comenzaron a llegar con los platos de comida, posicionando estos sobre los platos más grandes que habían colocado él y Nicholas, el azabache desapareció del comedor para aparecer poco después con un jarro de vidrio lleno de agua con algunas rodajas de limón dentro, mientras que en su otra mano sostenía una jarra de jugo de frutas, lo sabía porque había visto al señor Wang echando frutos rojos a una juguera.

Los cuatro tomaron asiento para poder comer, pero él no podía sentirse más sorprendido al ver el plato de comida del azabache, totalmente diferente al suyo, su mirada viajo hasta este, notando como se servía agua saborizada, vio como los dos adultos comenzaban a comer, hablando entre ellos sobre el día de trabajo.

—¿Quieres probar la carne? —Preguntó él luego de cortar un trozo de carne y extenderlo hasta su plato, sonriendo levemente cuando el mayor volteo a verlo con una pequeña sonrisa.

—No, la verdad es que yo... —Dijo este negando levemente mientras lo miraba con una pequeña mueca en su rostro.

—YiXiang no puede comer este tipo de carnes —Intervino la mujer algo disgusta por la acción del menor.

—Yangmi, él no tenía como saberlo —Dijo el hombre mirando con desaprobación a su esposa.

EuiJoo abrió levemente sus ojos mientras sentía sus mejillas arder, volteando a ver al azabache que lo observaba con algo de vergüenza ante lo grosera que había sonado su mamá.

—Lo siento, yo no sabía... —Murmuró él dirigiendo su mirada hacía la adulta, agachando un poco su cabeza.

—No te preocupes —Comentó el adulto dando palmaditas sobre su mano—. Nicholas tiene diabetes por lo que debe cuidar mucho su alimentación, eso le impide comer algunas cosas, entre ellas las carnes muy grasas —Explicó esta vez mientras él dirigía su mirada hacia el mayor.

En realidad el se sentía más avergonzado por el hecho de no haberlo notado con las pocas señales que había tenido durante el tiempo que llevaban de amistad, Nicholas siempre cuidaba su alimentación, cuando salían a comer lo hacía en muy pocas cantidades o simplemente pedía algo distinto, más de una vez lo había visto con pequeñas cajas de medicina, alguna vez vio una jeringa en el escritorio del mayor, él al inició pensaba que se trataba simplemente de alguna dieta, pero jamás se imaginó que fuese debido una enfermedad como la diabetes.

—Yixiang, deberías decirle a tus amigos, así no te tientan a romper tu dieta estricta —Regaño la mujer frunciendo su ceño mientras miraba fugazmente al castaño.

—Es algo privado, ellos no tienen que porque saberlo, simplemente puedo negarme a comer algo, nunca he dejado mi dienta si es lo que te preocupa —Aclaró el azabache soltando un suspiro pesado luego de mirarla con seriedad.

—Perdón por incomodarte...

—No lo hiciste, perdón por esto —Interrumpió el mayor haciendo una pequeña mueca con sus labios.

EuiJoo negó levemente mientras dirigía su mirada hacia su comida, dejando de lado la carne para comer los vegetales que habían en su plato, el azabache lo observó en silencio mientras el menor comenzaba a comer con calma, volteando a verlo por unos segundos para notar la pequeña sonrisa de parte de este.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora