07. Night Call

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Nicholas se encontraba observando el amplío papel en blanco que se encontraba sobre su escritorio, junto a este se encontraba su lápiz mientras que a un costado de esta tenía una maqueta a medio hacer cerca de la pared, no quería que con algún movimiento brusco o descuido esta fuera a dañarse, aquella maqueta —al igual que cada una de las que había armado con anterioridad— no eran de exigencia en la carrera, había encontrado en aquello un pasatiempo que no había hecho más que aumentar su fascinación por la arquitectura.

Su abuelo había sido un increíble arquitecto, desde que era muy pequeño él se había encargado de hablarle sobre su trabajo, heredándole su fascinación por aquella bella especialidad de las bellas artes, varios meses después de la muerte de su abuelo, su abuela le había regalado el cuaderno de bocetos que el difunto había hecho con sus años de experiencia e imaginación, permitiéndole ver la gran cantidad de ideas y trabajos que su abuelo había hecho tiempo antes de fallecer.

Cada uno era más fascinante que el otro, tan diferentes el uno del otro que simplemente lo hacia sentir inmensamente orgulloso de lo increíble que había sido su abuelo, pero a pesar de eso, él sentía que jamás podría llegar a ser como él, era demasiado diferente a su abuelo.

La canción que se reproducía en su computadora de repente se detuvo, y cuando dirigió su mirada a la pantalla, noto como esta se apagaba debido a la falta de batería, su mirada algo perdida viajo hacia el primer cajón del escritorio, una de sus manos abrió este y tomó el perfectamente guardado cargador, hizo su silla hacia atrás y se levanto para poder conectar el cargador y comenzar a cargar el computador, cerrándolo pues no le agradaba utilizarlo mientras este se cargaba.

Se sentía desconcertado, su mente no había dejado de repetir las palabras de aquel azabache, sus ojos llenos de preocupación, su rostro lleno de desgano, y es que no lo entendía, a pesar de los  años que pasaban, Byun EuiJoo parecía no dejar de sorprenderse cada vez que algo relacionado a él sucedía y a pesar de todos sus intentos, parecía no odiarlo en lo absoluto, sin embargo, EuiJoo no estaba mucho mejor que él, sus ojos se deslizaban entre cada línea, leyendo cada palabra que se encontraba escrita en el interior de aquel papel de color rosa pálido, podía parecer estúpido, pero desde aquella vez hace dos años, había guardado aquel papel causante de una de sus peores experiencias a lo largo de sus veinte años.

Aquel día en que Nicholas Wang le había golpeado en frente de varios estudiantes por haberse enamorado de él, por haberse "burlado de su confianza", ni siquiera lograba entender del todo su enojo en aquel momento.

—¿Quién más iba a saber lo de la playa?

De aquel día solo se encontraba una simple mención, nada que contextualizara lo sucedido, ni siquiera alguna insinuación de aquel momento, Nicholas había reaccionado de una manera demasiado agresiva con él, incluso sabiendo que aquella letra no era suya, tiempo después luego de enterarse de quien lo había hecho realmente tampoco se había disculpado con él, solo se había dedicado a molestarlo cada vez que se le daba la gana, como si él fuera la manera para descargarse de cada problema que tuviera.

A la única persona que le había comentado algo había sido a Fuma, quien en ese entonces ya era su amigo, pero tampoco le había contado sobre la estupidez que ambos habían hecho por estar ebrios, sin darse cuenta, Ningning los había escuchado y había utilizado aquello para jugarle una mala broma, quedando totalmente aterrada de lo que su broma había ocasionado cuando vio a EuiJoo con su rostro ensangrentado producto de la paliza que aquél chico que tanto amaba le había dado.

El castaño paso ambas manos por su rostro, soltando un suspiro mientras se levantaba del colchón lleno de almohadones que había en el alargado y algo angosto balcón que tenía junto a su habitación, separado por unos ventanales corredizos, tomó su cuaderno de dibujos y apagó las pequeñas las luces colgantes con forma redonda que colgaban de la baranda de madera que su padre habían colocado pues solía pasar mucho tiempo allí y no le gustaba que sus vecinos se le quedaran viendo.

Tomó la nota y se dispuso a cerrar la ventana corrediza, caminó en silencio por su habitación hasta llegar a su escritorio para dejar su libreto sobre este y arrojar aquel papel rosa en el interior del último de los cajones, algo agotado, cerró las cortinas apago la luz para poder ir a su cama y meterse entre las cobijas, cerrando sus ojos ante la agradable sensación de encontrarse en aquél lugar seguro.

Pero su tranquilidad no duro demasiado, pues su celular comenzó a sonar de repente, haciéndolo bufar al no dejar de sonar luego de unos segundos, giro su cuerpo y tomó su celular, observando la pantalla con algo de sorpresa, encendió la lampara que había sobre su mesita de noche e incorporó su cuerpo mientras acercaba el celular a su oreja luego de atender la llamada.

—...¿Aló? —Murmuró él sintiendo su pulso acelerarse ante el nerviosismo, escuchando simplemente un débil suspiro, sin recibir respuesta alguna—. Voy a colgar...

—¿Para qué contestas si vas a colgar? —Preguntó el mayor a través de la línea antes de que alcanzara a alejar su celular por completo.

—¿Por qué llamas si no vas a hablar? —Cuestionó él sintiendo su corazón latir desbocado al escucharlo.

—¿Qué haces despierto a esta hora? —Quiso saber el azabache soltando una pequeña risa, aclarando su garganta luego de unos segundos, EuiJoo no podía verlo, pero estaba seguro intentaba mantenerse serio.

—Esto parece un interrogatorio.

—Bueno yo... solo quería decirte que estoy bien, lo de ayer no es algo que debería preocuparte —Habló el mayor, escuchando un extraño sonido, como si este se estuviera moviendo de lugar.

—Oh... claro, intentaré no preocuparme cada vez que te vea con cara de muerto —Bufó él mientras llevaba una de sus manos hasta sus labios, comenzado a morder una de sus uñas ante los nervios.

—Si bueno, no deberías hacerlo, no somos amigos —Dijo Nicholas soltando un suspiró, logrando hacer que el menor sintiera sus pelos colocarse de punta, a pesar de la triste sonrisa que se había formado en su rostro ante las palabras del mayor, tenía razón después de todo—. Gracias por lo que hiciste en el baño... no pensé que harías algo así.

—Tú jamás piensas antes de hacer las cosas, Nicholas —Murmuró él acomodando su cuerpo sobre la cama mientras llevaba una mano a sus labios, mordiendo sus uñas aunque sin llegar a romperlas—. Me enteré de que Mashiro se le declaró a Fuma, tus amigas son realmente se están ingeniando bromas muy extrañas...

—Primero que todo no son mis amigas, segundo nadie le dijo que lo hiciera, ella realmente parece estar interesada en el idiota de Murata...

—Estás hablando de mi amigo —Intervino él tensando levemente su cuerpo al escuchar al mayor.

—Realmente detesto ver como defiendes a ese idiota, tan lealtad entre ustedes me parece tan ridículo —Comentó Nicholas bufando, provocando que el menor frunciera su ceño.

—Se supone que así son las amistades, se tiene confianza y lealtad, pero que vas a saber tu de eso YiXiang, a ti solo te importa lo que te conviene...

—Voy a colgar, ni siquiera se porque te llame.

—Me llamaste porque a pesar de todo soy el único imbécil que te soporta en tus peores momentos —Dijo mordazmente el menor, colgando la llamada para terminar lanzando el celular sobre la mesita de noche.

Sin esperar demasiado, tomo las cobijas y se metió de bajo de estas, conteniendo las ganas de patear todo a su alrededor y gritar como un desquiciado, odiaba al bastardo Nicholas Wang, el mismo que a pesar de todo no hacía más que dar vueltas en su cabeza como su fuese su peor pesadilla, no merecía que lo pensara una y otra vez, pero que se supone que debía hacer si por más que lo intentaba no podía evitar voltearlo a ver cada vez que estaba cerca y detestarlo cuando actuaba de manera tan arrogante.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora