40. Real love

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La tormentosa voz del mayor llamándolo mientras salía de la habitación había logrado provocar que sus ojos se cristalizaran, pero se sentía incapaz de descifrar si eran provocadas por ira o por tristeza, porque a pesar de haber escuchado la conversación sentia que aquél "No te gusta" podía ser real, y eso le dolía profundamente.

—EuiJoo, espera, por favor...

La mano del azabache se enredo en su brazo, impidiéndole salir del departamento y haciéndolo girar para interponer su propio cuerpo entre el menor y la puerta, el pánico en sus ojos era notorio y aquello solo lograba aterrar al castaño mientras lo observaba fijamente.

—Por favor escúchame —Suplicó Nicholas colocando su mano libre en el cuello del menor, atrayendolo un poco hacia él.

—No debí entrar, no sabía que estabas con ella... no debería haber venido en primer lugar —Murmuró él negando levemente mientras intentaba marcharse.

—Eso es cierto, acabas de interrumpir una increíble sesión de sexo —Aquella voz logró congelarlo por unos segundos, logrando disgustandolo cuando giro hacia ella para encontrarse con la rubia sonriendo ampliamente—. Debiste tardar un poco más, tal vez nos hubieras visto haciéndolo, Nicholas es realmente bueno en la cama...

—Ningning cállate —Exigió el azabache dando un paso hacia ella mientras mantenía su mano en el brazo del menor—. Eso no es cierto, tú ni siquiera deberías de estar aquí.

—Tengo derecho a estar aquí, somos una pareja, él que no debería estar aquí es esta perra —Bramó ella señalando al coreano sin verguenza alguna, acercándose rápidamente hacia ellos para poder apartarlos

—Tú y yo no somos nada —Aclaró Nicholas de inmediato, interponiendose entre ellos para impedir que la rubia le hiciera algo al menor—. Lo que escuchaste ayer es cierto, EuiJoo es quién me gusta, he estado enamorado de él todos estos años, pero eso no es de tu incumbencia, estoy cansado de que vengas a mi casa y te comportes otra vez como una lunática, incluso después de lo que inventaste de mi.

He estado enamorado de él todos estos años.

No sabía como reaccionar, aquellas palabras sonaban con tanta confianza, con tanta sinceridad que habían logrado dejarlo sin aliento mientras las procesaba en silencio, observando el perfil del azabache, quién se encontraba discutiendo con la menor, de repente sintiéndose tan ajeno a la situación, siendo un simple espectador.

—¡Eso no es cierto! —Sentenció la chica llevando ambas manos a su cabello, jalandolo sin cuidado alguno, alarmando al par de chicos—. Él no puede gustarte, EuiJoo es alguien insignificante, de seguro te hizo algo para que pensaras esto, pero no, él no te gusta.

—No, tú no tienes derecho a meterte en mis sentimientos, me gusta desde el día que lo conocí, desde el primer momento que hablamos, EuiJoo es la única persona a quien realmente he amado por años y no fui capaz de admitirlo hasta que lo perdí, quiero hacer las cosas bien y para eso necesito que te alejes de mí porque solo estás arruinando las cosas —Exigió Nicholas mientras veía a la rubia comenzar a llorar en silencio, observándo con furia al chico que se encontraba detrás de él—. No lo voy a perder otra vez por tú culpa YiZhuo, no voy a comportarme como un bastardo, no otra vez...

—Se van a arrepentir, par de idiotas. —Amenazó ella tomando su bolso del suelo para luego salir del departamento cerrando la puerta de golpe.

Nicholas mantuvo su mirada en la puerta por unos segundos, soltando un débil suspiro mientras giraba su cuerpo hacia el menor, encontrándose de inmediato con aquel par de ojos celestes, observándolo con atención, parpadeando débilmente producto de las lágrimas que se encontraban en ellos, con algo de cautela se atrevió a levantar sus manos para colocarlas en las mejillas del castaño, deslizando sus pulgares con delicadeza por los parpados inferiores del menor.

Mǔgǒu •NichoJoo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora