Mǔgǒu •NichoJoo•

37. Rude Boy

Harua está sentado en la sala de estudio, repasando un texto teatral en inglés, moviendo los labios mientras lee en voz baja, tratando de pronunciar de la manera correcta mientras se ayuda del traductor de su celular, escuchando con atención cada una de las palabras para así poder decirlas de la manera correcta, un suspiro pesado escapo de sus labios mientras dejaba de lado el libro, quitándose las gafas de lectura que llevaba puestas para dejarlas sobre su libro y así poder deslizar ambas manos por su rostro.

Se estaba esforzando, realmente lo hacía, pero sentía que aquella lengua realmente no era lo suyo, no era su fuerte, al menos lo estaba intentando; algo agotado se dispuso a levantarse de su lugar para poder ir a la maquina dispensadora, hechando algo de dinero para poder sacarse un par de snacks y así poder comer algo mientras se dedicaba a estudiar, sin embargo, al momento de regresar a su puesto, su mirada de pronto se centro en el alto e inexpresivo chico que entraba al salón de estudio, no lo había visto demasiado desde hace varios días y le hubiese gustado que fuera de esa manera por mucho más.

Su mirada avergonzada no tardó en dirigirse hacia su libro una vez que tomo asiento nuevamente en su silla, colocándo su brazo sobre la mesa para así apoyar su cabeza en la palma de su mano de manera que no podía ver al menor, sin embargo, la gran figura del chico se detuvo frente a la mesa que se encontraba, por lo que nervioso no tardo en posar su mirada en él, subiendo lentamente hasta encontrarse con el serio rostro del menor.

—Realmente intentas ocultarte de mí de esa manera ¿Eres un niño acaso? —Quiso saber Maki frunciendo débilmente sus cejas mientras veía al mayor tomar una postura más apropiada y cómoda.

—No intentaba ocultarme de ti...

—Claro. —Intervino el menor dedicándose a observar al chico por unos segundos antes de atreverse a tomar asiento frente a él, provocando que Harua lo observara con inquietud.

—¿Estás tratando de intimidarme para qué me largue? —Murmuró el mayor a la defensiva, frunciendo su ceño al ver al menor acomodar su mochila sobre la mesa cerca de sus cosas—. Sé que te desagrado, pero yo llegué primero aquí, no puedes esperar que me vaya solo porque...

—No soy de esa clase, solo quería preguntarte algo —Interrumpió nuevamente Maki mientras desviaba su mirada hacia la sala, viendo al par de personas que habían allí sumergidas en sus cosas—. ¿Has visto a EuiJoo?

El desgano se apoderó nuevamente de Harua al escuchar el menor, no sabía porque realmente había pensado que tenía algo que ver con él, Maki simplemente estaba demasiado desinteresado de todo lo que lo incolucrara como para acercarse a él solo porque sí, sin embargo, sus emociones no hacían más que jugarle en contra a pesar de que siempre trataba de mostrarse fuerte.

—EuiJoo... —Repitió él parpadeando con nerviosismo miéntras llevaba una de sus manos hasta su boca, dejando escapar una débil risa nasal miéntras desviaba su mirada del menor para centrarla en su libro—. No lo he visto, por lo que sé esta enfermo, o algo así.

—¿Algo así? —Repitió el menor frunciendo su ceño mientras recargaba su cuerpo sobre la mesa—. Eso no me ayuda en lo absoluto...

—Bueno entonces ve con Fuma o GaEul, ellos son mucho más cercanos a Juju que yo —Aclaró Harua alzando su mirada cristalina hacia el menor, quien se dedicó a observarlo en silencio por unos largos segundos a pesar de que él no tardo en desviar su mirada.

—¿Vas a llorar de repente solo por qué te pregunto algo?

—Simplemente vete, Maki —Murmuró él sin atreverse a verlo, por lo que colocó una mano cubriendo levemente su rostro mientras bajaba su mirada hacia las paginas del libro.