2.2. El chico curioso

17 1 0
                                    

Escorpión pov:

Estábamos en la escuela ya, en el curso más bien. La clase no había iniciado porque el profesor se ha retrasado como por 20 minutos, los alumnos nos quedamos sentados, conversando y esperando a que llegase.

—Hola chicos —entra la secretaria—. El profesor no podrá venir hoy y no presentó un sustituto, tienen esta hora libre, traten de no hacer mucho ruido por los demás estudiantes, pasen un buen día —dijo sonriendo para después irse.

—Vamos a sentarnos en el campo, hay un árbol con gran sombra —propuso Aries.

—¿Podemos ir con ustedes? —un grupo que se componía por tres chicos y dos chicas se nos acercó para unírsenos.

—Claro que sí —me adelanté a decir, no solo podemos juntarnos con el mismo grupo—, vamos.

Salimos y Aries nos llevó hacia ese lugar, nos sentamos haciendo un circulo y empezamos a conversar con ellos. Deberíamos, digo, parecían ser agradables.

—Háblennos de ustedes —propuso una chica, el resto de nosotros la miramos sin saber a qué se refería—, es que son un grupo grande y cerrado por lo que hemos podido ver en clase ¿cómo hacen para no matarse entre todos? —dijo riendo y todos dijimos "ahh" se refería a nuestra gran fraternidad.

—Hemos aprendido a cultivar la paciencia —le responde Géminis.

—Y sabido como llevar los problemas que han surgido —sigue Piscis.

No se equivocan, para llegar a donde estamos hoy tuvimos que pasar por muchas cosas, dejar pasar unas cuentas y tratar, de veras tratar. Hubieron romances, tropiezos... y puede que algo haya quedado de eso, por mi parte no, lo que pasó con Géminis pasó al instante en que habíamos terminado, pero ella aún intenta regresar pero a algo más serio, no he querido herir sus sentimientos ni rechazarla para que no se sienta mal porque la quiero como amiga, pero sus insinuaciones pueden confundir a alguien más...

—Somos una gran familia disfuncional —habla Tauro—, pero no somos tan cerrados como creen, tal vez lo somos ahora pero es que somos nuevos y con eso de ponernos cómodos —decía pareciendo atareado—, pero nos disculpamos por hacerlos creer eso, siempre son bienvenidos a acompañarnos —dijo y todos asentimos.

—Bueno gracias, él es Dylan, Marcos, Kendall, Alex y yo Sam —se presenta la chica. Kendall es nombre de chico también.

—¿Marcos? ¿De la familia Aquiles? —le pregunta Aries, parecía nervioso.

—Sí, ¿cómo sabes de nosotros? —le pregunta el chico curioso pero no de mala forma.

—Oh, mis padres han trabajado para tu familia si... —dijo bajando el tono de la "i".

—¿En serio? Que casualidad encontrarnos así, ¿por qué se fueron? —le pregunta. El resto escuchábamos la conversación atentos, bueno, menos Tauro que veía a las porristas.

—Ehh —parecía no tener la respuesta—. Quisieron abrir más puertas en otras áreas —dijo y el chico dejó de preguntarle. Silencio incomodo.

—Hablen ustedes ahora —habla Piscis para cortar ese breve momento.

—Sí, ¿también son un grupo o como? —digo apoyando la idea de Piscis.

—Pues algo así, estamos en el mismo grado, crecimos juntos así que sí —habla por primera vez la chica llamada Alex, era una castaña con ojos verdes, se veía muy tierna y era pequeña, tal vez unos 1.60 metros. Sam era una pelirroja con ojos avellana y era un poco más alta que Alex. Dylan era el más alto de ellos, de ojos cafés. Marcos era el segundo más alto, llevaba lentes y se veía que trabajaba en su físico y Kendall era rubio de ojos azules, un poco más flaco que los demás pero también se veía que trabajaba en eso.

Zodiac, una historia para recordar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora