Capítulo 15: ¿Beso?

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—Tú me besaste.
Solo te di respiración boca a boca.
—¿Pues no es lo mismo?
—¿Te enseño la holgada línea que existe entre dar respiración boca a boca y un beso de Azael Cass?

———

MARATÓN

Ay, mamá.

—¡Azael, ven para acá ahora mismo!

Correteé a Azael por todo patio hasta la mansión, exigiendo respuestas.

—Ya he respondido lo que querías saber, Audrey —se limitó a decir, fastidiado.

—¡Solo has evadido la maldita pregunta!

Azael soltó un resoplido cargado de frustración mientras llegábamos al living. Nariman y Emanuel estaban cómodamente viendo una película de terror en el sofá y comiendo golosinas.

—Oye, en el cine no se encienden las luces —Nariman protestó cuando Azael encendió la luz.

Emanuel nos echó un rápido vistazo de pies a cabeza.

—¿A poco se metieron a la piscina? —frunció el ceño—. Estamos a diez grados bajo cero. No están bien de la azotea, ¿verdad?

Azael ponía los ojos en blanco mientras que yo me adelantaba con mala cara.

—¿Estuvieron aquí todo el tiempo? —refunfuñé como reclamo—. ¡Estuve gritando como una maldita loca allá fuera! ¡Casi muero y ustedes viendo una maldita película!

Emanuel y Nariman hicieron un similar mohín de pena.

—¿Eras tú la que gritó? —interpeló Emanuel, apenado.

—¡¿Me habían oído?!

—Pues sí, y le subimos a la televisión —sonrió Nariman inocentemente.

Me ofendí con esos dos, así que solo me giré en redondo a Azael para continuar con mi insistencia.

—Dime qué coño ocultan —exigí.

—Sé que estás alterada, ¿vale? —dijo Azael, mirándome.

—Por poco muero ahogada mientras estos dos idiotas veían Scream. ¿Crees que debería estar tranquila?

—Hay cosas que aún no puedo decirte —murmuró.

—¿Qué parte de esta película nos estamos perdiendo? —preguntó Nariman, apuntándonos.

Al girar a verlo descubrí que Emanuel ya no estaba en el sofá. Volvió a aparecer en el living con unas toallas para Azael y yo. A Azael se la lanzó mientras que a mí me cubrió con la toalla.

—Estás temblando —me dijo Emanuel, frotando mis brazos para darme calor. Luego miró a Azael—. Sécate rápido y ve a quitarte la ropa. ¿Qué demonios fue lo que sucedió?

—Estuvieron aquí —respondió Azael, muy serio.

Nariman se levantó del sofá.

—¿Estuvieron aquí? —replicó Nariman, confundido.

—Atacaron a Audrey —agregó Azael.

Me moví hacia el calefactor para regular la maldita temperatura que seguía helando la mansión como si aquí dentro hubiera un muerto.

—Y no fue una persona la que me atacó —añadí yo cuando regresé al living a paso rápido.

—¿Cómo que no te atacó una persona? —Emanuel me seguía con la incrédula mirada.

El Secreto de los 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora