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Sonia: Que bueno mi amor... ya era hora... se ve que todavía se aman... al principio solo se perdieron, pero ahora... ahora tienen la oportunidad de encontrarse de nuevo y en cuanto a nuestra Agatha... es una gran felicidad que tengamos esa oportunidad... es una luz al final del túnel... sé que la agarrarán con uñas y dientes... y estaré aquí para ayudarlos.

Esteban: Gracias mamá - le besé la cara - ha sido mi fuerza todos estos años... Maria es una persona muy especial en mi vida... no solo por ser la madre de mi hija o mi ex esposa... ella siempre fue mucho más de lo que merecía... de lo que yo deseaba... aunque nos separamos físicamente, no pude separarme de ella por completo... desde que me fui de casa, no he tenido otra mujer... siempre ha sido ella... hoy sé por qué no puedo quedarme con ninguna otra... sé que es amor, siempre ha sido amor y será la fuerza de ese amor quien nos dará un angelito... nuestro pequeño milagro - sonríe emocionado - quien nos va a salvar... no solo Agatha, como nosotros dos.

Sonia: Sí, mi amor... este nuevo bebé será un milagro mi vida... todo en la vida tiene un propósito, hijo mío... lo que está sucediendo, tenía que suceder y me alegra que seas feliz.

Esteban: Yo no quería que fuera de esa forma - respiré hondo - perdóname por molestarte con mis problemas... ve a descansar mamá... yo también voy, Maria está sola y sé que no está bien.

Sonia: Sé que no es mi amor... pero las cosas no son como deseamos - acaricié su rostro - lo haremos... me voy a acostar con Agatha... vete a descansar.

Besé a mi madre y fui a mi cuarto, me apoyé en la puerta y me fui a la cama acostándome al lado de Maria. Le besé el pelo y lo llevé a mis brazos cuidando de ella. Días después Maria ya había hecho todos los exámenes y estaba bien, ya podíamos intentarlo. Ese día mi madre había salido a caminar con nuestra pequeña, Maria y yo estábamos en casa.

Esteban: Mi amor preparé nuestras palomitas de maíz y un chocolate caliente - sonreí entrando a la habitación con la bandeja en la mano y me senté en la cama a su lado.

Estaba sentada en la cama escogiendo una película para ver, cuando lo vi entrar con la bandeja y sonreí.

Maria: Están con un olor estupendo - hablé cogiendo un poco de las palomitas, después de que él se sentó a mi lado - todavía no encontré ninguna película.

Esteban: Que horrible... ¿vamos a ver una comedia? - le besé la cara - espero que esté deliciosa como está oliendo - sonríe.

Maria: Creo que es una idea maravillosa mi amor... estamos necesitando reír un poco - escuchar aquello me hizo sentir un calor en el vientre, que hace mucho no sentía y quedé un poco de vergüenza - Esteban - golpeé en su brazo de leve.

Esteban: No hice nada - me pasé la mano por el brazo riendo - me disculpo mi amor - la hice soltar el control y la tiré con cuidado hacia mis brazos - cásate conmigo Maria... no por lo que estamos pasando... pero porque te amo... siempre te he amado... siempre ha sido la única mujer en toda mi vida... aunque nos separamos, nunca te olvidé... cada vez que me acostaba en esa cama, pensaba en ti... que soñaba... que deseaba... te amo Maria... siempre te pertenecí.

Me senté en su regazo, pasando mi brazo alrededor de su cuello. Lo miré, escuché atentamente y sentí que mi corazón se aceleraba en el pecho.

Maria: Mi amor... - Le acaricié la cara - ¿está hablando en serio?

Esteban: ¿Crees que jugaría con algo tan serio como esto? - sonríe mirándole - es todo lo que más quiero... ser su esposo... su marido... así como quiero que sea el mío - abrí el cajón de la cómoda al lado de la cama y saqué una cajita - ¿eso aquí significa algo? - abrí la cajita mostrándole las alianzas que usamos tiempos atrás - las guardé a mi lado... era lo mismo que tenerte, aunque fuera un poquito.

Cuando vi esa pequeña caja, sentí que mis ojos derramaban algunas lágrimas y lo miré.

Maria: Tú... lo guardó... - tomé la cajita en mis manos, mirándola - mi amor... - hablé con la voz temblorosa - sí... yo acepto, quiero ser tu esposa de nuevo... estar a su lado.

Esteban: Todos estos años estuvieron conmigo - sonríe - nos casaremos en unos días... podemos hacer algo simple, solo para nosotros dos... Agatha y mi madre, aquí mismo en casa - me quité el anillo poniéndolo en su mano izquierda - nunca dejó de ser mi mujer... mi Maria... mi amor.

Lo vi poner el anillo en mi mano y sonreí oyéndole. Luego sostuve su rostro entre mis manos, besándolo con calma y amor.

Sentí que los labios de María se unían a los míos y luego le devuelvo ese dulce y nostálgico beso. Amaba mucho a esa mujer, ese amor siempre estuvo aquí y siempre lo estaría. Pronto la vi poner el otro anillo de bodas en mi mano y sonreí.

Esteban: Entonces mi amor... ¿Qué vamos a ver?

Respiré hondo y sonreí.

Maria: Su sugerencia... vamos a la comedia...- tomé el control - simplemente no sé cuál - me ríe.

Esteban: Cualquiera amor - sonreí colocándola entre mis piernas - Agatha debe está comprando a la tienda de juguetes todita - me reí - a mi madre ya no le gusta hacer los gustos de ella.

Maria: Debe de verdad - dije sonriendo, mientras pasaba las películas - lo sé... te imaginas si a ella le gustara, ¿verdad?!... lo encontré...- sonríe poniendo la película - vamos a ver esa.

Esteban: Prepárate para cuando ella llegue - besé sus cabellos - está genial mi amor... es tan bueno verla sonreír de nuevo... saber que está esperanzada.

Maria: Sí, lo es... ver esa sonrisa me hace tener más fuerzas... esperanza...- suspiré cerrando los ojos - nuestra niña necesita estar bien Esteban - lo miré - no voy a soportar perderla.

Esteban: Ella se quedará mi amor... vamos a luchar para que eso suceda... sabes que ya hemos sido liberados para hacer el amor - sonríe - ¿qué me dices?

Sonreí medio avergonzada y escondí mi rostro alrededor de su cuello.

Maria: Esteban... yo... no sé si todavía te complaceré como antes.

Esteban: ¿Qué? ¿De qué estas hablando María? Te amo, así como sé que me amas... mi amor estar en tus brazos es suficiente... poder amarte ya lo es todo... no te quiero insegura... en ninguna ocasión... yo te amo de la manera que es, sin quitarte ni por... no te preocupes... nuestra primera vez será muy especial... te lo prometo - besé su cabello .

Solté el control y me volví un poco en sus brazos abrazándolo.

Maria: Lo siento... y gracias... sé que lo será... siempre lo ha sido - hablé recordándome nuestros momentos de amor.

Esteban: No tienes que disculparte por nada... sé que es complicado... puede estar seguro de que haré todo lo posible para que nuestro momento sea inolvidable... sólo tendrá que estar aquí... no podemos dejar a Agatha sola... ¿confía en mí?

Maria: Conozco mi amor y por supuesto que confío - escondí mi rostro en su cuello - ya no sé si quiero ver la película - sonríe.

Esteban: ¿No quieres? ¿Lo que quieres mi amor?... podemos terminar nuestra merienda y descansar un poco... ¿qué me dices? - le acariciaba la espalda.

Maria: No... - cerré los ojos sintiendo su olor, que era más que maravilloso - sí... podría ser - le di un ligero beso en el cuello, oliéndolo.

Esteban: Entonces viene mi amor - le entregué el vaso con el chocolate - creo que ya se enfrió - me reí y vi a mi niña entrar corriendo por la puerta del cuarto.

Agatha: Papá... mamá - me subí a la cama con dificultad.

Continúa...

Sálvame ❤️ Despiértame ❤️ Rescátame - Maria y Esteban (Concluído)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora