Maria: Un...- sonríe - es bueno... te cobraré... vamos a la habitación... allí es más cómodo...- reí de nuevo.
Esteban: No va a necesitar mi amor - dije saliendo de dentro de ella... nos levantamos, la cogí en el regazo y fuimos a la habitación donde volvimos a amarnos una vez más.
Habían pasado dos meses desde que volvimos de nuestro pequeño viaje a la sierra. Para mi sorpresa y para el bienestar de nuestra familia, Fernanda fue llamada a trabajar fuera del país y aceptó.
Todo estaba perfectamente bien, Maria y yo estábamos más enamorados que nunca, siempre estábamos juntos, cuidando la empresa, Bernardo y nuestro matrimonio. Finalmente esa nube negra estaba pasando y nuestros días soleados apenas comenzaban. Ese día estaba en la empresa, María se había quedado en casa con nuestro pequeño.
En casa...
Sonia: María - llamé a la puerta y entré al ser autorizada - ¿te estorbo?
Maria: No... - sonríe débil mirándola, teniendo la mano en la barriga - no me atrapa...- antes de que pudiera terminar de responderle, salí corriendo al baño y comencé a vomitar.
La miré y la seguí. Al entrar en el baño, me acerqué a ella ayudándole.
Sonia: Calma... respira hondo - acaricié su espalda.
Vomité hasta decir basta. Cuando terminé, levanté la cabeza limpiándome la boca y respirando profundamente medio pálida.
Sonia: Vamos a la cama - le ayudé a salir de allí y luego acostarse en la cama - ¿quiere decirme lo que está pasando o debo esperar un poco más? - sonríe.
La miré sintiéndome un poco mareada.
Maria: Debe esperar... sé lo que estás pensando y también tengo la sospecha, pero todavía no estoy seguro... pero ya pedí a Lucía compra dos pruebas para mí... estoy esperando que llegue.
Sonia: Necesita cuidarse mi hija - sonríe tocando su barriga - hace casi siete años y todavía recuerdo cuando nuestra pequeña Agatha estaba anunciando su llegada... ¿pasó más? - toqué su cara - está tan pálida.
Maria: Iré... no te preocupes...- hablé sintiendo su toque y suspiré recordando a mi niña...- no mucho... me siento mareada.
Sonia: Puedo llamar a Mauricio para examinarte si quieres... pero como ya sabes de qué se trata... acuéstese para descansar y mejorar.
Lucía: Disculpe Señora - entré después de llamar a la puerta - aquí está todo lo que me pidió - le entregué la bolsa - ¿necesita algo más?
Maria: No... gracias Lucía...- le sonreí débil y luego la vi salir... abrí la bolsa y saqué la prueba del interior, abriéndola - avísenos si es verdad mi sospecha...- hablé levantándome con un poco de dificultad y fui al baño.
Sonia: Estoy aquí, si necesitas llámame - hablé acomodándome en la cama.
Maria: Está bien...- entré al baño, hice el procedimiento y pronto volví con la prueba en la mano... me acerqué a mi suegra mirándola - dio... dio positivo.
Sonia: Está embarazada mi hija... una vez más será madre... una gran madre - le abracé con amor - ustedes se merecen mucho, son excelentes padres y estoy seguro de que donde quiera que esté, nuestra niña está muy feliz por ese bebé que está en camino.
Correspondí a su abrazo medio sin reacción y luego la miré.
Maria: Estoy embarazada...- hablé en voz baja - Dios mío... ¿pero como?... así de repente...- me pasé las manos por el pelo nervioso... recordando a Agatha.
Sonia: Oye - sostuve su cara - quédate tranquila... está bien... Maria sé que hace poco que nuestra pequeña se fue... quedar embarazada ahora no es ningún delito... ustedes han pasado y están pasando por un dolor que sólo el tiempo será capaz de aplacar y calmar, pero nunca extinguir... este bebé es fruto de mucho amor y cariño... él o ella llegará en un momento muy especial e importante para todos... este angelito ya es muy querido por la abuela y sé que será por papá, así como es por ti y por los hermanos.
Maria: Tengo miedo... no quiero volver a pasar por todo eso...- hablé en voz baja con la voz temblorosa tocando mi vientre - sé que es una bendición... sé que lo es... también amo a mi bebé... pero ese miedo no me deja en paz.
Sonia: Sé lo que sientes, pero no estás sola... estamos juntos... con el tiempo este miedo pasará... nada se repetirá... tanto Bernardo como ese bebé están bien... el miedo es normal, pero no permitas que te domine... te esclavize.
Maria: Tienes razón... no lo permitiré... voy a tratar de mantener mi mente sana... tengo que estar bien... ahora tengo a alguien más a quien cuidar... - acaricié mi vientre.
Sonia: Sí, tienes mi ángel... tienes dos hermosos bebés para amar y cuidar... a papá le encantará recibir esta noticia... veré cómo está nuestro pequeño y veré la cena... ¿necesitas algo?
Maria: Está bien... no... solo necesito descansar un poco... todavía me siento un poco mareada... dale un beso a mi pequeño por mí, por favor.
Sonia: Entonces acuéstate en la cama - le ayudé a acostarse - puedes dejar que lo cuide y lo llene de besos - me despedí de ella y salí yendo hacia mi pequeño.
El día había sido tranquilo, entre una reunión y otra llamaba a casa. Ya era de noche cuando entraba en nuestra habitación, había besado a mi madre y a mi niño. Ahora sería mi esposa.
Esteban: Buenas noches mi amor - sonríe yendo a la cama donde ella estaba acostada - ¿cómo está? ¿Mejorado más?
Maria: Buenas noches... sí, mejoré...- hablé acomodándome en la cama - ¿cómo fue en la empresa hoy?... ¿has tenido mucho trabajo?
Esteban: Una reunión tras otra - suspiré - ¿qué sentiste? Debería haber ido a consultar a Mauricio... no quiero que pasó mal y quedarte en casa - acaricié su cara - ¿vamos a bajar a cenar?
Maria: Mareo... mareos... - suspiré - no quise salir de casa... sí, vamos... - hablé sosteniendo en su mano - que bueno que ya llegó.
Esteban: Sólo le había llamado para que viniera aquí... ¿mareado? ¿Mareos? Amor... llamemos a Mauricio para que te examine... no quiero que se enferme.
Maria: No es necesario...- tomé su mano - estoy bien... no estoy enfermo... ¿vamos a tomar un baño?
Esteban: ¿Seguro? - la vi asentir con la cabeza - está bien mi amor... vamos... tengo calor - me levanté ayudándole a ir al baño donde nos bañamos juntos.
Maria: Voy a frente...- hablé saliendo del box o dejando allí terminado su baño... tomé un lápiz labial, lo dibujé en el cristal del espejo del baño y sonreí saliendo y luego yendo a la habitación.
¡Estoy llegando papá... prepara tu corazón con más amor!
Apagué la ducha, tomé mi toalla, me sequé y después de envolverla alrededor de mi cintura, salí del box. Pasé por el espejo y verlo sucio con lápiz labial me llamó la atención. Me detuve y miré leyendo lo que había escrito, no podía creer lo que había leído. Salí de allí y entré en la habitación mirando a Maria.
Continúa...
ESTÁS LEYENDO
Sálvame ❤️ Despiértame ❤️ Rescátame - Maria y Esteban (Concluído)
Romance¿Qué harías si el mundo se acabara hoy? "Podría imaginarla. Podría recordarla. Pero no podía volver a verla." - La Culpa es de Las estrellas Nota: Si usted está leyendo esta historia en cualquier otro sitio que no sea en vatpad, los invito a leer di...