Prefacio I

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Uno de los momentos más dolorosos y difíciles de nuestras vidas es la despedida. Despedirse de alguien que se fue en tesis es sufrido. Pero cuando nos despedimos de alguien que nunca volveremos a ver es sobrenatural. Pasas tu vida pensando que sabes cómo llevarte con tus emociones, con tus dolores. Pero no lo sabe y solo lo descubre cuando le arrancan una pieza.

Dejar ir a alguien de tu vida es desgarrador, devastador. Todo cambia, sus días pierden su color, todo se vuelve oscuro, sin esperanza. Pasamos por una etapa de negación, hasta llegar a su aceptación. No es un camino rápido, es largo, puede durar unos meses o toda una vida.

Al principio creemos que el ser amado está en un viaje, que en cualquier momento va a entrar por la puerta de entrada de la casa y todo aquello se va. Pero desafortunadamente no va a suceder. En fletaremos muchos días de lluvia, hasta llegar al posible día soleado.

Todavía no me he presentado, me llamo Esteban San Roman, estuve casado con María Fernández durante seis maravillosos años. Sólo que no fueron perfectos, porque no supimos darle con todos los cambios que vinieron con la llegada de nuestra hija.

Deben preguntarse qué pasó con nuestro amor. Bueno para decir la verdad, yo tampoco. Para ser más sincero preservamos lo que había construido con el paso de los años. Él vivía guardado las siete llaves, preferimos no destruir todo lo mejor que nos pasó.

Lo que ustedes no imaginan es que nuestro pequeño angelito fue una maestra en nuestras vidas. Agatha nos enseñó tantas cosas, la principal de las cuales fue no rendirse, tener esperanzas y estar eternamente agradecidas por todo lo que ha sido en nuestras vidas.

A pesar de estar separado de María, nunca dejé de actuar como su marido. Es divertido y un poco complicado de entender, pero en el fondo sabía que era amor, que siempre fue amor y el tiempo nos enseñó eso, me enseñó.

A pesar de ser un poco dolorosa, es hermosa nuestra historia. Espero que de todo corazón os guste lo que viene. Recuerden siempre que la vida está hecha de llegadas y salidas. En muchas de ellas nos despediremos de nuestros seres queridos, lloraremos, nos cuestionaremos. Pero en el momento adecuado entenderemos que el propósito de esa persona, se ha cumplido y que este adiós en realidad será un hasta luego.

El dolor pasa y predominan los hermosos recuerdos. Poco a poco las lágrimas se transforman en risas y el dolor da espacio al agradecimiento... gracias por haber tenido la oportunidad de convivir con alguien tan bueno y tan increíble. Alguien que nos enseñó mucho o poco, nos marcó.

Nos vemos pronto!

"Es importante que sepas que siempre estaremos aquí para ti."

La Culpa es de Las estrellas


Sálvame ❤️ Despiértame ❤️ Rescátame - Maria y Esteban (Concluído)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora