Yūgen. (Hawks Y Tú)

Yūgen.

El almacén abandonado estaba envuelto en un ambiente tenso mientras Yūgen se deslizaba silenciosamente por las sombras, observando a los criminales que conspiraban en el interior. La lluvia caía en un ritmo constante, creando un telón de fondo sombrío para lo que estaba por venir. A medida que se adentraba en el almacén, se percató de que los criminales estaban alerta, conversando en tonos tensos.

Su quirk era su arma en esta lucha. En lugar de enfrentamientos físicos directos, Yugen dependía de la manipulación precisa de sustancias químicas para neutralizar a sus oponentes. Se concentró en su respiración mientras el ambiente se cargaba de electricidad.

Uno de los criminales notó algo fuera de lo común, frunciendo el ceño y mirando a su alrededor con cautela. Antes de que pudiera decir algo, Yugen puso en marcha su quirk. Sus manos se movieron con gracia mientras las sustancias químicas en el aire reaccionaban a sus comandos silenciosos.

Una nube densa de gas comenzó a formarse en el almacén. Los criminales tosieron y se movieron con confusión mientras la visión se veía afectada. Las luces de emergencia parpadeaban, añadiendo una atmósfera caótica a la escena. Aprovechó la oportunidad, manipulando los productos químicos en el almacén para crear un destello de luz cegadora.

La confusión y el desconcierto de los criminales aumentaron, dándole a Yugen el margen que necesitaba para actuar. Aprovechando la distracción, manipuló una mezcla de sustancias químicas en el suelo, creando una superficie resbaladiza y pegajosa. Uno de los criminales perdió el equilibrio y cayó al suelo con un grito de sorpresa.

El sonido de pasos apresurados llenó el almacén mientras los criminales intentaban recuperarse y buscar una ventaja. Aprovechando su quirk una vez más, Yugen generó una bruma espesa que llenó el espacio. Los gritos y los gritos de confusión se mezclaron en el aire mientras la visibilidad se reducía aún más.

Yugen se movía con agilidad entre la bruma, evitando los intentos torpes de los criminales por atraparla. Se acercó a uno de ellos desde atrás, utilizando su quirk para crear una barrera protectora alrededor de él. La barrera lo envolvió como una cápsula, lo aisló del mundo exterior y lo dejó incapaz de continuar luchando.

Sin embargo, el enfrentamiento no estaba exento de peligro. A medida que se concentraba en sus movimientos y su quirk, uno de los criminales logró atraparla con un cuchillo improvisado. La hoja cortó su brazo, dejando una herida dolorosa. Yugen contuvo un grito de dolor mientras se alejaba del ataque, la sangre comenzando a manar de la herida.

La adrenalina pulsaba en su sangre mientras lidiaba con la herida y seguía enfrentándose a los criminales. Manipuló una mezcla de sustancias químicas en el aire, creando una serie de destellos luminosos que desorientaron a sus oponentes. El caos reinaba en el almacén, cada paso y movimiento siendo crucial.

Finalmente, después de una serie de intercambios intensos y tácticas químicas ingeniosas, Yugen logró neutralizar a los criminales y asegurarse de que no fueran una amenaza. Pero el precio de la victoria se veía reflejado en su cuerpo manchado de sangre y en la herida que ahora marcaba su brazo.

Con la lluvia todavía cayendo, se retiró del almacén, su respiración agitada y su cuerpo temblando por el esfuerzo. A pesar de las heridas, sabía que había hecho lo correcto al enfrentar a los criminales. Mientras se alejaba, la lluvia lavaba la sangre de sus manos, simbolizando su compromiso continuo con su papel como Yūgen.

Después de deshacerse de los criminales y asegurarse de que no representaran más peligro, Yugen se retiró del almacén con la misma cautela con la que había entrado. El silencio de la noche envolvía la ciudad mientras ella se alejaba, su capa ondeando tras de sí. Aunque había tenido éxito en su misión, no pudo evitar recibir algunas heridas en el proceso. Sangre manchaba su traje y su cuerpo, recordatorios visibles de la batalla que había librado.