Abrió los ojos pesadamente, encontrándose con la molesta luz colarse por las ventanas de lo que parecía ser una habitación. No recordaba nada, bueno, tal vez si.
Recordó en silencio la desastrosa noche, y su encuentro con una dama misteriosa que le prometió cambiar su vida, y gracias a eso había terminado justo donde está, en una casa ajena siendo un posible y peligroso impostor.
Miro a su alrededor, mirando una bella habitación pero entre su recorrido noto la presencia de alguien más.
Trato de levantarse, notando vendas y demás cosas en su cuerpo, y como el dolor infernal que sintió la noche anterior solamente había cesado un poco. Volvió a ver, encontrándose con los curiosos ojos avellana de un pequeña niña que parecía vigilarlo con entusiasmo desde lo que parecía ser la escalera que descendía hacia abajo.
La niña pareció sobresaltarse un poco al encontrarse con la mirada del chico, pero inesperadamente, aun con esa apariencia tan descuidada la infante esbozó una sonrisa de par en par bajando las escaleras para después regresar con una caja de cereales, una caja de leche, un plato de plástico ondo y una cuchara a juego.
Pego arcadas de ahí hasta la cama donde se encontraba el moribundo individuo el cual se quedó pasmado ante la brillante presencia de la niña que saltaba y chillaba con alegría.
—¡Ne!, ¡Ne!—, llamo la atención la niña, mientras se posicionaba al borde de la cama, empezando a vertir el cereal de aritos coloridos en el platillo. —¿Cual es tú nombre?, ¡Soy Miri!—, pregunto entusiasta, para luego presentarse de inmediato.
La niña pacientemente esperaba una respuesta mientras le entregara el desayuno, por qué si, la niña le acababa de servir el desayuno.
—A,ah—, medianamente artículo palabra alguna, además de su garganta seca, había quedado pasmado ante la pequeña. —Am, mi nombre es Rei—, contestó con dificultad.
Rei podría jurar no haber presenciado algo tan brillante como la sonrisa que le brindaba esta pequeña niña, Miri. Le conmovia, y lo llenaba de paz, así mismo como el leve aroma embriagante a cítricos.
Se sentía bien por alguna razón.
✧*。
Por su parte Kazuki había echado a correr en busca de Ryu, era sábado, por ende Miri no debía ir a estudiar, era muy temprano como para que la pequeña se despertara, ¿no?, esperaba con todas sus fuerzas llegar a casa y solucionar aquel problema antes de que la niña siquiera se despierte.
Y estaba claro, llegó al local recién abierto, comentándole la situación al beta, y al final le pregunto con toda la determinación del mundo, si el sabía o tenía que ver con el caso.
Finalmente Ryu termino poniendo sobre la barra un sobre de Manila de tamaño carta, dejando expectante al alfa, el cual moria de nervios por tanto suspenso.
—El Boss necesita que le hagas un favor, Kazuki—, concluyó, haciendo que el alma del mencionado descendiera y diera tres paseos alrededor, ¿Había escuchado bien? ¿El Boss?
—¿A, a que te refieres Ryu...?—. Empezó a divagar nervioso, su voz se tornaba baja, y su usual sonrisa nerviosa en estas ocasiones había vuelto a formarse en su rostro.
—No puedo darte detalles, pero parece que el Boss está esmerado por el bienestar de el...—, empezó a explicar vagamente, limpiando como acostumbraba la vajilla que manejaba. —Si no estás dispuesto no hay problema—, comento, dejando ver la opción de negarse. —pero, antes de tomar una desición, lee los documentos y el mensaje que te dejo el Boss—, concluyó, haciendo estremecer al alfa.
El mismísimo jefe se había tomado las molestias de dejarle un mensaje entre el contenido de ese sobre. Miro a Ryu, encontrándose con la situación en donde están, decidir o no decidir lo que pareciera que le cambiaría la vida, o al menos eso fue lo que sintió.
Gruño ante la idea, y tomo el sobre. Si el jefe se había involucrado directamente, y además lo había escogido a él en su nombre para que le hiciese no un favor por la organización, si no que a ella misma, entonces verdaderamente aún más problemas se iban a avecinar.
Pero por alguna razón no podía considerar la opción de retirarse.
—Gracias Ryu—, fue lo único que dijo, para retomar sus pasos e irse por la puerta.
Por su parte, el beta miro el reloj en la pared cerca de su costado, eran las 8 de la mañana, era probablemente el inicio de algo que ni siquiera el podía entender bien.
(っ.❛ ᴗ ❛.)っ ¡Oh no! Capítulos irregulares.
ESTÁS LEYENDO
Ray of Light ||KazuRei||✧*。
FanficDespués de un millón de problemas, Kazuki Kurusu termina acogiendo a una pequeña niña, Miri, convirtiéndose en su rayito de luz. Pero no solo eso, luego Rei Suwa entrará en su vida, junto con más problemas y peligro. ¿Kazuki podrá aceptar que además...