Ray of Light ||KazuRei||✧⁠*⁠。

Warm milk

Rei no pudo dormir ni un poco, llamó a Ryu, pero este en ningún momento respondió, ¿Si quiera le marcó bien?, no estaba seguro. 

Eran más de media noche, y Kazuki ni siquiera había vuelto, solo eran él y una Miri dormida del cansancio de la guardería. 

Su calor había vuelto, y su inexperiencia también. No sabía qué hacer al respecto, como ayudarse o algo por el estilo, su única solución era estar en algún lugar fresco como... El baño. 

La tina no tenía rastro de agua, y su mirada solo se fijaba en la ventana que le mostraba la noche. No podía contemplarlo como le gustaría, su mente estaba en otra parte. 

El traqueo de la puerta cerrarse fue lo que lo levantó de inmediato. Solo había dos opciones, era un ladrón, o era Kazuki.

Cuando salió del baño en busca del responsable se encontró efectivamente con él. —Kazuki...

—Así que aún sigues despierto...—, respondió el Alfa. Este miró el reloj más cercano, —Son las tres de la madrugada, y aún sigues despierto. 

—Dijiste que me quedara con Miri, no que durmiera—, se excusó, como si tuviera que hacerlo. Y no tenía que hacerlo.

—¿Quieres que te de leche caliente para dormir?—, preguntó, lo más casual posible. 

Lo considero un poco, ¿Acaso era un niño pequeño? —Si.

Kazuki se dirigió a la cocina, sacó la caja de leche y la calentó en una pequeña olla. Rei se dedicó a mirarlo, analizarlo. Según su entendimiento, el Alfa no era el tipo de persona que preferiría manchar su ropa de sangre, era un mercenario que disfrutaba un trabajo de campo tranquilo, algo totalmente contrario a él. 

Una vez que Kazuki empezó a servir la leche ahora caliente en un vaso apropiado, se aproximó con cuidado.

—Creo que estoy empezando a acostumbrarme a esto—. Rompió el silencio y Rei lo miró con un rostro confundido. —Me refiero a eso, tu aroma—. Aclaró, sin ofrecer una mirada. 

Rei sintió que se contraía, eso no era bueno.

Kazuki le ofreció el vaso humeante, y Rei, aunque titubeante, lo recibió. —Um—, "Gracias" era lo que quería decir en realidad.

El alfa después de eso se fue arrastrando sus pies hasta la habitación de Miri, probablemente a verla antes de él mismo irse a dormir. Era un patrón que repetía constantemente.

La leche se la tomo de a sorbos.

Kazuki tampoco era el tipo de persona que ayudaba deliberadamente a alguien, siempre repetía la misma frase, esa que dice algo así como "no traer a casa algo que el trabajo pueda arrebatarte" o una porquería así, pero Miri era otra cosa. Él sabía que Miri era una excepción en cuanto a ese sermón, ella es importante para él.

Y él no era Miri, entonces, ¿por qué le ponía tanto empeño en mantenerlo a salvo?

¿Era simplemente por el favor de ella?

Se empezó a dormitar, la leche si estaba funcionando. 

✧⁠*⁠。

Al día siguiente, todo parecía ir de la mejor manera.

Kazuki le preparó mucho té para el dolor y lo mantuvo envuelto en mantas para que se sintiera confortable, todo lo necesario para que Rei no planteará volver a encerrarse en el baño con pastillas suicidas.

Pero había algo que debía admitir. 

—Estoy perdiendo el control.

Ryu no disimuló en absoluto su rostro de desagrado. —¿En serio?, ¡no lo puedo creer!—, dijo, con un claro tono de sarcasmo.

Kazuki que antes había puesto un rostro serio se desplomó. ¡Por supuesto que estaba perdiendo el control! ¿Qué es eso de estar yendo a misiones estando jubilado, y estarse acostumbrado a aromas ajenos?, —Ryu, ¿que se supone que debo hacer..?—, alargó la última sílaba.

—No tengo nada que ver—. Al parecer ahora se hizo costumbre que el alfa se viniera a quejar con el bartender. Claro, ¡siempre el bartender!

Kazuki seguía llorando encima de su mesón, que problemático. —Mejor deja de llorar y vuelve a casa—, «Tienes a un esposo y una hija que te esperan», bromeó en su cabeza. 

—El Boss dijo que lo dejara vivir conmigo, ¿Pero que se supone que tengo que hacer con él?—, empezó a divagar mientras hipaba. —¿Por qué debería cuidarlo igualmente?—, estaba demasiado borracho con su zumo de naranja al parecer. 

—¿Quieres que le pregunte o algo así?—, propuso, más bien como sarcasmo en vez de verídico, pero igualmente se sorprendió a ver cómo el alfa se cuestionaba su respuesta, o tal vez le sorprendió más que su respuesta después de cuestionarse fuese un: Si.