Solo Tú

-Cap 17-

Levanté mi vaso alto y tomé un sorbo de mi bebida; el sabor afrutado estalló en mi lengua.

-Me cuestiono la lógica de colocar una alfombra con rayas multicolores. Quiero decir, considerando que estamos en un bar, es probable que las bebidas se derramen con frecuencia. Sería más práctico contar con pisos de madera.

La nariz de Germán se arrugó.

-Pensás en las cosas más extrañas cuando estás bebiendo boludo.

-No, no es así.

-¿No? Hace solo unos minutos, ''reflexionaste'' sobre si las personas estarían mejor adaptadas a la vida de adultos si no vieran películas de Disney cuando niños.

-Ger esas películas están repletas de momentos trágicos y dolorosos. La mamá de Bambi falleció, Simba presenció el asesinato de su padre. Al viejo Yeller le dispararon, una aldea entera fue diezmada en Mulán, la mamá de Dumbo fue encarcelada por intentar proteger a su hijo, y la madre adoptiva de Tod lo abandonó en el bosque. Está bien, él era un zorro, pero había cazadores.

-Esa escena fue triste, pero fue My Girl la que destruyó mi infancia. Quiero decir, ¡El mejor amigo de Vada murió después de ser picado por abejas! Estuve aterrorizado de ellas durante meses después de eso.

-Dios, esa película fue traumática. La parte en la que el pequeño Thomas está en el ataúd y Vada lo pierde y comienza a llorar a mares... desde ese día algo cambió dentro de mi.

Tarareando la letra de la canción que sonaba, miré alrededor del exclusivo bar. Estaba de moda con su combinación de colores rojo, dorado y negro. No estaba abarrotado, pero estaba ocupado. Los clientes bebían, hablaban, se reían e incluso cantaban con la música.

Como había quedado el día anterior, vine aquí directamente del trabajo con Germán y algunos de nuestros compañeros de trabajo. Como me había olvidado de contárselo a Alexby e Iván, antes le había enviado un mensaje de texto rápido al conductor, informándole que tomaría un taxi a casa esta noche. También le envié un mensaje de texto a Iván, que asistía a otra cena tardía, para decirle que no volvería a su casa hasta tarde.

No había respondido hasta hace media hora, y solo había sido para preguntar en qué bar estaba, sin ningún "pasa un buen rato" ni nada por el estilo.

Germán tomó mi mano y admiró mis anillos.

-Me encantan estos, no sé por qué no me dejas probármelos, te los devolveré de inmediato.

-¿No crees que Iván se volvería loco?

-Él nunca lo sabría.

-Tenemos compañeros de trabajo a nuestro alrededor que definitivamente no dudarían en decirlo. -Chismosos, mejor dicho.

Bajó los hombros.

-Si, tienes razón. -Se inclinó más cerca y dijo. -Siento que algunos de ellos estén siendo raros contigo, no esperaba eso. No actúan de esa manera en el trabajo.

Lo hacían; Germán simplemente no había estado cerca para verlo.

Pero ahora no están en la empresa y no hay ningún Iván cerca para despedirlos, así que se sienten cómodos siendo groseros. Las dos chicas que solían mostrarme mala actitud en el trabajo, ahora se apoyaban la una a la otra y susurraban mientras me miraban. También soltaban una risita ocasional.

Ugh. Lo que sea.

Los hombres eran peores. Algunos de ellos siguieron haciendo comentarios pasivo-agresivos y comentarios en broma que en realidad no eran divertidos. Sin embargo, parecían encontrarlos divertidos. Bueno, al menos alguien se reía. Los peores se habían ido al bar para coquetear con algunos extraños al azar, y yo esperaba que se quedaran ahí.