-Cap 16-

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Al poner mi taza de café vacía en el escurridor a la mañana siguiente, escuché pasos acercándose. Decidido a no mostrar ninguna incomodidad, pegué mi sonrisa por defecto en mi rostro y volteé.

Maldita sea.

Ataviado y rezumando autoridad, Iván se veía increíblemente hermoso y totalmente a cargo.

Tan casual y distante como siempre, arqueó una ceja.

-¿Listo para irnos?

Aparentemente, estaba de acuerdo con el plan de "fingir que anoche nunca sucedió."

Bien. Eso facilitaba las cosas.

Asentí y recogí mis cosas.

-Listo.

En el auto, volví la mirada hacia la ventana y vi pasar su exuberante paisaje mientras descendíamos por el largo camino de entrada. La finca era realmente hermosa. Un lugar solitario para estar a veces, pero aún hermoso.

-No puede volver a suceder, Rodrigo.

Me obligué a no tensarme. Sin apartar la mirada de la ventana.

-Lo sé. -Porque nunca había dominado el arte de separar la emoción del sexo. Gracias a mi enamoramiento en desarrollo, ya estaba cerca de cruzar la línea emocional con Iván. Él simplemente no lo sabía. Si hiciéramos que dormir juntos fuera algo regular, sería una lucha para mí el no pasar de esa línea.

Al menos no había calificado anoche como un error. No se habría equivocado, pero aun así habría dolido oírlo decirlo.

Ansioso por cambiar de tema, lo miré y le dije.

-Diana y Wilbur vinieron a verme ayer mientras estabas hablando con los equipos.

Sus ojos carbon se entrecerraron levemente.

-¿Y solo me estás contando esto en este momento?

-Ayer estabas de muy mal humor. Supuse que podría esperar.

Levantó la pantalla de privacidad y preguntó.

-¿Qué dijeron?

-Me hablaron del fondo fiduciario; supuestamente, Karl estuvo de acuerdo con ellos en que yo debería saberlo. Diana y Wilbur intentaron convencerme de que solo te casaste conmigo para tener acceso a este; piensan que debería dejarte ahora para que no puedas usarme más de lo que ya lo has hecho.

La mandíbula de Iván se endureció.

-Me hubiera gustado que me lo dijeras de inmediato.

-Como dije, estabas de mal humor. Planeaba decírtelo cuando volviéramos a tu casa, pero no tuve mucho éxito en calmarte, y luego... -Luego me cogiste en tu cocina. Pensé

-Diana debería haberlo sabido mejor. Le advertí a Wilbur que te dejara en paz. Parece que ser excluido de su casino favorito no ha sido suficiente para hacerlo cambiar sus costumbres.

Fruncí el ceño.

-¿Hiciste que fuera excluido de un casino?

-Después de su último discurso sobre Iván es malvado, sí. Estaba tratando de sembrar discordia entre nosotros, tratando de complicar mi vida. Pero solo estaba demostrando que puedo responder de la misma manera. Wilbur solía jugar cartas todas las semanas en el casino con un grupo de ricos tontos que apostaban de todo, desde dinero hasta animales. Ahora ya no puede hacerlo y lo detesta, pero aún no ha renunciado a ello.

-Sin duda, él puede sentir que su parte de tu fondo fiduciario se le escapa y nunca lo iba a permitir. -Realmente me encantaría estrangular a la comadreja por estar tan codiciosamente decidido a obtener dinero y activos que no eran legítimamente suyos, que realmente jodería la vida de su hermano de esta manera. -Probablemente estaban mintiendo al decir que Karl se unió a ellos en esto.

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