Solo Tú

-Cap 30-

Elevando la mirada desde mi lector electrónico la noche siguiente, suspiré al ver al gato sentado frente a mí en la cama. Me estaba mirando, moviendo la cola.

-Él estará aquí cuando haya terminado en su oficina. -Le dije.

Iván había insistido mucho la primera noche que lo trajo a casa en que Barry no dormiría en la habitación con nosotros, pero después de escucharlo maullar y arañar la puerta durante lo que le parecieron horas, se rindió. Sin embargo, en realidad no dormía cerca de nosotros. Se acomodaba en el estante de mi clóset. Entendiendo que el había reclamado el lugar como suyo, moví su cama ahí.

Cuando Iván se dirigió a su oficina después de la cena, llevé a Barry a mi habitación. Lo alimenté, lo acaricié y jugué con el antes de que se adentrara en el armario para tomar una siesta, pero sí, parecía estar cansado de mí en ese momento. Quería a su héroe.

Regresé a mi lector electrónico, necesitaba relajarme un poco. Me sentía completamente tenso, hasta ahora no había estado nervioso por la recepción. Quiero decir, era solo una fiesta, pero ahora que solo faltaban dos días, me sentía constantemente inquieto.

No estaba nervioso de una mala manera. Era el tipo de nerviosismo que sentías antes de algo importante. Había una pizca de anticipación y un hilo de emoción, todo mezclado con ello.

Solo hacía que fuera aún mejor que Mayichi fuera desinvitada oficialmente. Ni Laura ni Mario se habían opuesto o estaban molestos con la decisión de Iván de que no asistiria, lo cual era algo muy bueno porque nada de lo que hubieran dicho podría haber cambiado su opinión. Solo habían mirado a su hija con ojos tristes.

Mayichi había salido furiosa de la casa, arrastrando a Tubbo con ella.

No le había molestado que su invitación fuera revocada. No, estaba enojada porque sus padres no protestaron. Y en ese momento me di cuenta de por qué decía que estaba saliendo con Tomás. No fue solo para lastimarme, ella quería que Iván armará un escándalo para que sus padres intervinieran. Esperaba que la defendieran y echaran a Iván de la casa, sabiendo que me habría ido con él, y luego, bingo, finalmente habría creado una división entre sus padres y yo.

Fue un plan astuto. Sus padres siempre la habían defendido en el pasado, por lo que tenía todas las razones para estar segura de que lo volverían a hacer. Demonios, ni siquiera yo esperaba que expresaran sus pensamientos de esa manera anoche. Aunque me alegré de que lo hicieran, me entristeció que los hubieran puesto en una posición en la que tuvieran que hacerlo.

Ahora estaban sufriendo y les preocupaba que ella pudiera mantener a Tubbo alejado de ellos por despecho. Probablemente lo haría, pero solo hasta que necesitara una niñera. Luego aparecería en su puerta y actuaría como si les estuviera haciendo un favor al permitirles ver a su nieto. En realidad, solo lo querría fuera de sus manos por un corto tiempo.

Cuando Laura me llamó anoche para disculparse por el comportamiento de Mayichi, a lo que yo, como de costumbre, le dije que no era necesario, también me preguntó sobre todo el asunto del chantaje. Le aconsejé que le preguntara a Mayichi, pensando que ella tenía el derecho de contarles a sus padres ella misma. Pero entonces la voz de Laura se quebró, se emocionó y... bueno, le dije la verdad. No salió bien y sospeché que Mario estaría igualmente molesto.

Al escuchar el timbre de mi teléfono, lo agarré de la mesita de noche y miré la pantalla. Sonreí al ver que era un mensaje de texto de Iván.

Pasé mi pulgar sobre la pantalla y abrí el mensaje.

-No, si empiezo a salir por las noches, Rodrigo empezará a hacer preguntas. Volverá a pensar en esas fotos y se preguntará si le mentí. Te advertí que no podríamos vernos tanto hasta que me divorciara de él. Dijiste que podías lidiar con eso, así que hazlo. Iré a verte cuando pueda. No tienes motivos para sentirte celoso, sabes que eres el único que quiero.