Embarazo Oculto

6. Primer amor de madre

Amelia se queda inmóvil al escuchar la voz de Chris en aquella llamada, su mente no se desidia si responder o no decir nada en ese momento.

¿Seguirás ignorándome? – le pregunta él.

Decide cortar la llamada, recuerda muy bien que Chris le mintió y que su amor hacia ella era una falsedad, pues él ya tenía a alguien es su vida.

Chris mirándola de lejos siente que su mundo ya no es el mismo sin ella, haciendo que naufrague en los recuerdos.

¿Tan rápido me olvidaste? – piensa él.

¿Qué te pasa? ¿Ya se te daño el cerebro? – pregunta Nath acercándose curiosa por su actitud.

Chris volviendo a la realidad, cambia su expresión nuevamente para que ella no se preocupe, no quiere que nadie se entere de su situación personal.

¿Qué me miras? – dice él frunciendo el sueño.

¿Escuchaste lo que pregunte? – le dice Nath

Él no responde y se va hacia su auto. Le dice que ya se tienen que ir, pero ella queda inquieta por lo que vio.

Amelia que iba caminando hacia el paradero del bus se cuestiona ¿si lo que ha hecho hasta el momento está bien?

Al llegar a su apartamento, ya era el atardecer el cual estaba hermoso ante sus ojos sentándose frente a la ventana haciendo que su corazón y su mente se sintieran cálidos, pensaba en que se acercaba la fecha de la primera ecografía para ver por primera vez a su bebé, tuvo una mezcla de sentimientos y emociones de felicidad, angustia e inseguridad, pero el sentimiento más grande el amor hacía ser que está en camino y aun no conocía.

Esa noche se sintió tan tranquila y cómoda a pesar de la situación que estaba pasando, solo podía acariciar su vientre y hablarle a su más grande amor.

Bebé, mamá te ama mucho ¿sabes? – dice ella tiernamente, sintiendo por primera vez el amor de ser madre.

Llegaste sorpresivamente a mi vida y ahora eres mi más hermosa compañía – continua diciendo ella.

También tienes un papá, que ... - se queda calla mientras sus lágrimas brotan de sus ojos que se entristecen al pensar que su hijo no estará cerca a su padre y ella a la persona que ama.

Un sentimiento de tristeza y desilusión la invadió inmensamente en su pecho haciendo que llorara cada vez más, pensando porque la vida la trataba de esa forma y ahora a tu pequeño hijo.

No te preocupes, mi vida mamá está bien solo estoy feliz de que estés en mi vida – dice llorando y tocando su vientre, pero las ganas de tener a esa persona amada al lado suyo celebrando la notica de hijo la hacía sentir más decepcionada.

«¿Cómo te sentirías si supieras que serás padre? Debiste ser honesto conmigo, pero solo resultaste ser un idiota» - piensa ella mientras se clama.

No quiere pensar más en eso, estaba decidida a darle lo mejor a su hijo. Pasa la noche ya tranquila después de haber sacado todo ese peso que sentía.

En cambio, Chris al llegar a su casa solamente tenía a Amelia en su mente al ver lo hermosa y deslumbrante que estaba ese día hizo que sonriera un poco.

Ahh, Amelia ¿qué hiciste conmigo? – dice él mientras se recuesta en la cama.

Ja, aun no lo creo que ella me esté ignorando de esa manera – dice él.

Él la llama a su teléfono, pero ella lo tiene apagado.

De repente, recibe un mensaje de texto de un número desconocido – No te acerques más a Amelia, imbécil.

Él se sienta en la cama, sorprendido del mensaje que acaba de llegar y llama a ese número, pero está apagado.

Amelia ¿ya tienes a alguien que te defienda? – se pregunta Chris tristemente y con ese sentimiento de ira, sin embargo, empezó a llorar en silencio como si fuera un niño que hubiese perdido algo muy preciado.

Te fuiste de repente y ahora recibo este tipo de cosas, ¿estas feliz con tu nuevo amor? Hipócrita – dice Chris mientras golpea la pared.

Se recuesta en el sillón tratando de calmarse, no quería lo escucharan la casa no está sola y él estaba elevando la voz, pero recibe una llamada.

ALÓ – habla él duramente.

Hola Chris ¿Cómo estás? – saluda una mujer.

Chris le cuelga y se enfurece más, pero aquella mujer vuelve a llamar, esta vez contesta de nuevo.

Chris ... - es interrumpida.

Déjame tranquilo – responde él y no le vuelve a responder, decide no apagar el celular porque aún tiene la esperanza que Amelia lo busque nuevamente.

Aquella mujer que estaba llamando era Erika Sanders.

Nath que estaba afuera de la habitación de Chris escucho todo lo que dicho y el golpe que le dio a la pared.

Mm, Amelia – dice Nath curiosa al escucharlo de esa manera.

Chris se acuesta en sillón en medio de su ira y tristeza, llorando como nunca lo había hecho en su vida debido a esa mujer que amaba, él un hombre frio e indiferente.

Pasan los días, ella renuncia a su trabajo y decide mudarse a otra parte que este lejos de aquel considerando que es lo mejor para su hijo.