Azul Sempiterno

Julio

Julio llega lleno de nostalgia, acompañado de alguna que otras copas de mi fiel amigo el malbec, todas tus fotos son un como una especie de acero caliente que deja marcas que duelen tanto, tantas heridas por suturar desde ese veintiocho de mayo, el mismo día que le diste una vuelta de hoja a nuestra historia.
¿Te parece justo que dejes el libro de nuestra historia a medio hacer?
¿Porqué usaste mi corazón como sí fuera un estúpido origami de pasatiempo?
¿Qué será de ti ahora que ni dudaste en decir adiós a lo nuestro?
¿Como te atreves a pasar por mi mente con la misma rapidez que el Chevrolet de tu padre?
Espero que Julio me trate bien, porque él ni siquiera tuvo el valor de dar explicaciones,
Julio al menos ten la delicadeza de mandar señales de que pasará porque no podré soportar que esos recuerdos enterrados y hechos cenizas aparezcan, resurgan como el primer día, como aquel seis de enero.
¿Quién te crees para pisotear todas mis esperanzas para luego aparecer con la intención de saber sí aun te amo?
¿Para que exiges derecho de piso sí cuando fui tu tierra natal te fuiste cual foráneo errante?
¿Julio podrías gritarle que desaparezca de mi vida?
Porque ahora que lo tengo cerca él es un recuerdo constante del porque no lo busque en tantos años, miles de escritos desde que se fue aquel veintiocho de mayo, hoy tus mentiras veo caer, era tan simple de entender, nunca me quisiste a mí, solo te gustaba que alimentará tu ego.