Peligroso Reencuentro (Eternidad Solitaria #2)

Capítulo 1

Holaaaaa

siento poner esto ahora pero os voy a ir dejando fotos en multimedia para que os hagais una idea de como son los personajes de la historia (aunque creo que deberia haberlo hecho en la primera parte). Espero que os gusten mas o menos las fotos que elegi.

En este cap teneis una foto de Amy

El suelo estaba frío y húmedo, y en ese momento era el lugar más incómodo del mundo. El ambiente olía a humedad y a suciedad. Sus ojos tardaron en recuperar la vista por completo hasta que pudo ver que estaba rodeado por cuatro paredes de piedra gris. Intentó incorporarse pero la parte trasera de su cabeza se quejó al instante. Cuando logró sentarse apoyando la espalda en la pared estuvo al tanto de las cadenas que le ataban ambas muñecas. Tiró. Muy fuerte. Intentó librarse del hierro que le tenía retenido y lo único que se le pasaba por la cabeza era el por qué de aquella situación. Estaba confuso y lo último que recordaba era que unos hombres habían entrado en su casa y lo cogieron junto con Emily... ¡Dios, Emily! Tiró de las cadenas de nuevo hasta que sus muñecas sangraron y rezó suplicando que no le hubiese pasado nada a su hermana pequeña. Solo era una niña de nueve años y a esos cabrones les importó una mierda. Lo que tenía bastante claro era que ya no estaba en Estados Unidos, había oído los motores del avión y el vuelo fue muy largo.

La celda en la que estaba encerrado estaba solamente iluminada por la débil luz que se colaba por una ventana que había en una de las paredes. Si pudiera levantarse solo un momento sin que le doliera todo el cuerpo podría saber más o menos en que parte del mundo estaba, aunque solo con notar el frío que hacía allí podía sospechar que estaba en un país del norte de Europa: Finlandia, puede que Rusia. Luego se percató de que solo iba con unos vaqueros, de cintura para arriba estaba desnudo y... herido.

Sus secuestradores no le habían comunicado a dónde se lo llevaban y por qué, aunque claramente tu secuestrador no te dirá nada porque pasará de ti como de la mierda. Frente a él estaba su única salida, una puerta de madera que le negaba el paso hacia la libertad. Esto claramente era por culpa de su padre. Se había ganado la enemistad de cada criminal que había metido en la trena y esto era la venganza de aquella dura penitencia. ¿Qué pensarán sus amigos? ¿Su familia? ¿Scarlet? ¿Cómo pudo olvidarse de ella por completo? Se enteraría de su desaparición y seguramente se quedaría destrozada. La echaba de menos, sus labios, sus ojos, su sonrisa... todo en ella era perfecto y quería volver a sentir su piel pegada a la de él. Si alguna vez la volvía a ver le haría el amor las veces necesarias para recuperar el tiempo perdido.

Unos pasos se acercaron a la puerta de la celda y luego el sonido de unas llaves abriendo la cerradura. La puerta se abrió con un chirrido horripilante y dejó ver a una figura vestida de negro tenebrosa e intimidante. Se acercó a él con paso lento y mandó cerrar la puerta a un hombre en un idioma que no supo reconocer. Lucas no se sentía asustado, encaró al extraño con la misma mirada que le echaba él.

-Tu valentía es admirable.- Su voz era lo peor. La sintió como un cuchillo en el estómago. Era grave y oscura, como todo su ser.

-¿Quién eres?- preguntó reuniendo fuerzas para no insultarle de todas las maneras posibles.

-Aquí yo hago las preguntas, humano.

Aunque intentaba parecer amistoso, su voz prometía amenazas y tortura, era un hombre extraño que le había llamado "humano". Si intentaba insultar debería pagar unas clases para mejorar.

-No sabes quién soy, pero yo lo sé todo sobre ti. Tu madre está también en un lugar como este y tu hermana... Bueno, ella me pidió que no os tocara.

-¿Ella?

Si había cogido a Scarlet moriría de desesperación, ya no le quedaría nada.

-Piensas que la conoces pero en realidad no sabes nada sobre ella.- Se acercó y le cogió por el cuello obligándole a levantarse sin apartar las miradas-. Ha vivido demasiado tiempo como para elegir a quien quiere a su lado y no sé qué es lo que ha visto en un humano como tú.