Peligroso Reencuentro (Eternidad Solitaria #2)

Capítulo 28

           

-Sabes muy bien que Samuel no es de fiar. No deberías llevarlo contigo.

-Él asegura que ya no está del lado de Dmitri, pero antes tiene que probarlo, por eso se viene conmigo. Tú te quedarás cuidando de la casa mientras esté fuera. No me fio de Amara estando sola, sobre todo con Emily, Lucas y Samantha también aquí. Cuida de ellos.

-Está bien.- Alexei acabó cediendo-. ¿Has comido? Has dado mucha sangre.

-Estoy bien.

Katerina había entregado pequeños tubos con su sangre cuando cada uno de los suyos se marchó a su respectiva misión. Cabía la posibilidad de que Dmitri hubiese repartido esas balas letales entre los suyos y dado que la sangre de Katerina parecía ser la única cura no dudó en entregar una pequeña parte de ella.

-Voy a ver solo a los que ya han llegado y puede que organice una pequeña reunión cuando ya estén todos en Londres. Hay que tener cuidado. En los próximos días la ciudad estará llena de vampiros y no quiero que me lleguen noticias de humanos muertos desangrados.- En la entrada de la casa se puso la chaqueta y se despidió de su padre antes de cerrar la puerta. Samuel la esperaba al lado del coche que había aparcado en frente de la mansión-. Ha pasado más de un siglo, Samuel. La última vez que te vi eras un cuerpo moribundo en la calle. Y parece que conseguiste finalmente lo que querías.

-Así es.

-¿Y cómo te ha ido desde entonces?- Samuel no se atrevió a mirarla y hacía bien. Katerina sabía muy bien que su vida había sido un infierno-. ¿Fue Camille tu creadora?- Un gesto de afirmación-. ¿Me odias por haberla matado?- Negación-. ¿Se lo merecía?- Afirmación-. Te advertí sobre ella y no me hiciste caso. Un tonto enamorado que habría tenido una maravillosa vida humana si sus emociones no le hubiesen nublado el juicio.- Parecía una madre dándole una lección a su hijo. Apartó ese pensamiento de inmediato-. ¿Sabes que las malas acciones traen consecuencias?- Afirmación-. Deja de mover la cabeza y contesta con palabras. No soy tu madre.

-Sí.

-¿Qué fue de tus padres después de tu transformación?

-Los maté durante un ataque de hambre.

-¿Qué pasó después?

-Me fui de Inglaterra durante unas cuantas décadas. Nunca se supo que fue lo que los mató.

-¿Alguna vez Dmitri te ha mandado matar a alguien?

-Sí. Básicamente me obligó a hacerlo.

-Es cierto. Puede obligarnos a matar gente incluso después de muerto- dijo abriendo la puerta del conductor-. Sube.

Samuel no la hizo esperar y se acomodó a su lado. Se le veía el miedo en los ojos y Katerina suspiró.

-No voy a matarte, Samuel. Al menos no de momento.- Se incorporó al tráfico de Londres-. Ya me ha dicho Lucas que habéis hablado. Dime una cosa, Samuel, ¿intentaste deshacerte de él cuando era un bebé?

-¡Por supuesto que no! ¡Es mi hijo!- Parecía horrorizado.

-Dmitri puede hacer que desees la muerte. Tienes el cuerpo y el alma de un hombre común después de una tortura. Me pregunto cómo sigues cuerdo.

-Es debido a ti.

Katerina se sorprendió, pero no apartó la mirada de la carretera.

-Explícate.

-Cuando estuve encerrado, me llegaron noticias de que estabas protegiendo a mi familia y eso me ayudó a seguir adelante.

-No lo hice por ti.