Capítulo 20

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-¿Quieres dejar de mirar a toda la gente que pasa por nuestro lado, por favor?- preguntó Katerina mientras observaba algo divertida como Lucas clavaba la mirada en cada persona que pasaba a su lado.

-Lo siento, pero no acabo de entender como a esta gente no le importa lo que eres.

-¿No le estas dando demasiada importancia al asunto? Ven aquí.

Katerina se sentó en un pequeño banco con vistas al mar e invitó a Lucas a que ocupara el lugar a su lado. Cogió su mano entre las suyas y le miró sin poder ocultar la sonrisa.

-Es cierto que tenemos que mantener nuestra existencia en secreto, pero hay algunas excepciones. Esta isla es un buen ejemplo. Todos sus habitantes saben la verdad. Los ancianos fallecen sabiéndolo y los niños lo saben mientras crecen. Los turistas ya son otro cantar.

-De entre todos los lugares del mundo, ¿por qué esta isla?

Katerina cerró los ojos y respiró profundamente como si lo que le fuera a contar no fuera cosa sencilla.

-Que Alena y sus antepasados se trasladaran a vivir aquí es una de las razones, pero la otra fue por un estúpido error.

-¿Tan grave?

-Desaparecí casi 10 años. ¿Cómo de grave crees que es?

-Vaya, creo que se te da muy bien.

-¿El qué?

-Desaparecer.

Lucas se arrepintió al instante y abrió la boca para disculparse, pero no salió nada porque donde creía que habría una Katerina enfadada, había una que esbozaba una sonrisa triste.

-Por aquel entonces no conocía otra manera de remediar mis errores. Si le hacía daño a alguien lo mejor era lo que tú decías: desaparecer.

-Perdóname. No quería que sonara tan mal...

-No, no te disculpes. Solamente has dicho la verdad.

Había cosas del pasado que no se podían cambiar, pero había perdido la cuenta de cuantas había deseado un poder que la permitiera retroceder en el tiempo.

-Cuando estaba en coma- empezó diciendo ella-, esa sangre era la tuya, ¿verdad?

-Si, lo era.

-Gracias. Sé que te arriesgaste por mí y nunca sabré como compensártelo, pero si no lo hubieses hecho, probablemente ahora estarías muerto y yo seguiría inconsciente en aquella cama.

Se acercó más a ella y colocó ambas manos en las mejillas de la chica.

-Habría hecho cualquier cosa con tal de volver a oír tu voz- susurró en sus labios antes de besarla con calidez y suavidad hasta que sus problemas desaparecieron y solo existían aquel banco, el mar y ellos dos. Fue él el que rompió el beso y acabó apoyando su frente contra la de ella.

-Una última cosa. ¿Y si alguien revelara el secreto?

-Hay miembros de nuestra especie capaces de borrar los recuerdos de cualquier mente. Y aparte están los traidores a los que, por desgracia, hay que arrancar de raíz.

Lucas observó que Katerina se perdía la vista en el horizonte y callaba de repente. Su expresión se tensó y apretó la mandíbula. Estaba recordando, y no parecía ser algo bonito. Lucas le acarició el mentón y suavemente, para sorpresa de ella, pegó los labios a los suyos.

-Odio cuando te pierdes en tus recuerdos, pero ¿quieres contármelo?

-No... No es necesario. Es que este tema no es muy agradable para hablar y no quiero fastidiar esta noche.

Peligroso Reencuentro (Eternidad Solitaria #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora