Sueños de Juventud (SDI #1)

Capitulo 22

-Te pregunto de nuevo Kenneth, ¿qué quieres?

Tenerla de nuevo frente a mí, había borrado cualquier enojo, cualquier frustración que sentía hace minutos. Le perdonaría todo, solo quería abrazarla y besarla. Recordé como la noche anterior había sido mía, eso indicaba que me amaba, y yo lo hacía también.

La miré, esperando que sus ojos se suavizaran, dejándome entrar de nuevo y romper la coraza que ella estaba poniendo entre nosotros. No dije nada, ni ella lo hizo; solo esperaba que no tirara la puerta a la cara, todo lo que había pasado era demasiado confuso, caminé y puse la mano en la puerta tirando la pequeña hacha al suelo.

-Yo...-tragué fuerte, era la primera vez que pensaba que mi futuro se iba directo a la mierda, y no quería eso. Admito que, no sabía ni que decir-,¿por qué me dejaste?- dije al final, pues tenía tantas dudas, pero esa era la que más me atormentaba. Abril sin siquiera mostrar dolor, arrepentimientos, tan siquiera un mirada vaga. Nada; solo parada con los brazos cruzados viendo como si fuera la peor escoria de la vida. Me indigne, o sea que en verdad lo que habíamos pasado no había valido ni mierda para ella; era que sintiera lo mismo que la hice sentir ¿Se estaba vengando de mí?-Abril, ¿te estas vengando?, contéstame, ¿O es qué ni siquiera tienes el valor de decírmelo a la cara?

-Por favor, Kenneth. Esto no se compara ni un poco a lo que me hiciste tú-masculló molesta; me arrepentí en cuanto vi como cambiaba de postura, sabía que lo que venía iba a doler más y más.-,No tienes ni una puta idea. No vengas de digno ahora ¡Que no se te da!

-Suéltalo, si lo que querías era enamorarme justo como lo hizo tu amiga-grité para que Paty escuchara, pues ella también había dañado a Bruno-, y luego dejarme en claro que no había pasado nada. Solo dilo, di que estas casada o comprometida; pero hazlo ahorita, porque si no me das una buena razón para alejarme de ti-callé un segundo mientras ponía la mano sobre mi pecho; sentía que iba a caer de una hipertensión-.Yo te seguiré por el resto de mi vida, y no te dejaré en paz hasta que me aceptes de nuevo. Porque te amo Abril, y sé que tú a mí también.

No mentía, ya que si ella se alejaba de mí solo porque estaba confundida o dolida, no me iba a ir. Tenía que destrozarme el corazón, machacarlo, cortarlo, mutilarlo, licuarlo, y tirarlo al mar; tal vez así la dejaría en paz.

-No- dijo negando su cabeza-, lo siento Kenneth; pero yo... yo no puedo seguir en este juego absurdo. Sé que terminaré peor de lo que vine si me llego a quedar contigo, porque tú tienes miedo; lo noto en tu mirada.

-¡Claro que lo tengo! Tengo miedo de amarte como lo hago, pero aun así no me importa. Porque anoche pasé el mejor día de mi vida, pensé que te iba a perder y cuando estuvimos juntos todos esos miedos se esfumaron como si nunca hubiesen existidos.

Podía sentir los latidos de mi corazón zumbar en mi cabeza; era como si una fuerza fuera de este mundo me poseía y algo celestial hablaba por mí; estaba suplicándole que me amara, que no me dejara. Abril, no la entendía, ahora menos que nunca; lagrimas caían por sus mejillas, sus labios temblaban como si una cadena no le permitiera soltar todo lo que necesitaba decir.

Un ruido por detrás de nosotros hizo que me distrajera y Paty salió para mirar a su amiga; cuando notó esas gotas que emergían de su ser, la abrazó y no sin antes soltar esa lengua floja que tenía: -Kenneth, vete ¿Si? Te la cogiste, dos veces, qué quieres más. No me vengas a decir que en verdad la amas, como lo dijo tu amigo hipócrita, si días atrás solo pensaban en cogernos- sí, Paty tenía razón. Bruno decía que no sentía nada por ella; pero obviamente solo escondía sus sentimientos. Por mi parte, yo nunca le mentí desde que la besé en la fiesta, siempre tenía esa atracción por ella que deseaba más, y cuando le pedí una oportunidad era por que en verdad la ansiaba.