Por lo poco que Bruno me había indicado, Patricia vivía en la ciudad, en una pequeña casa cerca de la escuela. No hablé más con él pues aún se encontraba en mi departamento más ebrio de lo que había dejado; su odio y rencor con Paty era grande, no quería seguir echando sal a la herida.
Cuando cruce a la callé de nuestra escuela, pude observar a lo lejos una casa de color magenta. Por sus colores, había dado de inmediato con ella. Estacioné el auto frente a la puerta, saliendo apurado y con el frio que me calaba hasta los huesos; mi padre se había ofrecido a traerme, pero no quería molestarlo más. Debía que arreglar este problema yo mismo, y aunque agradecí su ayuda, yo entendía que lo hacía por mamá, por la ilusión de tener una nieta en navidad.
Verifiqué en los alrededores, no quería que nadie me viese aquí; pues podría ocasionarle problemas con su novio. Tocando el timbre de la puerta espere frente a ella.
Nada.
Está dormida
Pensé, pero no había venido sin ninguna razón. Debía intentarlo una vez más, tocando de nuevo la puerta. Vi como desde adentro una lámpara se iluminó. Sentí la puerta abrirse y unos pasos arrastrarse por el sendero que llegaba a la puerta principal.
Al salir, su cara traía una sonrisa que fue opacada por un descontento tan notorio-¡Ah! Eras tú- Se quejó, como si esperaba a alguien más.-¿Qué quieres pedazo de caca asoleada?
-¡Tan linda tu como siempre!-espeté con sarcasmo-No tengo la culpa, que no sea la persona...-y el sol brilló ante mis ojos, a pesar que no había amanecido-, ¿esperabas a Bruno?
Dolida, intentó cerrar la puerta; pero la atrape antes de que eso fuera posible-¡Eres un asco! Dime, qué putas quieres. No estoy de humor en este momento.
-Paty, ¿dónde está Abril?-cuestioné haciendo un poco de presión para que no dejarla entrar en su coraza.-¡Te lo suplico!
Mordió su labio, mientras liberaba la puerta por completo. Con señas me indicó que entrará, obedecí hasta que llegamos a la sala de estar. Al entrar, su casa era acogedora, con un agradable olor a piñuela que complementaba el ambiente de hogar que emanaba en cualquier lado. Tenía dos pequeñas sillas de madera, con un cojín de color carmesí.
«¡Que bonita casa!-exclamé en voz alta.
Frente a mi Patricia, con sus brazos cruzados, evidentemente molesta por venir a estas horas. Pidiéndole disculpas le pedí que me ayudara, que sí, había sido un tonto, egoísta, cerdo machista, culero de mierda, todo y más que ella poco a poco iba agregando pero que amaba a Abril.
«Al menos tuviste el valor de buscarla-comentó decepcionada, pobre de ella. Bruno era orgulloso, y él no la buscaría, lo conocía tanto-¡En fin!-suspiró, y empezó a contarme como ambas habían hecho la promesa de divertirse antes de que le dieran a la niña; Abril por temor a verme no quería ir, sabía que iba a caer de nuevo a mí, pero luego se les ocurrió hacernos lo mismo que nosotros le hicimos a ellas en el instituto.
Claramente, no contaron con que en verdad no habíamos enamorados. Y también Patricia no contó que en verdad se iba a enamorar de Bruno, sabía que ella estaba dolida tanto como mi amigo; lo notaba cada vez que decía su nombre, un brillo aparecía en sus labios ¡Que podía hacer por ellos!
-Paty, pero cómo es que ha hecho Abril para estar con...
Callé al no saber el nombre de la niña. Patricia prosiguió con mi inquietud- ¿Kenia?
¡Kenia!
Me asombré al ver la similitud de mi nombre- ¿Así se llama?
-No, tarado. Le decimos así de carriño, pero se llama Orphelina...Obvio, que así se llama- exclamó lanzándome el almohadón de su silla-. Abril ha sufrido mucho, ella ha tenido que pagar su error, dejar a su bebé la marcó para toda la vida.
Se alzó para sacar un álbum de un cajón que había en la esquina del cuarto, lanzándomelo, explicó que la morena, trabajaba de día y estudiaba de noche para no dejar de lado sus sueños. Que cada vez que el gobierno movía a la niña, ella se iba con ella. A veces trabajaba de sirvienta con ella, o simplemente la dejaban tener contacto. Cuando por fin sacó su licenciatura, la juez encargada le brindo la custodia. Total.
-Sí, seis años de sacrificios valieron la pena. Para ver a Abril feliz, solo le faltabas tu-sollozó-.Ella aún tenía la esperanza que tu estarías con ambas. ¡Que tonta verdad!
Esta chica, si sabía herir tus sentimientos. Resignado hojeaba cada foto de ellas, y en cada una, una familia detrás.
«Cuanto debió haber sufrido ella, sabiendo que no podía sacarla si no iba alguien más. Sin tener un momento de madre e hija. Por mi culpa.»
-No lo es, porque si voy a estar con ellas.
Si Paty, estaba dolida porque pensaba que Bruno no la tomaba en serio, no era mi problema. Pero si era, que le dijera tonta a Abril. -Esa mañana, fui el peor hombre del mundo- inicié-, pero sé que debo hacerlo. No me quites el impulso, por favor no me hagas esto. Siente mi miedo, es el mismo que siente Bruno, al saber que te perdió. Es el mismo que sientes tú al esperarlo cada día, para escaparte con él ¿o no?- rogaba de qué mis palabras hicieran algún tipo de eco en ella, que calaran y se apiadara de mi.-Paty, no dejes que el miedo te gobierne.
-No, no quiero hablar de Bruno. El jamás me dará seguridad, una familia; y no seré una más del montón-me interrumpió titubeando, su labio inferior temblaba de rabia y de tristeza.
Me acerqué y la tomé en mis brazos cubriéndola. Sabía que le dolía, porque me sentía de la misma manera que ella.-Bruno te ama, solo arriésgate.
Se oprimió en mi pecho, limpiando los mocos de su nariz. Y apretando su mandíbula añadió:-Sé que me voy arrepentir toda mi vida- dicho esto, saco de su cartera una tarjeta.
Brindándomela, se encontraba en ella una dirección escrita. La tomé y empecé a pensar ¿Era de Abril?-Si, tonto-me contestó como si supiera leer mis pensamientos-.Vete, antes de que me arrepienta.
Estrujé la tarjeta, mientras besé su mejilla. Sin despedirme correctamente, salí como un loco por la puerta para llegar a mi auto. Adentro, vi con sigilo la dirección. Suspirando, ya tenía el lugar, era solo de ir, y de suplicarle su perdón. El de ella, y el de mi Kenia.
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Ahora si ¿Puedo llorar?
No me maten, si no es lo que esperan ;_;
Si quieren que les dedique un capitulo, pongan en este apartado sus user :D, son al rededor de 25 :D
Besos
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Sueños de Juventud (SDI #1)
ChickLit"Cuando un hombre ama a una mujer, su mente no puede estar en nada más." Kenneth siempre ha sido, desde muy joven, un mujeriego dispuesto a pasarse la vida de cama en cama, mintiendo, mancillando y prometiendo la luna a cambio de tener al mayor nú...