Capítulo 16

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María

Era sábado por la mañana y como Jude a estas horas estaba medianamente libre, tenía pensado llamarlo por Skype. Alejandro estaba en el gimnasio y Sofía había ido a comprar no sé qué para otro de sus proyectos de clase, por lo que era el momento idóneo para hablar tranquilamente con el inglés.

Me estaba preparando unas tostadas y un café cuando decido llamarlo. A los tres tonos veo como en la pantalla de mi portátil aparece su cara y mitad de su cuerpo, vestido como no con el chándal de su selección.

- Buenos días madrileña.

Él ahora mismo estaba en su tiempo libre y se encontraba en una sala de hotel junto con alguno de sus compañeros, que aparecían de fondo alguna que otra vez.

- Madrileña dice, más quisieras. Podré vivir toda una vida en Madrid pero siempre seguiré siendo más gallega que el pulpo.

- Un día me tendrás que llevar a probarlo, ¿no? 

- Cuándo quieras. - en ese momento acababan de saltar las tostadas de la tostadora por lo que me levanto a buscarlas y me sirvo el café en una taza. 

- A ver lo que pones a las tostadas, sorpréndeme.

- Si ya sabes lo que desayuno, no te hagas el gracioso.

Siempre pero siempre desayuno unas buenas tostadas con aceite, tomate y jamón, typical spanish breakfast, mucho nos tienen que envidiar los extranjeros.

- Tengo que decir a vuestro favor que me gusta, sabe muy bien, pero nada como el desayuno inglés.

- Mentira, el desayuno inglés está sobrevalorado. Yo quiero desayunar no comer como si llevara meses sin probar bocado, madre mía menuda bomba.

- Envidiosa. Y, ¿qué tal todo por ahí? Veo la casa muy tranquila para ser vosotros tres.

- ¿Verdad que sí? Es que Ale fue al gimnasio y Sof fue a comprar materiales para un nuevo proyecto, así que estoy sola ahora mismo, qué paz. ¿Y tú qué tal? ¿hay nervios por el partido?

- Bien como ves, ahora estamos en nuestra hora libre y después tendremos la concentración para marchar al estadio. Estamos por aquí algunos jugando al ping pong y poco más, pero ¿nerviosos? eso nunca.

- Creído, pero que no vayas a jugar al ping pong por hablar conmigo es un gesto muy bonito.

- Lo hice porque llegué tarde que sino no estábamos hablando.

- Ja ja ja, que gracioso, me parto contigo.

- En realidad prefiero hablar contigo y verte la cara antes que hacer cualquier otra cosa.

Ojalá estar ahora mismo con él. Igual no salía vivo de lo que lo iba a achuchar y estrujar.

- No me digas eso ya de buena mañana, que así una no puede.

- Sólo para recordártelo. 

Me guiña el ojo y de repente aparece un compañero suyo de la selección a su lado, compañero que no logro descifra quién es a pesar de sonarme muchísimo su cara. 

- Hello there, you must be María, right? Jude talked a lot about you, it's a pleasure to finally meet you.

- Él es Declan Rice y juega ahora en el Arsenal. - me dice Jude. Ahora sí que ya sabía quién era. Había oído hablar de él y dicen que además de ser muy bueno que también es carismático y la verdad es que se le notaba.

- Oh sure, that's why your face looked familiar to me. Nice to meet you too Declan. I hope Jude talked only good things about me.

- Of course, and that's why I already want to meet you in person.

- Oh thank you, I already want it too.

- I'll leave you to continue talking alone. See you soon María.

- See you Declan and good luck today, I'll be watching you.

En ese momento Declan desaparece de la pantalla mientras me dedica una sonrisa. Que majo, de verdad que no mentía cuándo decía que ya tenía ganas de conocerlo. Ahora solo aparece Jude en pantalla y uf, ¿este chico cada día que pasa es más guapo o es solo mi sensación?

- Viéndote comer me está dando antojo de eso eh.

- Te doy la prueba si coges un avión y vienes aquí a Madrid.

- O si también lo coges tú hacia aquí y me las preparas tan bien como tú sabes.

- Ay de verdad, si ya estamos así por quince días que será cuando sea verano.

- En verano nos vamos a ir de vacaciones juntos, eso ni lo dudes.

- ¿Es eso una propuesta indecente señorito Bellingham?

- Take it or leave it

- Ya sabes la respuesta. - le digo mientras guiño el ojo y llevo la taza y el plato al fregadero - Ya me has dado ganas de que sea verano y aún estamos a octubre.

Seguimos hablando un buen rato más en el cuál Jude me fue contando anécdotas que había vivido con sus compañeros de la selección, como por ejemplo que habían encerrado en un armario a Mason Mount mientras dormía para hacerle una broma o también que una vez le robaron toda la ropa a Jack Grealish mientras estaba en la ducha y tuvo que ir corriendo por el pasillo del hotel con solo una toalla anudada en su cintura en busca de su ropa, sin alcohol de por medio esta vez. Me declaro muy fan, aunque también os digo, como para convivir con gente así, yo temería por mi integridad física.

Yo le conté acerca de mis clases y la pila de trabajos que tenía que hacer y entregar en los próximos días, cosas no tan divertidas en comparación con las que él me había dicho. 

- Por cierto, seguro que lo sabes y ya te lo habrá dicho muchísima gente, pero te queda genial el chándal de la selección, y bueno el del Madrid ya ni te digo.

- Uy, ¿y esos piropos? ¿estás enferma?

- Si sabía que me ibas a responder eso no lo hubiera dicho. 

- Me encanta que me digas eso, solo que me extrañó porque el directo de la relación suelo ser yo, tú eres más la tímida.

- El directo de la relación dice, ay Jude.

- ¿Qué dije ahora a ver?

- Nada, nada, todo ok, aunque yo no soy tímida eh, no mientas.

Me encanta nuestra relación. Sí, relación, como dice Jude, a pesar de que no seamos pareja porque lo que Jude y yo tenemos es especial, una conexión que es muy difícil de crear con alguien. Puede que con él esté empezando a creer en la leyenda del hilo rojo. ¿Será verdad eso de las almas gemelas?



De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora