Capítulo 44

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21 de diciembre de 2023

Último día de clase, lo que significaba que esta tarde iba a volver a casa.

¿Cómo estoy? No muy bien que digamos. Algo mejor estaba pero no tanto como me imaginaba. Parece ser que llevaba más tiempo curarse de lo que pensaba.

Estos días de atrás, a parte de estar estudiando como una condenada, también he visto varias veces a los chicos. Por una parte mi mente me decía que no preguntara por Jude, que no me iba a hacer bien, pero mi corazón no sentía lo mismo y siempre acababa ganando este último.

Según palabras textuales de Aurélien: "Jude parece una alma en pena que anda vagando por el mundo. Aunque lo veas que se luce en el fútbol, fuera del campo es totalmente todo lo contrario". No voy a negar que se me partía el alma al oír eso, no sentía satisfacción por verlo mal después de lo que me había hecho, yo no era de esa clase personas. Casi no salía con ellos, no era el Jude risueño y gracioso de antes, era como si se hubiera apagado algo y yo en parte no podía evitar sentirme algo culpable. No quería que le fuera mal, todo lo contrario, quería verlo triunfar.

Ahora mismo estaba preparando la maleta ya que hoy solo tenía una hora de clase así que iba bien de tiempo. Sofía y Alejandro también marchaban hoy, al igual que Hugo y Carla. Con todos ellos habíamos quedado para comer y poder así despedirnos hasta el año que viene. Se han convertido en una parte crucial de mi vida y no me puedo imaginar a día de hoy sin ellos.

De los chicos me había despedido ayer, ya que hoy tenían su último partido del año en Vitoria contra el Alavés y ya habían partido esta mañana temprano. 

Me encontraba sola en casa ya que Alejandro y Sofía tenían alguna hora más de clase que yo, así que a mis pensamientos le hacía compañía el silencio que reinaba en la casa. Tuve que sentarme varias veces encima de la maleta para que cerrara e incluso me he visto en la obligación de coger una bolsa de deporte para guardar cosas que era imposible que cogieran en la maleta. A eso sumadle que llevaba una mochila conmigo, iba cargada no, lo siguiente. A medida que iba guardando cosas, he acabado encontrando una prenda de ropa que no era mía y que no era consciente que la tenía. Sí, era un sudadera de Jude, una suya que me encantaba y que cada vez que iba a su casa se la cogía y parece ser que al final acabó en mi armario. La cogí entre mis manos y no sé cuanto tiempo llevaba allí, pero seguía oliendo a él. Acerco la sudadera a mi nariz mientras aspiro una vez más su olor a la vez que cierro los ojos y no puedo evitar que lágrimas se acumulen en estos. Definitivamente aún me quedaba mucho por curar.

Acabé de preparar todo mi equipaje justo a tiempo para irme a clases. Todo este tiempo, sobre todo en la universidad, había gente que me miraba y a veces cuchicheaba, intuyo que sabrán que estuve con un jugador de fútbol y que las cosas no acabaron de la mejor forma posible. Eso sí, a la cara nunca me han dicho nada y yo he decidido siempre pasar del tema por mi bien.

Ya en la facultad me encuentro con Hugo y Carla charlando animadamente sobre las ganas que tenían de que por fin llegaran las Navidades.

- ¡Venga María, última clase del año! - Me dice todo risueño Hugo y al final acaba contagiándome esa sonrisa suya. - ¡Que no decaigan los ánimos! - Lo dicho, no puedo evitar contagiarme de su alegría.

Una hora después ya estamos saliendo de la universidad. Eran la una y media del mediodía y habíamos quedado con Alejandro y Sofía en un restaurante por lo que nos dirigimos a este. Al llegar, mis dos compis ya estaban sentados en la mesa, por lo que nos acercamos.

- Bueno, pues ya estamos todos. - Dice Alejandro. En vez de cena de Navidad era una comida de Navidad pero eso era lo de menos porque la compañía era la mejor de todas.

De Madrid al cielo (1ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora